De no desecharse por completo los oficios con los que la Secretaría de Energía y el Centro Nacional de Control de Gas Natural pretenden obligar a importadores a comprar gas con Pemex o CFE, la competencia del sector se vería muy limitada y tendría implicaciones en las consultas en materia de energía en el marco del T-MEC, alertaron expertos.
Julia González, asociada de la firma González Calvillo, dijo que la medida implementada por el Cenagas está congelada por la Suprema Corte en tanto no se resuelva el fondo de la controversia constitucional que presentó la Comisión Federal de Competencia, que señaló que es contraria a los principios de competencia y libre mercado.
«Este tema del Sistrangas (sistema de ductos) fue lo suficientemente grave como para que se incluyera en los procesos de consulta (del T-MEC). Esto tiene evidentemente impacto para todos los usuarios porque el oficio de Sener y todos que le siguen impiden que tengan acceso al Sistrangas si no te suministra una de las empresas productivas del Estado, y eso es muy grave porque no están cerrando el acceso a ductos, sino a elegir a quien le compran», mencionó.
En junio pasado el Cenagas emitió un oficio con el que se obliga a sus clientes a presentar un contrato de suministro con alguna de las dos empresas públicas, o de lo contrario rescindirá el contrato de transporte de gas natural.
Sin embargo, el 18 de julio, un juez ordenó una suspensión a los oficios de Sener y Cenagas y, posteriormente, el 6 de septiembre, la Suprema Corte emitió una suspensión con efectos generales tras una controversia constitucional presentada por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), lo que mantiene la medida suspendida.
David Rosales, socio de la consultoría energética Elevation iDEAS, explicó que esa práctica implicaría terminar con el acceso abierto a los ductos y la competencia del sector, pues los usuarios se verían afectados.
Explicó que, de aplicarse los cambios propuestos por el Gobierno al sistema de transporte de gas por ducto, los precios de adquisición serían mayores por agregar un intermediario a la compra, lo que no sólo perjudica a los competidores de Pemex o CFE, sino también a la industria y a las empresas generadoras de energía que usan la molécula.
Además, la medida podría impactar en términos inflacionarios porque se traslada un mayor costo de operación de la industria a los consumidores, alertó el experto.