El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que las suspensiones otorgadas por los jueces Pablo Gómez Fierro y Rodrigo de la Peza, contra la Ley de Hidrocarburos, “es un proceso que se va a concluir en la Corte, es lo más probable, porque se trata de una ley aprobada en el Congreso”.
Cuando fue cuestionado sobre los hechos ocurridos el 17 de mayo, el presidente acusó que algunas empresas particulares recibieron contratos que perjudicaban el interés público, y fueron estas mismas quienes acudieron al recurso de amparo; sin embargo, López Obrador no especificó qué empresas y sentenció que “todavía faltan otras instancias” para dar por frenada la reforma que él mismo impulsó.
Por otra parte, defendió que la Ley de Hidrocarburos “defiende la economía popular y combate la corrupción”. En este sentido, el presidente aseguró que la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) debería tener “la rectoría en la distribución de los combustibles”, pues de esa forma evitará el contrabando de combustibles, o huachicol.
El pasado 14 de mayo, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) dio a conocer la cancelación de 139 permisos de comercialización de petrolíferos y gas natural, mediante una publicación en el Diario Oficial de la Federación. Sobre esa línea, el presidente acusó que “en la pasada administración se entregaron más de mil permisos para la importación de diésel, a personas que ni siquiera se dedicaban a esa actividad”, y que a través de ellos era como se llevaban a cabo actividades de contrabando.
“Por eso tenemos que poner orden, de eso trata la Ley de Hidrocarburos”, dijo López Obrador durante su conferencia de prensa desde Palacio Nacional. Asimismo, lanzó acusaciones contra los permisionarios que han interpuesto amparos, asegurando que “están inconformes y cuentan con el apoyo de los jueces”, y que “estaban haciendo jugosos negocios”.
Al referirse a la decisión de los jueces, el presidente afirmó que su gobierno también tiene la posibilidad de oponerse, “desde luego con argumentos”, para “garantizar que no haya estos robos y que podamos cumplir el compromiso de que no aumente el precio de las gasolinas, del diésel y de otros combustibles”.
Finalmente, López Obrador retomó la situación que se desató a partir de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, misma que a la fecha se encuentra definitivamente suspendida, y acusó a “empresas”, sin dar nombres ni especificaciones, de querer “mantener las mismas prebendas, los mismos privilegios”.