Los precios del petróleo cayeron el miércoles por quinta jornada consecutiva, ya que los inversionistas siguen preocupados por las perspectivas de la demanda de combustible debido a un alza de los casos de Covid-19 en varias partes del mundo, justo cuando llega al mercado una mayor oferta de los grandes productores mundiales.
Los contratos de referencia del petróleo han estado bajo presión en las últimas semanas debido al alza de las infecciones causadas por la variante Delta del coronavirus tanto en Estados Unidos como en otras partes.
Varios países han reintroducido restricciones a los viajes y el tráfico aéreo se ha moderado en las últimas semanas.
El crudo Brent terminó la jornada del miércoles con un descenso de 80 centavos, o 1.16%, a 68.23 dólares el barril. El contrato ha perdido 11% en los últimos 13 días de negociación, desde finales de julio. En los últimos cinco días ha perdido 4.49 por ciento.
El petróleo West Texas Intermediate estadounidense bajó ayer 1.13 dólares, o 1.70%, a 65.46 dólares el barril. En las últimas cinco jornadas ha perdido 5.47 por ciento.
Por su parte, la mezcla mexicana de exportación cayó el miércoles 73 centavos o 1.16% a 62.20 dólares el barril. En las últimas cinco jornadas pierde 4.66 por ciento.
Inventarios en EU caen
Los inventarios de crudo de Estados Unidos cayeron 3.2 millones de barriles la semana pasada a 435.5 millones de barriles, su nivel más bajo desde enero de 2020.
Las existencias de gasolina, sin embargo, aumentaron modestamente, y analistas señalaron que la producción de Estados Unidos continuó su aumento constante, alcanzando los 11.4 millones de barriles por día, según cifras del Departamento de Energía de ese país.
Hace algunos meses «muchos vaticinaban que la demanda de gasolina de los estadounidenses alcanzaría los 10 millones de barriles por día en el verano con los automovilistas de nuevo en ruta por las vacaciones, pero la demanda decepcionó», resumió Andy Lipow, de Lipow Oil Associates.
Además, «los precios del petróleo siguen confrontados a vientos contrarios, por la rápida propagación de la variante Delta del coronavirus”, estimó Avtar Sandu, de Phillip Futures.
Nuevas restricciones de movilidad «suscitan preocupaciones sobre la demanda en Asia», añadió el experto.
Las cifras semanales de producción son volátiles, pero se ha producido un aumento constante de la producción estadounidense en las últimas semanas, justo cuando los miembros de la OPEP, junto con aliados como Rusia, acordaron aumentar la producción en 400,000 bpd cada mes durante los próximos meses.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijo la semana pasada que se espera que la demanda de crudo aumente a un ritmo más lento durante el resto de 2021 debido al incremento de las infecciones de Covid-19 de la variante Delta.
Esperan exceso de crudo
La semana pasada, la AIE les dio un giro inesperado a sus previsiones para el mercado de petróleo. El organismo, del que Estados Unidos es el principal miembro, recortó drásticamente sus perspectivas de consumo para este año por el impacto de la variante Delta del coronavirus y advirtió que el mundo se enfrenta a un nuevo exceso de oferta para el próximo año, lo que implica el riesgo de un nuevo colapso de los precios del crudo.
Estados Unidos puso en marcha toda su maquinaria para frenar la escalada de precios del petróleo en plena salida de crisis provocada por el Covid-19.
La AIE afirmó en su boletín mensual que el mercado petrolero puede volver a registrar superávit en 2022 si la OPEP+ continúa deshaciendo sus recortes y los productores que no participan en dicho acuerdo aumentan su oferta en respuesta a unos precios más altos.