Mientras en Dubái se está terminando de construir la central solar más grande del mundo, en México se limita la generación de energías renovables pese a tener un alto potencial en ese mercado y un pequeño proyecto en Sonora muestra su viabilidad.
El parque solar Mohammed Bin Rashid, ubicado al sur de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, será el proyecto más grande del mundo, con una capacidad instalada de 5 mil 500 megawatts y que combinará tres tipos de tecnologías para el aprovechamiento del recurso.
El proyecto agrupa energía solar fotovoltaica, solar térmica y concentrador solar.
En la primera se trata de paneles solares, pero en la solar térmica se da a través de una especie de espejos que permiten concentrar el calor en un tubo que se encuentra al centro y que calienta un aceite en su interior con el que se genera vapor para mover las turbinas que generan electricidad.
En el caso del concentrador solar también contiene una especie de espejos que concentran la energía en un punto para derretir sales, con las que se puede generar vapor y producir electricidad, explicó Elie Villeda, experto en renovables.
Es decir, tanto el solar térmico como el solar concentrado se vuelven una especie de almacenamiento de energía de 12 y 15 horas respectivamente, lo que implica que aún en horas en las que ya no hay sol se puede tener electricidad, lo que lo convierte en un proyecto firme, apuntó Villeda.
En México, la central de ciclo combinado Agua Prieta se complementa con una pequeña central termosolar de 14 megawatts, desarrollada por Abengoa y que vende su energía a la CFE, pero es el único proyecto de este tipo que existe en el País.
Al respecto, Víctor Ramírez, especialista del sector energético, apuntó que en México el costo de implementar estos proyectos que combinen tecnologías podría ser parte de las limitantes.
Con las subastas se lograron precios por debajo de los 20 dólares por megawatt-hora.
En el proyecto de Dubái, el costo será de 70 dólares por megawatt-hora, pero al considerar que es energía firme y renovable podría hacer sentido la inversión.
«Más allá de los costos, otro tema por el que México no puede consolidar este tipo de proyectos es porque la reforma energética que abrió la participación a privados apenas a unos 5 años de ejecutarse se volvió a cerrar, entonces no solo frena proyectos de esta magnitud sino cualquier otro renovable; además de la incertidumbre jurídica que no permite que vengan nuevos inversionistas ni bancas o fondos de capital», advirtió Abril Moreno, directora general de Perceptia21 Energía.
Paul Sánchez, especialista del sector energético, dijo que es propicio el desarrollo de ese tipo de tecnologías conjuntas en Sonora y Baja California Sur.
Esto porque existen picos de demanda muy altos en los que el precio de la energía se vuelve muy cara, por lo que esto podría ser una alternativa para tener energía más asequible.
Sin embargo, consideró que primero debe existir un compromiso por parte del Gobierno para lograr un cambio, con las estrategias correctas, y con el compromiso de reforzar el sistema eléctrico de manera sustentable.