De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2023, de los 10,288.2 mDP que se contemplan asignar, 9,562.8 mdp corresponden a la CFE.
Para el próximo año se plantea que a la estrategia de transición energética para promover el uso de tecnologías y combustibles más limpios se le asigne un presupuesto por 10 mil 288.2 millones de pesos, esto es un incremento de apenas 1.1% respecto al de este 2022.
A la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se le ha criticado en diversas ocasiones porque su política energética va en sentido contrario al impulso de las energías limpias, incluso la iniciativa privada se ha pronunciado en que no apostarán nuevos proyectos porque no existen las condiciones de certidumbre, pues las reglas del juego se han cambiado.
En la reforma eléctrica que buscaba esta administración, pero que fue rechazada por no alcanzar los votos, se determinaba dar la batuta a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para la transición energética, incluso López Obrador ha dicho que los privados pueden participar siempre y cuando la empresa productiva del Estado sea socio en los proyectos.
De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2023, de los 10 mil 288.2 millones de pesos que se contemplan asignar, 9 mil 562.8 millones de pesos corresponden a la CFE, lo que significa 92.9% del total.
Detalla que de esos recursos 7 mil 260.5 millones de pesos se asignan mediante los Proyectos de Infraestructura Productiva de Largo Plazo, que realiza el sector privado como inversión impulsada. Con esto, la CFE estima iniciar o continuar la construcción de 2 centrales hidroeléctricas, una geotermoeléctrica y 4 de ciclo combinado, así como una línea de transmisión.
Lo anterior va a permitir incorporar al Sistema Eléctrico Nacional 3 mil 317.3 megawatts de energías limpias en los estados de Chiapas, Jalisco, México, Morelos, Nayarit, Quintana Roo y Sonora.
El resto del presupuesto de la estrategia por 725.4 millones de pesos será ejecutado por otras dependencias y entidades de la Administración Pública Federal para fortalecer las acciones y programas orientados a promover el ahorro de energía y la transición energética.
En el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex) destaca que destinará un monto de 359.6 millones de pesos con el fin de mejorar sus procesos productivos y hacerlos “más amigables” con el medio ambiente.
Mientras, el Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, como instrumento de política pública de la Secretaría de Energía, canalizará 273 millones de pesos para promover la utilización, el desarrollo y la inversión de las energías renovables y la eficiencia energética.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en un análisis reciente, apunta que la política energética que ha impulsado el gobierno federal desde 2018 va en sentido opuesto de la tendencia global de transición energética, en la que las energías con menores emisiones ocupan un papel cada vez mayor.
“Aún más, contraviene las inversiones que México tanto necesita para garantizar un suministro de energía confiable, limpio y asequible para ciudadanos y consumidores”, destaca el informe del think tank.
Refiere que las proyecciones de la Sener estiman que el objetivo de generar 35% de su energía mediante tecnologías limpias para 2024 no se alcanzará sino hasta 2031 y el de 40% para 2032 hasta 2035.
“Esto es relevante en un entorno de recursos escasos no solo por la presión de mitigar el cambio climático sino por las implicaciones que tiene sobre el costo de generación del sistema eléctrico mexicano y, por lo tanto, para los consumidores y la economía del país”, indica el IMCO.