A finales de octubre, recibimos por quinta ocasión en México a John Kerry, enviado especial para el clima del presidente Biden. A partir del diálogo llevado a cabo en Sonora y encabezado por el presidente López Obrador, tanto México como Estados Unidos acordamos exponer en la COP27 las nuevas acciones de los dos países para hacer frente al cambio climático. Así lo hicimos este fin de semana, en Sharm el-Sheikh, Egipto.
En el principal foro global de discusión sobre el cambio climático, el canciller Marcelo Ebrard presentó los nuevos compromisos de nuestro país. Destaca, en primer lugar, el anuncio de México para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de un 22% a un 35% para el año 2030. Esta nueva meta nacionalmente determinada va en línea con el principio de progresividad de los Acuerdos de París, en tanto que México incrementa sus metas de manera ambiciosa para contribuir al esfuerzo mundial de limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados. Además, ambos países buscamos lograr cero emisiones netas para 2050.
El anuncio de México estuvo acompañado también por la presentación del Plan Sonora, un ambicioso proyecto que incluye la generación de energías limpias, la producción de semiconductores y el fortalecimiento de las cadenas de producción de una industria automotriz sustentable. El secretario Ebrard enfatizó también los esfuerzos que nuestro país realizará en los próximos años para acelerar la producción de energía eólica, geotérmica e hidroeléctrica.
El entendimiento entre México y Estados Unidos no es solamente en cuanto a la cooperación en materia energética. Tiene que ver con una visión económica, en la que las cadenas de valor de América del Norte, incluyendo a nuestros amigos canadienses, funcionen como un motor de producción a escala global con el componente de sostenibilidad y respaldo a los Acuerdos de París como un pilar central. La semana pasada, ratificamos esta misma visión de una Norteamérica productiva y sustentable con Wendy Sherman, la subsecretaria de Estado de los Estados Unidos.
Conversamos con ella y con el secretario Kerry sobre inversiones muy importantes para la creación de energía renovable en nuestro país. En la COP27 reafirmamos que México es un actor regional y mundial confiable que cumple con sus acuerdos internacionales en materia de combate al cambio climático bajo el principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas. Además, hay que sumar nuestro esfuerzo en materia de reforestación, una prioridad del Gobierno de México bajo el programa Sembrando Vida que también hemos exportado a Centroamérica.
Adicionalmente, la cooperación entre México y Estados Unidos pasa también por Petróleos Mexicanos y la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de dicho país. Ambas instancias anunciaron un acuerdo de colaboración para disminuir la emisión de metano. Específicamente, la EPA compartirá diagnósticos y distintos tipos de análisis para contribuir a la toma de decisiones de Pemex, en materia de sus operaciones de extracción de petróleo y gas natural.
Los nuevos anuncios de México en la COP27 son un logro que contrasta con la retórica presente en la opinión pública que cuestiona los compromisos climáticos de México. No obstante, observamos una visión estratégica común entre México y Estados Unidos, en la que Canadá también estará presente en la próxima Cumbre de Líderes de América del Norte que tendrá lugar en nuestro país. En palabras del excanciller Kerry, “ésta es una visión, no sólo un anuncio, y vamos a trabajar muy duro para asegurarnos de que los recursos, la tecnología, el esfuerzo mutuo y nuestros equipos trabajen juntos”.
Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores seguiremos trabajando con nuestros socios regionales para hacer realidad la visión compartida de una América del Norte más próspera, productiva y ambientalmente responsable.
*Abogado y maestro en políticas públicas.
Jefe de la Unidad para América del Norte
de la Secretaría de Relaciones Exteriores.