La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha ahorrado 789 millones de dólares por la renegociación de “contratos leoninos” asociados a los ductos de gas natural, lo cual le ayuda a convertirse en una “empresa energética”, es decir, no sólo con presencia en el sector eléctrico.
De acuerdo con Manuel Bartlett Díaz, director general de la empresa estatal, al principio de la actual administración federal se encontró “una red de gasoductos con graves retrasos y contratos leoninos”.
CFE ha documentado que, a raíz de la reforma energética de 2013, impulsada por Enrique Peña Nieto, se creó un plan de infraestructura que buscaba comunicar las plantas de generación de electricidad.
La actual administración de la empresa estatal ha considerado que esa estrategia no contaba con una planeación, pues si bien se contemplaban construir centrales eléctricas, éstas no se realizaron, pero sí se pactó la edificación de gasoductos con diversas empresas, que implicaron contratos a largo plazo.
La empresa estatal ha reconocido que, de 27 contratos de gas natural, nueve fueron renegociados tras revisar cláusulas operativas, por lo que considera que se ha superado la situación.
La CFE reportó que como resultado de la negociación se han ahorrado 6 mil 725 millones de dólares en valor nominal y 789 millones de dólares en valor presente.
La empresa estatal considera que “se ejecutó un viraje en el aprovechamiento del gas, para dejar de ser consumidores pasivos y transformarnos en protagonistas activos en el mercado”.
En días recientes Bartlett Díaz reconoció que la “CFE ha dado grandes pasos para convertirse en una poderosa empresa de energía”, es decir, su presencia se ampliará para ser un suministrador de gas natural, al aprovechar la molécula que contrató.
“Se ejecutó un viraje en el aprovechamiento del gas, para dejar de ser consumidores pasivos y transformarnos en protagonistas activos en el mercado”, señaló.
La empresa estatal ha pactado alianzas estratégicas con algunas empresas con las que sostuvo conflictos en un principio, como TC Energy (antes TransCanada) y Sempra (IEnova).
Con la firma canadiense busca extender el gasoducto marino que actualmente transporta gas desde Estados Unidos hasta Tuxpan, ampliándolo, en un primer tramo, a Coatzacoalcos, Veracruz, para continuar hasta Paraíso, Tabasco, para un total de 778 kilómetros adicionales.
Se interconectará con el gasoducto Mayakan, que suministra el combustible a la península de Yucatán.
La alianza también soluciona la problemática que mantiene detenidos los gasoductos Tuxpan-Tula y Tula-Villa de Reyes, mediante un replanteamiento de su ruta para salvaguardar los derechos de las comunidades originarias.
Por la ampliación se estima un monto de inversión de 4 mil 500 millones de dólares y CFE tendrá una participación accionaria del 15 por ciento en la sociedad, que aumentará a 49 por ciento a largo plazo.
Con Sempra pactó el desarrollo de una planta de licuefacción de gas natural, para exportación, en el Puerto de Topolobampo, Sinaloa, con una inversión aproximada de 2 mil 500 millones de dólares.
Para concretar este proyecto se llegó a un acuerdo con la comunidad Yaqui para concluir el gasoducto Guaymas-El oro, necesario para alimentar la planta de Topolobampo.
La CFE ha considerado que con estas acciones se deshace del exceso de contratación de transporte realizado en la administración anterior y asegura el suministro para sus plantas, tanto las que ya operan como para los nuevos proyectos.
Además, con New Fortress construirá una planta de licuefacción de gas natural en Altamira, Tamaulipas; de esta forma la CFE venderá el gas natural y participará de los beneficios económicos del proyecto.