Compañías nacionales como extranjeras entregan campos al gobierno federal tras finalizar etapa de exploración y replantear objetivos.
Empresas petroleras nacionales y extranjeras renunciaron en el último trimestre del 2022 a once áreas en Tamaulipas, ubicadas tanto en la Cuenca de Burgos como en aguas someras y profundas del Golfo de México, frente a costas de la entidad, confirmó la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Al vencer los plazos de exploración donde algunos confirmaron yacimientos, en tanto otros desistieron en seguir al no encontrar producto en este período, los corporativos mexicanos y extranjeros entregaron los campos al gobierno federal, una tendencia marcada en el último año y puntualizada por la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi).
En esa petición, indicó su vicepresidente Andrés Brügmann, hizo el llamado a la Secretaría de Energía a relanzar las licitaciones y darle la oportunidad a otros corporativos privados en analizarlos. Apuntó, los ganadores concretan sus inversiones en los hallazgos por tener una mayor viabilidad económica.
“Seguramente escucharon que varios operadores devolvieron áreas contractuales en su parcialidad o en la totalidad al Estado. Durante la etapa de exploración, analizan un gran campo y como resultado detectan zonas puntuales para concentrar inversiones y determinar el potencial petrolero. Muchas regresaron el resto del área y estas pueden reciclarse y volver a licitarse, para que otra empresa le saque provecho”, agregó.
Arrancan procedimiento
Sobre la entidad, Pantera Exploración y Producción inició el proceso anticipado de renuncia en mayor volumen, en cinco contratos. Mismo caso sucedió con Iberoamericana de Hidrocarburos (IHSA) en regiones terrestres, a los cuales se agregan la australiana Woodside y China National Offshore and Oil Corporation (Cnooc).
Ellos tienen pozos autorizados en esas regiones en plan de abandono y sólo se enfocarán en dichas maniobras, confirmaron a los comisionados del órgano regulador. Situación diferente sucedió con la española Repsol (tres áreas) y la norteamericana Chevron, pues su apuesta está en yacimientos de la región sureste del país.
“Sí México reactiva las rondas petroleras, se obtienen beneficios en los próximos 20 años al menos por 104 mil millones de dólares en ingresos para el Estado y 56 mil millones de dólares de inversión en contenido nacional por este periodo”, puntualizó Andrés Brügmann.