Petróleos Mexicanos (Pemex) detectó hasta el tercer trimestre del año pasado, mil 882 tomas clandestinas para robar gas licuado de petróleo (LP), dato que representa un aumento de 9.86 por ciento respecto a igual periodo del año anterior, según revela información de la empresa estatal.
La petrolera respondió a La Jornada, en una solicitud de información, que en los primeros nueve meses de 2022 fueron detectadas 169 perforaciones más en sus ductos en comparación a 2021.
Entre enero y septiembre el robo del energético que es utilizado en ocho de cada 10 hogares se concentró en ocho estados del país, destacan Puebla, Veracruz e Hidalgo.
Luis Landeros Martínez, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas LP, reconoció que este ilícito es cada vez mayor, pues mientras hasta hace tres años sólo se hacía una perforación por día, en la actualidad llegan a ser siete.
El dirigente del organismo comentó en entrevista que se ha observado que la sustracción de combustibles continúa ocurriendo en el llamado triángulo rojo, que se ubica en Puebla. Entre el primer y tercer trimestre de este año la empresa estatal reportó 532 tomas clandestinas en ductos que transportan el combustible en esta entidad federativa, dato que significó una disminución de 611 puntos de sustracción menos respecto a igual lapso de 2021, cuando Pemex reportó mil 143.
De acuerdo con Landeros Martínez mientras en un estado se baja el número de tomas clandestinas por acciones emprendidas por las autoridades, los delincuentes migran hacia otras partes para seguir con el hurto.
Lo anterior se observa en Veracruz, donde la cantidad de puntos donde se sustrae el gas LP pasó de 25 a 357, es decir, avanzó mil 328 por ciento frente a los primeros nueve meses del año pasado.
En Hidalgo se detectaron 249 tomas clandestinas, cantidad que representó 211 más en comparación con las 38 halladas en ese estado en enero-septiembre del año pasado.
El estado de México se colocó como la segunda entidad con mayor cantidad de puntos donde grupos criminales hurtan el combustible, pues Pemex contabilizó 489 en los primeros nueve meses del año, lo cual significa un avance de 95.6 por ciento frente a igual lapso del año pasado.
En Tlaxcala pasó de 200 tomas clandestinas en enero-septiembre del año pasado a 224 en el mismo periodo de 2022, lo cual representó un incremento de 12 por ciento.
Pemex se declaró incompetente para estimar a cuánto ascienden las pérdidas económicas por el robo de este energético.
Landeros Martínez indicó que es un problema serio que afecta a la población, pero también a las utilidades de Pemex, porque es la petrolera la que tiene que pagar por los daños que causan este tipo de actos ilícitos.