El acuerdo firmado con un grupo de inversionistas extranjeros contempla la dotación inicial de 200 millones de dólares y da inicio al proceso de venta de la empresa de Alonso Ancira.
Los accionistas de Grupo Acerero del Norte han firmado este miércoles un acuerdo con un grupo de inversionistas extranjeros para el traspaso de la mayoría accionarial de Altos Hornos de México (AHMSA). Acosada por deudas millonarias, la compañía, propiedad del llamado rey del acero mexicano, Alonso Ancira, lleva en venta desde comienzos de este año. Francisco Orduña, vocero de la empresa, explica a EL PAÍS que el acuerdo fue firmado por los representantes de las partes el 20 de febrero. El acuerdo contempla una dotación inicial de 200 millones de dólares como capital de trabajo, para normalizar las obligaciones laborales y las operaciones tanto en las plantas siderúrgicas como en las minas, con el fin de regresar a la compañía los ingresos propios en momentos en que los precios del acero en el mercado mundial están en recuperación.
El documento contiene cláusulas de confidencialidad que limitan la posibilidad de revelar detalles del mismo hasta que concluya el proceso jurídico requerido para su formalización ante diversas instancias y los organismos bursátiles. En todo caso, de los 200 millones del monto global, los primeros 50 deben ser recibidos en el curso de los próximos 15 días y los 150 millones restantes antes del 15 de mayo del presente año.
La compañía subraya que, de entre las ofertas presentadas por diferentes interesados nacionales y extranjeros, la decisión del Consejo de Administración fue elegir aquella que garantizara las mejores perspectivas de continuidad para la empresa, en beneficio de sus trabajadores y de las comunidades regionales, lo que está asegurado por el grupo de inversionistas seleccionado. Orduña declinó dar más detalles sobre el proceso de venta de la acerera, pero aseguró que Ancira sigue siendo el dueño de la empresa. “En su momento, cuando los tiempos jurídicos lo permitan, se darán a conocer con amplitud los términos de acuerdo”, concluyó.
Esta inyección inicial forma parte de la transacción que en las próximas semanas signará Ancira para vender la acerera. La compañía, que vivió un esplendor de la mano del Gobierno priista de Peña Nieto, ahora se encuentra acosada por deudas y demandas. Desde hace meses, sus instalaciones no cuentan con red eléctrica, y los problemas financieros han llevado a no poder pagar las nóminas de sus trabajadores.
Ancira ha sufrido varios reveses en las operaciones de su siderúrgica. El último se llevó a cabo hace tan solo unas semanas por un adeudo millonario con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Aunque la siderúrgica abonó más de 23 millones de pesos para cubrir parte de su deuda, la cementera seguía sumando días sin corriente eléctrica por la negativa de la Comisión para reconectar a la compañía. Entre tanto, las acusaciones cruzadas por impagos y los contratos de carbón firmados durante las anteriores Administraciones seguían escalando. Como trasfondo del apagón en el que se ha visto inmersa la empresa ha estado la demanda por 700 millones de dólares que presentó AHMSA por la cancelación unilateral e ilegal de los contratos de carbón que vendían a las carboeléctricas que ahora dirige Manuel Bartlett.