La nueva refinería, proyecto totalmente a cargo de la Secretaría de Energía y su titular Rocío Nahle, vive en la paradoja: está permanentemente inundada, pero no tiene el ducto que necesita para llevar agua cruda para sus procesos, dicho de otra manera; construir este ducto que olvidaron, pese a las recomendaciones hechas por los expertos de Pemex, lo dejaron al final, son nueve meses de trabajos intensos y mil 667 millones 83 mil 134 pesos.
Curiosamente, para conseguir el permiso de la Semarnat para el nuevo acueducto se tuvieron que presentar una serie de documentos para ubicar visualmente las instalaciones y resulta que, además de que falta el acueducto, la zona donde se construirá la subestación eléctrica para atender la refinería sigue absolutamente verde, no hay ni una maquinaria y sí es notorio el gran tamaño de la vegetación, pero de la instalación eléctrica, ni sus luces.
Del monto para el acueducto, mil 583 millones 728 mil 977.30 pesos están destinados a la construcción y pagos de derechos y 83 millones 354 mil 156.70 pesos son para remediaciones ambientales en el ducto de 25.8 kilómetros de longitud y 36 pulgadas de ancho, que llevará agua cruda en dos tramos, uno en la zona del Río González, a la altura del puente Jalpita, y en el Río seco y el otro en el área industrial adyacente a la zona industrial de la refinería de Dos Bocas.
La Sener conoció desde el principio la necesidad de contar con agua para los diferentes procesos de la refinería, sin ella es imposible que pueda operar un sólo barril de petróleo, por eso la construcción del ducto y sus obras complementarias es vital para la nueva instalación.
Terminar y probar la obra son dos temas diferentes, el primero, en el mejor de los casos es de nueve meses a un año; las pruebas mínimas del ducto requieren entre uno y tres meses. A como se están acomodando las cosas en Dos Bocas, oficialmente llamada Refinería Olmeca, pero nadie le dice así; será hasta septiembre del 2024, la fecha original planteada por los especialistas de Pemex, cuando se pueda realmente poner a operar a las instalaciones.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del ducto señala que, de nuevo, en el mejor de los casos, la vida útil de esta construcción es de 60 años o más si se le dan sus mantenimientos preventivos y correctivos.
La MIA reconoce que proveer agua es básico para la refinería, en ese sentido, el sistema de captación instalado en el Río González la manda al acueducto y por bombeo llegaría a la planta de pre-tratamiento de agua dentro de las instalaciones de la refinería, una planta que, por cierto, sigue sin construirse.
Buzos
1.-Pemex, encabezado por Octavio Romero, se apuró en garantizar el abasto de Urea, Amoniaco y Fosfatados para el Programa Fertilizantes del Bienestar, de los cuales el gobierno tiene como meta entregar un millón de toneladas este año en beneficio de 2 millones de productores. Hasta ahora, se ha enfocado en la modernización de diversas plantas pertenecientes en el pasado a Fertinal y Agronitrogenados, con el objetivo de llegar a producir el próximo año 3.4 millones de toneladas de fertilizantes, más aún en julio próximo entrará en funciones la planta VII del Complejo Cosoleacaque. La entrega más reciente de fertilizantes fue en los Altos de Chiapas, en donde 300 mil campesinos del municipio de Zinacantán se vieron beneficiados.