La empresa estatal será la operadora de 12 plantas de ciclo combinado de gas, un combustible mayoritariamente importado desde Estados Unidos.
La empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) aumentará la dependencia de México al gas natural importado cuando comience a operar las plantas eléctricas que está vendiendo la compañía española Iberdrola.
México —CFE y empresas privadas— produce 60% de la electricidad que demanda el país con gas natural, según datos de la filial CFEnergía, mayoritariamente importado desde Estados Unidos vía ductos.
La generación de electricidad de CFE con gas natural asciende al 43.77% del total, según su informe anual más reciente, a través de centrales de ciclo combinado de gas y vapor, plantas de turbogas y termoeléctricas convencionales.
“Claro que va a aumentar el consumo interno de gas de CFE ya que son 12 ciclos combinados con capacidad de 8.500 MegaWatts (MW) aproximadamente”, mencionó en entrevista el analista senior de gas para la consultora energética Wood Mackenzie, Rodrigo Rosas.
El analista estimó que la demanda máxima de gas de las 12 plantas alcance 1.400 millones de pies cúbicos diarios, pero probablemente la demanda real se ubique por debajo de este nivel.
El 4 de abril Iberdrola, el principal productor privado de energía en México, anunció la venta de 12 centrales eléctricas de ciclo combinado y un parque eólico —equivalentes al 80% de su capacidad de generación eléctrica en el país— a la empresa privada Mexico Infrastructure Partners (MIP) con financiamiento del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y banca privada para que sean operadas por CFE.
El presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo energético tienen como política la soberanía energética del país, la cual se ha concentrado en producción de combustibles líquidos y ha relegado a un segundo plano la producción de gas y su almacenamiento estratégico para fortalecer la seguridad del país.
Marco Cota, CEO de la consultora energética Talanza Energy y exdirector de exploración y extracción de hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), remarcó la importancia de la seguridad energética sin importar si está en manos del sector público o privado. Ejemplificó con el caso de la Unión Europea que no ha podido cortar el suministro de gas de Rusia a pesar de las sanciones por su invasión militar a Ucrania.
“La palabra clave es la diversificación. El día de mañana puedes tener problemas con Estados Unidos, entonces ¿cómo le haces para diversificar? un modelo autárquico como el que propone la actual administración implica cerrarte a las posibilidades”, dijo.
Contratos de abasto de gas
A pesar de una mayor dependencia de la compañía sobre el gas natural, su brazo comercializador, la filial CFEnergía, no tendrá cambios sustanciales en sus importaciones de gas porque gran parte de las centrales de Iberdrola ya tenían un contrato de suministro con la filial, agregó el analista.
“No habría un cambio radical sobre lo que estaría importando CFE hacia el país”, comentó Rosas.
Pero con la operación de las centrales en manos de CFE también el analista prevé una renegociación de contratos de abasto de gas entre la filial y las empresas subsidiarias de generación eléctrica para mejorar el precio.
“Va a haber una erosión en el margen de ganancia porque ya no sería Iberdrola el comprador sino CFE, y seguramente para tratar de subsanar las mismas cuentas en CFE, va a haber un tipo de descuento”, agregó el analista.
Bloomberg Línea consultó a CFE sobre la demanda de gas cuando opere las 12 plantas, pero no obtuvo respuesta.
Iberdrola es el mayor productor privado de energía de México, enfocado en el esquema de Productor Independiente de Energía y sociedades de autoabasto, modelos de negocio que nacieron en 1992, que han sido ampliamente criticados por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el CEO de CFE, Manuel Bartlett Díaz.
El regulador mexicano, la Comisión Reguladora de Energía (CRE), incluso multó a Iberdrola con US$ 466 millones por venta ilegal de energía bajo el modelo de autoabasto.