Las olas de calor y la suspensión del horario de verano aumentarán año con año la demanda de electricidad, pero el país podrá estar poco preparado para atender este panorama adverso si no hay aumento de presupuesto a la generación y distribución eléctrica.
La demanda de energía en México será cada vez mayor y sin una fuerte inversión en la producción y distribución de energía eléctrica del país, así como una política pública energética robusta podría haber un colapso eléctrico.
La eliminación del cambio de horario de verano, el aumento de las temperaturas debido al avance del calentamiento global y el incremento de la población que vive en zonas urbanas están provocando un aumento considerable en la demanda de energía en México.
Por ejemplo, el pasado martes 20 de junio a las 19:48 horas, la demanda de energía fue de 52 mil 993 megawatts, que significó nueve por ciento más que la demanda registrada el mismo día un año antes, esto provocó que las reservas de energía fueran menor a seis por ciento y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) se declarará en estado de alerta ese mismo día.
“Estas alertas no son comunes y han habido muy pocas en los últimos años ¿en dónde está el problema de hoy en día de los apagones en ciertas ciudades? es en el sector de distribución porque las líneas que hay hoy en día están sometidas a un estrés derivado de la mayor demanda por un mayor número de usuarios y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no ha tenido el dinero suficiente para poder hacer el reforzamiento o mejoras de algunas líneas de distribución para atender a los demás usuarios que se están instalando”, explica Ramsés Pech, asesor de la industria energética.
Para 2023 el presupuesto destinado a la CFE ascendió a 449 mil 997 millones de pesos asignados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El especialista explica que los tres rubros del sector eléctrico son la generación de la electricidad, seguida de las líneas de transmisión que transportan la electricidad, misma que llega hasta las subestaciones de zonas urbanas y a partir de ahí se distribuye a los usuarios que incluye hogares o espacios comerciales.
“El problema que se tiene hoy en día, es que no hay una coordinación entre los municipios y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que se está realizando hoy hacia el futuro. Se necesita hacer una planeación de las ciudades y zonas metropolitanas en función del incremento de la población, porque cada año se están aumentando más de un millón de usuarios, esto significa que si la CFE no tiene el dinero suficiente va a dejar los mismos cables y transformadores y cuando aumente el número de gente que tenemos en las zonas urbanas se va a incrementar el problema que tenemos hoy en día”, detalla.
En estados como Michoacán, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Chihuahua y Veracruz se reportaron apagones la semana pasada mientras el país atravesaba por una ola de calor que generó temperaturas de hasta 45 grados centígrados en algunos estados.
Estas olas de calor, que aumentan la demanda de energía debido al uso de sistemas de aire acondicionado y otros aparatos eléctricos, serán cada día más frecuentes a causa del cambio climático y sin importar los esfuerzos de la humanidad, el daño generado hasta ahora provocará estos fenómenos hasta 2060, de acuerdo con la ONU.
Indiferencia en Palacio Nacional
Pese a este panorama adverso, la semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador desestimó los reportes de apagones y defendió la eficiencia de la CFE.
Durante su conferencia matutina del 22 de junio desde Palacio Nacional, López Obrador aprovechó para “decirle a la gente que no se van a quedar sin luz. Estamos pendientes, sabemos que aún con el calor, más consumo de energía eléctrica, tenemos reservas” y un día antes rechazó las versiones de que se operaba en estado de alerta.
Al ser cuestionado sobre la información que le ha dado la CFE y el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), dijo que “ni siquiera me han enviado un informe por preocupación. Lo único que me dijeron es: no hay problema, hubo un pico de demanda, pero tenemos excedentes de generación. No nos va a faltar”.
Llegada de empresas empeoraría panorama
El estado en el que funciona actualmente la distribución de electricidad en el país podría ser más crítico con la llegada de empresas y el establecimiento de plantas productivas como parte del nearshoring.
“Si van a venir más empresas extranjeras, si ahora tenemos apagones cuando se pongan más plantas ¿cómo le vamos a hacer para toda esta electricidad que se va a demandar?”, cuestiona Pech.
Bajo este panorama es necesario “ampliar las posibilidades de inversión en generación eléctrica para expandir la capacidad de generación instalada, pues también abona a la seguridad energética del país al contar con una matriz energética más diversificada. Además, es un paso hacia la transición energética y favorece a las finanzas de la CFE”, señala el IMCO en su reporte “La Energía que Queremos”.