El objetivo de lograr 45 por ciento de generación de energía limpia para el año 2030 podría, en opinión de EMBER, reducir la importación de gas para efectos de generación de electricidad en un 20 por ciento.
Recientemente fue publicado un reporte a cargo de EMBER acerca de la importancia de contar con energías renovables suficientes para lograr la seguridad energética que requiere nuestro país.
Más de la mitad de la electricidad en México depende de importaciones de gas natural de los Estados Unidos, poniéndose en riesgo la seguridad energética de nuestro país.
El objetivo de lograr 45 por ciento de generación de energía limpia para el año 2030 podría, en opinión de EMBER, reducir la importación de gas para efectos de generación de electricidad en un 20 por ciento, ahorrando al país 1.6 billones de dólares por año (equivalente al 63 por ciento del presupuesto adjudicado para el sector del medio ambiente y recursos naturales en el país para el año 2025). Los estimados de costos se basan en proyecciones de los precios del gas natural.
El reporte estima, asimismo, que alrededor de 434 mil empleos directos podrían generarse en las fases de construcción y operación de las plantas si se logra el objetivo de 45 por ciento de energía limpia.
El país generó 22 por ciento de su electricidad a partir de energías renovables en 2024, por debajo del promedio general mundial de 32 por ciento y muy por debajo del promedio en la región latinoamericana del 62 por ciento.
En octubre del año pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que las energías renovables serían promovidas a efecto de alcanzar el objetivo mencionado del 45 por ciento. La estrategia nacional del sector prevé tres escenarios posibles para la transición energética, incluyendo un escenario ideal en el que se alcanza dicho objetivo del 45 por ciento.
Para lograr el objetivo del 45 por ciento para 2030 se requiere de la instalación de 46 GW de energía solar y eólica. Esto reduciría la generación de electricidad a partir de gas en un 20 por ciento, de 203.8 TWh en 2024 a 163.4 TWh en 2030, aun considerando un incremento de 15 por ciento en la demanda de energía eléctrica total.
Lo anterior reduciría la necesidad de importar gas en más de 384 billones de pies cúbicos en comparación con el año 2024.
La instalación de 36 GW de capacidad de energía solar y 10 GW de energía eólica impulsarían de manera relevante el mercado laboral, generándose 419 mil empleos directos en la fase de construcción y 15 mil empleos directos permanentes en la fase de operación de las plantas durante más de 20 años.
El hecho de lograr el objetivo del 45 por ciento de energías limpias para el año 2030 no es sencillo, pero es lograble. Implica triplicar la generación de energías renovables en un lapso de cinco años. Existen ejemplos en otros países en la región latinoamericana que demuestran que este grado de incremento es lograble. Brasil superó con creces el reto con más del triple de generación de energía solar en el mismo lapso y Uruguay logró una tasa de incremento similar con base en la generación de energía eólica.
Tanto en el caso brasileño como en el uruguayo, la planeación y la aprobación de políticas en forma eficaz constituyeron factores clave en el incremento eficiente y rápido de las energías renovables.
Se requiere, sin duda, de voluntad política y de esfuerzos coordinados que involucren al sector privado para generar y facilitar las condiciones necesarias que permitan instalar 46 GW de energías renovables para el año 2030.
Se requiere, entre otros temas, de reglas claras y de procesos eficientes de gestión de permisos que permitan a los proyectos avanzar a un ritmo adecuado necesariamente de la mano del sector privado, condición esencial para acelerar la transición energética.
Las nuevas reglas en el sector pueden sentar las bases de proyectos exitosos atrayendo la participación de la inversión privada de la mano de la Comisión Federal de Electricidad en esquemas de largo plazo y proyectos de inversión mixta, que bien estructurados pueden ser fácilmente financiables.
De conformidad con datos proporcionados por la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), el país cuenta a la fecha con 7 mil 782 MW de capacidad de energía eólica instalada en 15 estados y representa el 8.67 por ciento de la matriz energética con potencial para duplicar en 5 años la generación a partir de energía eólica y la atracción de 20 mil millones de dólares en nuevas inversiones.
AMDEE nació en el año 2005 para promover la generación y el desarrollo de energía eólica en México y representa a más de 70 desarrolladores, fabricantes y proveedores de servicios relacionados con proyectos eólicos.
Es momento de pensar en la interacción eficiente de los sectores público y privado en la búsqueda de proyectos y la generación de empleos de calidad en el largo plazo.
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