La Comisión Federal de Electricidad detectó, solo en los primeros cinco meses del año, más de 2 mil 600 “usos indebidos de energía” en el sector industrial; este delito deja graves pérdidas para la empresa y afectaciones a quienes sí pagan por el servicio
El robo de energía a través de los llamados “diablitos”, dispositivos ilegales que se usan para alterar los medidores de luz y reducir el pago de electricidad, se presenta en casas habitación, pero es también recurrente en el sector industrial.
A través de una solicitud de información de Reporte Indigo, la Unidad de Transparencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dio a conocer que, en el periodo de enero a mayo de 2025, se detectaron 2 mil 666 usos indebidos de energía en el sector industrial, lo que se traduce en “trampas” para poder pagar menos por el servicio, ya sea a través de “diablitos” o algún otro tipo de mecanismo para robar energía.
La CFE respondió a la solicitud identificada con el folio 330007725001040, que se centra en la localización de «diablitos», dispositivos utilizados por algunas grandes empresas para reducir su consumo eléctrico de manera ilícita.
Además, informa que, en el primer cuatrimestre del año, se registraron 20 mil 540 ajustes en la tarifa comercial PDBT (Pequeña Demanda en Baja Tensión —hasta 25 kW-mes—). Estas corresponden a clientes que presentaron irregularidades en sus consumos registrados, es decir, quienes hicieron este cambio en la tarifa eran empresas que estaban dadas de alta con una tarifa común y no la que corresponde a su actividad.
Sin embargo, la empresa productiva del Estado admitió que no existe registro de sanciones, procesos legales ni seguimiento a reincidencias, lo que abre la puerta a que grandes consumidores de electricidad sigan incurriendo en estas prácticas sin consecuencias.
El documento señala el argumento de que CFE aclaró que no le corresponde iniciar procesos legales contra los usuarios involucrados en estas prácticas, ya que su relación con los clientes se da bajo contratos de adhesión de carácter comercial y la información detallada de los clientes se clasificó como confidencial al tratarse de datos personales.
La Subdirección de Distribución precisó que su función se limita a identificar los usos indebidos de energía, pero no a emprender acciones legales. El Comité de Transparencia de la CFE confirmó la clasificación parcial de la información en su sesión ordinaria del 24 de junio de 2025.
El fenómeno de los “diablitos” representa un desafío persistente para la empresa, pues afecta tanto a la recaudación como a la estabilidad de la red eléctrica. Aunque las cifras oficiales muestran el alcance de las detecciones en el sector industrial y comercial, el seguimiento judicial de estos casos continúa siendo un vacío en la estrategia institucional contra el robo de electricidad.
Robo de luz genera quebranto económico y riesgos
La mayor cantidad de dinero que entra a la CFE es por el pago de las industrias, y las empresas que han sido detectadas con “diablitos” son algunas que consumen un gran volumen de energía, y debe haber sanciones porque están quitando la electricidad que necesitan en otros lugares que, si están pagando, considera Ramsés Pech, asesor de Energía y Economía.
“Lo importantes es ver qué sanciones impondrá la Comisión Federal de Electricidad y hoy, como hay cambios constitucionales con nuevas políticas en el mercado eléctrico, yo creo que aquí lo más importante es determinar cuántas de estas industrias y comercios están incurriendo en el robo de energía y que sean sancionadas”, precisa.
Los dispositivos que se instalan para robar energía representan costos altos para la empresa, debido a que generan un mayor mantenimiento en las líneas de distribución: “Esto conlleva un mayor gasto adicional que la CFE, con el presupuesto que tiene, no se va a dar abasto”.
Pech detalla que se tendría que cuantificar la energía que pierde la CFE para poder equipararla con las pérdidas por el huachicoleo o robo de combustible que enfrenta Pemex, debido a que los costos de transmisión y distribución son los más altos y se reflejan en los recibos domésticos. Es decir, cada vez que alguien pone un “diablito”, los que sí pagan el servicio están pagando también la distribución a quienes se lo roban.
Alguien que se conecta ilegalmente causa una gran demanda, expone Ramsés Pech, puede hacer un cortocircuito: “la red se tiene que abrir, cae la cuchilla o simplemente el transformador no aguanta por la cantidad de gente que está conectada en esa línea. Un transformador que se echa a perder, lleva un tiempo para ser cambiado y resulta que fue por un problema de robo de electricidad”.
Gobierno debe imponer sanciones severas
El problema tiene que ser solventado con penas ya no económicas sino de cárcel porque el problema afecta a mucha gente, debido a que un alto porcentaje de actividades cotidianas y trabajos requieren de la electricidad.
El especialista explica que no ha habido precedentes de sanciones severas a industrias ni a particulares, por lo que es tiempo de que la CFE combata de manera firme la problemática para eliminar los “diablitos”.
“Es necesario que haya sanciones que sienten un precedente. Ya lo tenemos en el robo de combustible a nivel constitucional, las penas de cárcel. Las sanciones por el robo de combustible tienen que ser cuidadosamente establecidas, porque si se daña un cable de distribución, una cuchilla o un transformador, quien paga eso y absorbe ese costo es la CFE”.
Es un problema de seguridad nacional
Actualmente la CFE, en cuanto a la generación de electricidad, no tiene ningún problema, pero el gran reto está en la transmisión y distribución, sobre todo por los recursos que se necesitan para poder tener una red confiable y evitar los robos.
Así lo considera Pech, asesor de Energía y Economía, y opina que se trata de un problema de estrategia y de seguridad nacional, porque el robo de la electricidad es un gran problema por los costos que genera.
“El problema es muy complicado, porque la CFE llega y quita el diablito y no pasan ni 15 minutos cuando ya lo volvieron a conectar. Aquí tendría que haber sanciones a nivel administrativo y constitucional, que ya las hay porque existen ciertas multas, pero debe de convertirse en un tema penal y desde un punto de vista estratégico para el país”, explica.
Esta problemática se tiene identificada en varios lugares de la República. Los “diablitos” son de uso muy común, por ejemplo, en los puestos ambulantes o en los mercados, por lo que en el ámbito local es en donde se puede detectar con mayor facilidad a quienes incurren en este delito.
“Lo más importante que se debe tener en cuenta es que los municipios revisen junto con la Comisión Federal de Electricidad, cuando otorguen permisos para la construcción, que las líneas de distribución pueden aguantar hacia el futuro la demanda adicional que se va a tener.
“Así se podría evitar el robo de la electricidad por medio de los ‘diablitos’, porque se involucraría al municipio que tiene la policía y podría estar revisando, junto con la CFE en dónde hay robo de energía”, opina Pech.
El problema se agravaría en el futuro
El especialista alerta que puede haber problemas en el futuro por la cantidad de demanda de electricidad que se está teniendo, debido a la cantidad de gente que se conecta de manera ilegal, pues esto daña los cables de distribución y la energía llega con problemas de tensión y daña los aparatos eléctricos que se tengan dentro de los hogares.
“El principal problema de los ‘diablitos’ que se utilizan en el sistema de distribución es que afecta a los hogares por la alteración de una corriente no continua que se necesita para los aparatos.
“Y se debe entender que se tiene que invertir una mayor cantidad de dinero en las líneas de distribución, porque al haber una mayor demanda de los que sí están pagando, incorporar un mayor número de ‘diablitos’ es un gran problema”, explica.
Actualmente, las consecuencias por cometer robo de energía eléctrica van desde la multa económica, que puede alcanzar hasta mil días de salario mínimo, lo que equivale a aproximadamente 278 mil 800 pesos con el salario mínimo actual de 278.80 pesos diarios; hasta las penas de cárcel, que van de tres a 10 años de prisión.
Además de los riesgos a la integridad física de las personas, el robo de energía está tipificado como un delito en el Código Penal Federal que, en su artículo 254, establece que cualquier individuo que dañe, retire o altere las instalaciones de los servicios públicos puede recibir una condena de tres hasta diez años de prisión, así como una multa que va de 200 a mil días de salario.
Pese a robo de energía, CFE logra récord de ingresos
Aunque el robo de energía representa un quebranto para las finanzas de la Comisión Federal de Electricidad e, incluso, ha sido comparado con las pérdidas que ocasiona el huachicoleo a Pemex, los ingresos de la empresa de electricidad registraron una cifra récord en el segundo trimestre de este 2025.
La CFE presentó sus estados financieros al periodo mencionado, en los que se registran ingresos totales de 339 mil 735 millones de pesos (mdp), un incremento de 5.6 por ciento respecto al mismo periodo de 2024. El nivel de ingresos totales alcanzado constituye una cifra récord para la empresa.
En el informe, presentado a finales de julio, la fuente primaria de ganancias de la CFE fue la venta de energía, que participó con 71.9 por ciento en el total de sus ingresos (un incremento anual de 1.6 por ciento). Destaca la dinámica de los sectores doméstico y comercial, que crecieron en 8.3 por ciento y 4.8 por ciento, respectivamente.
Dicha variación se debe al aumento en los precios internacionales utilizados para la facturación del suministro de gas natural, principalmente, a las plantas de ciclo combinado de empresas privadas. También se continúan registrando ingresos por el transporte de energía eléctrica a través de las líneas de transmisión y distribución.
Aunque la empresa no ha dado a conocer datos recientes sobre las pérdidas ocasionadas por el robo de energía a través de “diablitos” o algún otro dispositivo, destaca la utilidad de operación que alcanzó 62 mil 661 millones de pesos, como resultado del crecimiento de los ingresos, incluyendo el sector comercial, doméstico y ventas de energéticos, lo que mitiga el aumento en los precios internacionales de los combustibles y energéticos.
Aumentaron costos de operación
CFE también dio a conocer que, al segundo trimestre de 2025, el total de costos y gastos de operación se ubicó en 277 mil 74 millones de pesos, lo que representa un incremento de 11.9 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
A pesar de las cifras reveladas, no se profundiza en los rubros específicos de los gastos de operación, en donde entrarían los efectuados por el mantenimiento y reparaciones a causa de la detección de “diablitos” en diferentes regiones del país.
Encuentre la nota en: https://www.reporteindigo.com/nacional/CFE-detecta-diablitos-tambien-en-industrias-20250820-0112.html