Setenta y siete años han trascurrido desde aquel 18 de marzo de 1938 cuando el ex presidente Lázaro Cárdenas del Río decretara la Expropiación Petrolera en México, la cual consistió en la apropiación legal del petróleo que explotaban 17 compañías extranjeras para convertirse en propiedad de los mexicanos.
Desde ese entonces el sector energético nacional no ha dejado de transformarse, sobre todo en la época actual en la cual se buscó modificar la ley, pero esta vez no para seguir las ideologías cardenistas, sino para abrir el mercado de los hidrocarburos nuevamente hacia la iniciativa privada.
El gobierno de la República asegura que la reforma ya comienza a tener efectos positivos en la nación, a la cual ha llamado como el cambio económico más importante en los últimos 50 años y por la que México podrá extraer petróleo de aguas profundas e incrementar la disponibilidad de gas, productos refinados y petroquímicos.
La llegada de la Reforma Energética de 2013 cambiaría las reglas de la industria energética, lo que provocó un gran interés por parte de diversos países al ver una oportunidad única en México y su «oro negro». Sin embargo, la caída en los precios del petróleo ha cambiado el «Mexico´s Moment», ya que a pesar de seguir el interés por invertir en dicho sector, hay una mayor cautela por parte de los involucrados.
Ante dicha situación, Petróleos Mexicanos anunció un recorte en su presupuesto de 62 mil millones de pesos, que prevé medidas en productividad, eficiencia y manejo de personal, las cuales impactarán directamente el gasto en servicios, proyectos de inversión, producción, entre otros.
Por su parte Pemex Exploración y Producción reducirá en 4.66% su meta de producción para este año, debido a que el recorte en su gasto no le permitirá realizar las inversiones que requiere, aunque pemex espera establecer alianzas con diversas empresas que le permitan mantener su meta original estimada en 2.400 millones de barriles diarios de petróleo determinada en su presupuesto anual.
Entre estas iniciativas se contempla el financiamiento de pozos, la realización de obras de infraestructura y el desarrollo de trabajos específicos que puedan llevarse a cabo mediante la participación de otras empresas.
Aunque el ajuste presupuestal anunciado para mantener la meta anual de balance financiero podría tener impactos en la producción, pemex reitera que dicho programa de ajuste busca minimizar el efecto en la producción de petróleo crudo y gas, así como el impacto en la restitución de reservas.
Los analistas esperan que para 2016 el precio del petróleo se mantenga entre 50 y 54 dólares por barril para poder plantear el presupuesto de egresos del próximo año, con el objeto de que las finanzas públicas del país no se vean afectadas por la falta de ingresos petroleros.
Por otro lado se pronostica un crecimiento económico importante y la generación de varios empleos en los próximos años en los estados petroleros del país, tales como Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Campeche ante la llegada de la Reforma Energética, la entrada de empresas extranjeras y el trabajo continuo de pemex en esas regiones.
Cabe recordar que la primera de las cinco convocatorias de la Ronda 1 comprende 14 bloques para la exploración en aguas someras, frente a las costas de Campeche, Tabasco y Veracruz.