Reforma energética abrirá paso para impulsar fenómeno de transferencia tecnológica entre compañías
México es un país que tiene un fuerte rezago tecnológico. Esto significa que al menos una cantidad importante de empresas nacionales se apoya del conocimiento y la tecnología de origen extranjero.
Con la Reforma Energética, el país sin duda requerirá de más herramientas innovadoras para cumplir con las nuevas necesidades que exigirá el sector, por lo que las compañías extranjeras podrían convertirse en los brazos tecnológicos de México al menos por un periodo. Es decir, se impulsaría el fenómeno de transferencia tecnológica, expuso Oliver Galindo Ávila, socio del despacho Regalado y Galindo Abogados.
“La transferencia de tecnología se da cuando dos empresas se unen y una de ellas recibe conocimiento técnico por parte de la otra, la manera como reciben estos beneficios puede ser mediante un acuerdo de licencia o un contrato con el cual se posee información confidencial; o bien a través de capacitación, en donde la empresa que es más avanzada tecnológicamente capacita a los trabajadores de la otra y los devuelve a sus lugares de trabajo con habilidades nuevas después de un tiempo”, comentó.
En plática con PetroQuiMex, Galindo Ávila refirió que los equipos de las refinerías mexicanas son muy primitivos en comparación con los que se tienen en otras partes del mundo, como Estados Unidos. También comentó que ante el agotamiento de yacimientos de petróleo en México como Cantarell, el cual anteriormente tenía un acceso relativamente sencillo y el interés por ejecutar otras actividades como la extracción de gas shale, la adquisición y el empleo de tecnologías se hizo más urgente. Sí las compañías líderes en tecnología suministraran de ingeniería, licencias, capacitación e inspección a empresas mexicanas, éstas últimas no solamente gozarían de un beneficio a corto plazo, sino que tendrían uno trascendente y duradero.
“Con la transferencia de tecnología de inmediato se ahorra una importante cantidad de dinero dentro de una fábrica, mejora el margen de utilidad, pero no es nada comparado con el beneficio que se tendrá en el largo plazo, porque después de haber realizado este proceso, los trabajadores tendrán más currículum, habrá mayor infraestructura y se adquirirán certificados, por lo que el negocio podrá crecer. Después de tres contratos puede ser que la empresa mexicana ya no requerirá pagar regalías ni ingeniería extranjera pues adquirirá mayor experiencia y personal capacitado, es decir impulso para trabajar por sí sola”, agregó.
Sin embargo, Galindo Ávila resaltó que existen aún retos por vencer para que el fenómeno de transferencia tecnológica se lleve con mayor éxito, ya que por parte de las empresas más pequeñas aún hay negatividad para llevar a cabo este proceso, mientras que en las firmas desarrolladas existe miedo en el sentido de compartir su tecnología y revelar sus secretos en materia de innovación.
“Así como México tiene una perspectiva como país en vías de desarrollo que quiere adquirir tecnología para tratar de subir de escalón, los países más desarrollados y sus empresas reconocen que la transferencia tecnológica puede ser un factor peligroso porque están generando competidores directos, lo cual provoca que el mundo sea más renuente en relación con transferir conocimiento”, subrayó.
Aunque señaló que en el sector energético se da un elemento crucial que las empresas mexicanas podrían aprovechar muy bien, su experiencia de trabajar en territorio nacional, pues cuando una compañía extranjera trata de entrar directamente a la industria petrolera, normalmente se enfrenta a muchos problemas que no conoce por su inexperiencia.
En ocasiones las firmas extranjeras desconocen cómo están diseñadas las refinerías o no conocen el trato hacia los trabajadores mexicanos; las normas nacionales; cómo conseguir materiales, materias prima o maquinaria; los tiempos en los que tardan en traer el equipo del extranjero, lo que ocasiona importantes pérdidas económicas para la compañía, por eso la mejor opción para ellos es buscarse un socio nacional que conozca el sector a detalle.Las empresas extranjeras están más dispuestas a transferir tecnología que los corporativos mexicanos de acercarse a ellas para llegar a un acuerdo, enfatizó.
Acuerdos legales
De acuerdo con el abogado Oliver Galindo, el fragmento central del contrato que firmarán los involucrados que realizarán un procedimiento de transferencia tecnológica tiene que ver con el aspecto de la confidencialidad; los interesados tienen que determinar qué información es la que tendrá esta etiqueta, qué obligaciones contemplará, a quién se le podrá revelar estos datos y en qué casos, qué tratamiento deben darle internamente, una vez que termine el acuerdo, qué sucederá con esos documentos, etcétera.
Asimismo detalló que el contratista nacional tiene que verificar qué tipo de derechos tiene la empresa extranjera sobre el conocimiento que le va a transferir, particularmente tiene que saber si éste es objeto de una patente, si ésta es propiedad de la empresa que se está contratando o no, y si está vigente, esto sirve para conocer el monto de las regalías que va a tener que pagar la empresa mexicana, y finalmente también se deben establecer con claridad los efectos fiscales que tendrá la operación.
También es significativo que ambas partes lleguen a un acuerdo satisfactorio en relación con el método para su disputa, porque en materia energética es muy frecuente que las entidades privadas que se asocian firmen un acuerdo que contiene una cláusula arbitral, entonces este arbitraje (procedimiento de índole privado) sustituye la labor de los juzgados, en caso de haber una controversia, subrayó.
“El árbitro se seleccionará de un grupo de expertos con conocimientos en el sector y estará dedicado única y exclusivamente a estos casos, tendrá mayor flexibilidad para escuchar a los involucrados, las audiencias se podrán hacer en EU, en México o en algún lugar neutral como París, que es un espacio común para los arbitrajes. Es una buena solución para que las partes se mantengan satisfechas y las disputas se resuelvan de una manera más rápida, eficiente y confidencial”. El socio del despacho Regalado y Galindo Abogados explicó que anteriormente en México cuando Pemex tenía contratos con empresas privadas no se contaba con dicha opción, por lo que los contratistas tenían que acudir a los juzgados locales, solamente en algunos casos accedía y se pactaban arbitrajes.
“Las alianzas entre empresas mexicanas y extranjeras son cada vez más frecuentes, el verdadero obstáculo de por medio no es un inconveniente legal sino uno de mentalidad, es necesario que las empresas mexicanas se den cuenta de todo el potencial que pueden explotar al adquirir contratos en donde haya transferencia de tecnología”, puntualizó. Finalmente, expuso que si bien el fruto de esas alianzas se verá en los próximos dos años con mayor auge cuando los primeros contratos de la reforma energética se celebren, actualmente ya existen alianzas que están tomando mucha fuerza.