La mayoría de las quemaduras graves de los trabajadores de la industria es causada por la ropa de ignición, no por el peligro original
Es muy importante invertir en vestimenta especial para el personal que está en constante riesgo en las diferentes actividades del sector energético y otras industrias en donde se manejan sustancias o gases peligrosos. Destinar recursos en la implementación de un programa de resistencia a la flama (FR) es indispensable porque protege a los trabajadores de quemaduras que pueden poner en peligro su vida, señaló Mark Saner, gerente técnico FR de Workrite, Dickies y Walls, miembro de la ASTM (American Society for Testing and Materials) y de la NFPA (National Fire Protection Association de los Estados Unidos) en el marco de Expo Seguridad 2015. Explicó que las quemaduras más graves en un entorno industrial no son causadas generalmente por el fuego real o la explosión en sí misma, sino por la ropa de trabajo regular, elaborada con materiales no resistentes al fuego como el algodón, nylon o poliéster.
“El mayor beneficio de FR es que esta ropa de trabajo se auto-extingue, reduciendo drásticamente la gravedad de las lesiones por quemaduras, proporcionando el tiempo para escapar y aumentando las posibilidades de supervivencia. Esta ropa es típicamente más duradera que la ropa de trabajo estándar, por lo que debe cambiarse con menor periodicidad, pero sobre todo es una inversión para la protección del recurso más importante de una empresa, los trabajadores”, agregó.
Saner detalló que existen dos factores principales por los cuales se pudiera originar una quemadura durante la jornada de trabajo, es decir, por fuego súbito o por arco eléctrico.
El fuego repentino puede ocurrir en un entorno donde el combustible y el aire se mezclen en concentraciones adecuadas para arder, el fuego súbito tiene un flujo térmico de aproximadamente 84 kW/m2 por períodos relativamente breves, usualmente, menos de 3 segundos.
Mientras que el arco eléctrico es la resultante de un cortocircuito eléctrico transportado por el aire, la temperatura de un arco eléctrico está determinada sobre todo por el poder megavatios, siendo consumida por el arco.
“El fuego súbito es una explosión de llamas de corta duración cuando los gases, vapores o polvos se liberan en el aire y se encienden. El arco eléctrico es una descarga peligrosa de energía al trabajar cerca de conductores eléctricos energizados o equipo”, aclaró. Estos incidentes con frecuencia pueden darse en distintas industrias como la química, petrolera, gas, minería, electricidad, metalmecánica, automotriz y manufactura en general.
Normatividad
Es primordial que la ropa de protección esté etiquetada y cumpla con las normas específicas que aseguran su resistencia y funcionalidad.
El representante de Dickies sostuvo que una forma de saber que el equipo de protección es inadecuado es que no tiene calificación de arco, otra es la falta de marcas requeridas en la etiqueta, ya que toda la ropa de protección y otros equipos de protección (PPE) para arco eléctrico deben contar con una etiqueta que indique la clasificación de arco y que cumple con la norma ASTM F1506 y NFPA 70E.
La ropa para arco eléctrico y el PPE sin clasificación representa una amenaza para quien la utilice y no se debe trabajar cerca de cualquier sistema de energía eléctrica o dispositivo que pueda ser energizado sin la ropa adecuada. El tipo y peso de la tela de las prendas de vestir puede afectar el calor que se transfiere al cuerpo. La norma NFPA 70E recomienda el uso de prendas de vestir anti-derretimiento para las capas inferiores (algodón, lana o seda) o capas inferiores de arco con clasificación de arco para protección adicional.
En este sentido, Mark expuso que hay dos organizaciones clave encargadas de realizar esta normatividad que son: la ASTM (American Society for Testing and Materials y la NFPA (National Fire Protection Association de los Estados Unidos). Señaló que para el fuego súbito se utiliza la norma NFPA2112, la cual es una medida industrial sobre prendas resistentes al fuego para la protección del personal industrial contra los incendios repentinos. La NFPA 2112 ofrece los criterios de desempeño mínimos y establece directrices claras para realizar las pruebas en maniquíes instrumentados para mediciones térmicas.
“Una prueba básica que se realiza para comprobar la resistencia de las prendas consiste en poner el textil en una flama durante cierto tiempo y medir cuánto se daña esa pieza, puede haber 100 milímetros de textil quemado, pero si hay más de 100 no cumple la norma”, reconoció el representante. Asimismo existe otra, la prueba de la quema de maniquí por fuego súbito para conocer cuál es el calor de la flama y el tiempo de exposición, ya que la norma exige que la prueba de incendio repentino se realice durante tres segundos con una tasa de aprobación/reprobación del 50% de quemadura corporal total.
Por otra parte, existe el procedimiento del termoencogimiento, el cual consiste en poner la ropa en un horno durante 10 minutos a una alta temperatura para notar el encogimiento térmico que hay en el textil, si se encendía, derrite o hay un escurrimiento.
En el caso de la ropa con la norma ASTM F1506 se mide la transmisión de calor a través de la tela como la energía liberada por el arco eléctrico. Los datos se evalúan en comparación con la curva de Stoll (o la curva de quemadura de segundo grado) a través de técnicas de regresión logística para determinar la probabilidad de lesiones por quemadura.
Factores para la selección de ropa de trabajo FR
Existen 3 elementos que hay que tomar en cuenta para la selección adecuada de ropa de trabajo resistente a la flama:
Consideraciones de protección: Nivel de protección adecuado, durabilidad de resistencia a la flama, experiencia del fabricante en FR.
Consideraciones de confort: Sensación de la tela, suavidad, tersura, elasticidad, absorción de humedad, corte y talla.
Consideraciones de valor: Duración de la tela, construcción de la prenda, apariencia después del lavado.
Como conclusión Mark Saner comentó que las prendas de vestir resistentes al fuego (FR) son cuidadosamente elaboradas con materiales de primera calidad que cumplen y exceden las normas de seguridad. Además están diseñadas para el máximo confort, durabilidad y protección contra condiciones peligrosas. Asimismo estos productos son tan durables que su tiempo de recompra es más largo, lo que representa ahorros significativos para las empresas.