La poca actividad en la industria petrolera provocó la pérdida de 25 mil empleos en la entidad
Las Rondas 1 y 2 en materia de hidrocarburos serán una pieza clave para que, a partir de este año, se impulse la reactivación de la economía del estado de Tabasco, debido a que diversos campos contemplados en estas licitaciones se ubican en dicha entidad, lo cual atraerá a nuevas empresas e impulsará la actividad petrolera en la región.
El 61 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Tabasco depende de la industria extractiva de petróleo y gas, por ello, es importante que este sector retome su actividad, luego de mantenerse paralizado por dos años consecutivos tras la aprobación de la reforma energética y la baja actividad de Pemex en la zona, lo cual provocó la pérdida de 25 mil empleos, explicó Herminio Silván Lanestosa, Subsecretario de Desarrollo Industrial y Comercio de Tabasco.
Mientras, el crecimiento económico en la entidad del año pasado registró una tendencia a la baja del PIB del 0.5 por ciento en promedio, ahora se espera que cambié este año, si no crece arriba del uno por ciento, al menos se prevé que se detenga este decrecimiento.
“Tan sólo de los contratos que se licitaron en la Ronda 1, nueve son de bloques localizados en Tabasco, cinco corresponden a campos terrestres (R-1.3), tres campos ubicados en aguas someras (uno en R-1.1 y dos en R-1.2) y uno en aguas profundas (R-1.4). Cabe mencionar que las empresas dedicadas a la explotación terrestre serán las primeras que arranquen labores, ya que se tratan de bloques en donde antes ya se tenía cierta actividad y contemplan una menor inversión, la cual se estima que será de 50 millones de dólares (mdd) en promedio por cada campo”, expresó el Subsecretario en entrevista con PetroQuiMex.
En tanto, el proyecto en aguas profundas que se desarrollará en Tabasco contempla una inversión un poco más de 4 mil 200 mdd para su desarrollo, el cual será un campo que por cuestiones técnicas, tendrá un tiempo de vida de explotación de 20 a 25 años. Mientras que para los otros tres campos asignados en aguas someras se oscila una inyección de capital de 250 mdd, “estas inversiones serán muy importantes para el estado, ahora nuestra obligación es buscar a las empresas ganadoras para ofrecerles los servicios adecuados y la seguridad que requieren para que operen sin ningún problema”, añadió.
Además de los 15 campos petroleros de la zona del Golfo de México que se contemplan en la R-2.1, siete están ubicados dentro de territorio tabasqueño y hay otros 12 campos que se licitarán en la R-2.2, algunos se encuentran frente a las costas del Golfo de México y en las Cuenca del Sureste, que involucran a los estados de Tabasco y Chiapas.
Silván Lanestosa comentó que debido a que se espera una gran ola de inversiones en la entidad, hay una estrategia completa por parte del gobierno local en colaboración con el sector privado en materia de infraestructura y en temas de desarrollo tecnológico, para que las empresas de la entidad puedan crecer, certificarse y estar al día para atender las necesidades de la industria petrolera.
“Por otra parte, contamos con buena infraestructura, tenemos dos puertos: el primero es el de Dos Bocas, que está enfocado a atender la logística petrolera de la zona; el segundo es el de Frontera, sobre el cual, el gobierno tabasqueño tiene un importante proyecto para desarrollar un área portuaria que también pueda atender a esta industria, además, está ubicado estratégicamente al encontrarse muy cerca de los campos en aguas someras (en la desembocadura del Río Grijalva), por ello resulta importante su desarrollo, para que una vez que estas empresas empiecen a operar, cuenten con la infraestructura suficiente para que trabajen eficientemente, con costos operacionales mucho más competitivos“, señaló.
El representante local expuso, que los dos principales retos que tendrán que vencer las empresas proveedoras locales son la certificación y la especialización.
Al abrirse el mercado, será necesario trabajar en certificar los trabajos realizados por los proveedores locales, incluso la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXI) comenta que la certificación tendrá que ir enfocada a planes anticorrupción, protección ambiental e industrial, las cuales tendrán que estar basados en regulaciones tanto europeas como americanas.
Por otra parte, refirió que las empresas locales tienen que enfocarse a atender a una sola rama del sector, en la cual ellas estén especializadas con el fin de crear cadenas de valor y trabajar en conjunto con otras compañías que ofrezcan otra variedad de productos y servicios, incluso sería ideal formar consorcios para que se brinden servicios más integrales.
“Desde el principio, sabíamos que los retos más importantes que teníamos eran principalmente dos: la infraestructura por parte de gobierno y la certificación por parte de la proveeduría, la cual estuvo por muchos años enfocada a atender las necesidades de una sola empresa”, agregó.
En tanto, el presidente de la Comisión de Energía de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Luis Zúñiga Lozano, destacó que existe un gran interés por parte de las empresas tabasqueñas para atender a las nuevas empresas que lleguen a la entidad, por lo que es necesario que éstas trabajen en conjunto para que se complementen y puedan ofréceles a las grandes petroleras mejores herramientas tecnológicas y personal calificado.
Explicó que el gran reto es que las firmas deberán buscar financiamiento para fortalecer su portafolio de productos y servicios, con el fin de tener talento humano preparado y equipo de la más alta tecnología, así como certificación con estándares internacionales.
“En Coparmex estamos trabajando para preparar a las empresas tabasqueñas, estamos de acuerdo que toda la cadena de valor se beneficie con la llegada de nuevas petroleras al estado, sin embargo, creemos que los tabasqueños deben quedarse con una parte importante de los proyectos de proveeduría que surjan tras el arranque de los trabajos en los diferentes bloques petroleros ubicados en la zona”, dijo.
Actualmente Coparmex cuenta con 198 empresas registradas en la Comisión de Energía del organismo patronal y esperan que este número vaya en aumento en los próximos años.
Seguridad garantizada
Con relación al tema de seguridad, Herminio Silván comentó que, efectivamente, algunas empresas como Statoil y la empresa italiana ENI International, que ya está operando en el estado, han externado su preocupación al respecto, ante lo cual, el gobierno les ha garantizado que podrán laborar sin ningún problema en la región.
Destacó que actualmente existen siete parques industriales donde las empresas pueden operar sin ningún problema, con todas las medidas de seguridad posibles. Además, se está trabajando con la autoridad federal para la creación de una Zona Económica Especial (ZEE) dentro del estado, lo cual traerá más incentivos a las empresas petroleras, y a toda su cadena de valor, eso permitirá inhibir la inseguridad y dar certidumbre tanto a las empresas nacionales como extranjeras.
Con respecto a esto, “existe el compromiso para que antes del cierre de 2017, se emita un decreto federal mediante el cual se avale la formación de esta ZEE para impulsar la actividad petrolera en la región sureste, es decir, de los estados de Tabasco (Puerto de Dos Bocas) y Campeche (Puerto Ceiba) principalmente.
Noticias alentadoras
La empresa italiana ENI International anunció recientemente que las expectativas que se tenían en cuanto al tema exploratorio de los campos Amoca-Miztón-Tecoalli, han sido rebasadas, por ello, a finales de año, en noviembre, lanzará un programa de inversión de 25 años, eso significará mayor desarrollo económico en la región.
El potencial de Tabasco es enorme, ya que cuenta con 104 campos terrestres, una reserva remanente de dos mil 669 millones de barriles de petróleo crudo y 37 campos de aguas someras en sus costas con dos mil 893 millones de barriles de reservas para exploración y extracción.
El puerto de Dos Bocas sobresale por su dinamismo petrolero. Anualmente recibe un promedio de seis mil embarcaciones de diversos tipos, con un movimiento de más de ocho millones de toneladas de carga.