Hace cuatro meses, la Secretaría de Energía (Sener) argumentó, muy extensamente, que lograr que 35% de la generación de electricidad en México en el 2024 fuera limpia era prácticamente imposible. Quizás no tenía ni idea de lo que hacía, como sus nuevas promesas sugieren. Pero en aquel entonces sonaba muy segura de los fundamentos de su pesimismo.
La página 139 del Prodesen 2022-2036, el documento vigente de planeación del sector eléctrico que fue publicado apenas en mayo, es una auténtica apología del incumplimiento. “Se observa que, para alcanzar las metas a 2024, la viabilidad económica y técnica para una integración de gran magnitud que permitan la integración de generación renovable/limpia para ese año no es factible como se observó por parte de la Sener en el 2017 y el 2018.” El corazón de la justificación, por supuesto, partía de una crítica a las autoridades del pasado y sus supuestos.
Ojalá fueran solo palabras. Pero así se fundamentaron acciones directas en contra de las energías limpias. En la misma página 139, la Sener presumió que rechazó peticiones del operador independiente del sistema argumentando que “la penetración de Energías Limpias asumida es muy superior a lo observado en años recientes, y la incertidumbre implicaría que la inversión no contribuya a minimizar los costos del [sistema eléctrico nacional] y que se debe armonizar con la expansión de la infraestructura de gas natural en las zonas.”
Olvídenlo. La buena noticia es que Sener ya se retractó. Por alguna razón aun no revelada, los obstáculos de las energías limpias que las autoridades llegaron a percibir como sistémicos simplemente desaparecieron la semana pasada. De un plumazo, sin avisar ni explicar, la Sener decidió borrar el contenido original de la página 139. Y, así de fácil, ahora ya es oficial que México va a cumplir. “De acuerdo con las estimaciones internas de la Sener con los datos proporcionados por la CFE y el Cenace, en 2024 México alcanzará la meta de generación de electricidad con energías limpias del 35% en el año 2024, con lo que se dará cumplimiento a la meta al respecto establecida en la Ley de Transición Energética, así como a los compromisos internacionales de México… establecidos en el Acuerdo de París.”
Cuando se aterriza en números, desafortunadamente, queda claro que la promesa del Prodesen adulterado es demasiado buena para ser verdad. Hace cuatro meses, el Prodesen original estimó que, para cumplir con la meta del 35% para el 2024, se necesitaban 127,000 gigawatts-hora de generación limpia. En 2021, como punto de partida, México generó poco menos de 97,000 gigawatts-hora limpios. Para lograr suplir el faltante con renovables con renovables, se necesitaría inaugurar unos 11 parques solares del tamaño del que CFE prometió en Puerto Peñasco, Sonora, en apenas dos años. Muchos dudan que siquiera ese vaya a estar listo en el 24. ¿De dónde se supone que van a sacar 10 más con todos los motores de inversión privada apagados?
Y, así, a apenas unos días de su misteriosa desaparición, ya se extraña el Prodesen original de este año. Estaba plagado de fallas e ideología. Se oponía al cumplimiento de la ley mexicana y los tratados internacionales que México firmó. Pero, en contraste con la nueva versión adulterada, parecía reflejar de manera realista la posición real de este gobierno mexicano. ¿No es un poco sospechoso que, justo a punto de incumplir, Sener haya introducido otros datos?