El presidente afirma que el aumento en la producción de combustibles ha sido parte del rescate de la petrolera, pero esta decisión ha traído grandes pérdidas y las prospectivas no resultan realistas.
El rescate de la empresa estatal Pemex ha sido uno de los ejes centrales del discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador. Durante su conferencia matutina del viernes pasado, el mandatario calificó esto último como “una hazaña que se logró” e insistió en que la autosuficiencia en combustibles está a la vuelta de la esquina. Y que, si no fuera por las acciones emprendidas en su gobierno, la producción de crudo podría haber llegado durante 2024 a los 317,000 barriles diarios.
Pero los propios datos de la petrolera plantean un escenario distinto: el aumento en el procesamiento de refinación ha traído grandes pérdidas a la petrolera y Deer Park, en Texas, genera más utilidades que todo el sistema nacional de refinación.
Como ejemplo, durante 2022 la refinería de Texas dejó utilidades a Pemex por 19,231 millones de pesos, mientras que el resto de los complejos, agrupados en Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI), registró pérdidas por 175,000 millones de pesos.
En el primer trimestre de este año sucedió algo similar: Deer Park dio ganancias a Pemex por 3,790 millones de pesos y Pemex TRI pérdidas por 31,880 millones de pesos.
Los analistas han insistido en que el estado de las refinerías hace poco rentable su operación. Durante el sexenio pasado se tomó la decisión de reducir la cantidad de petrolíferos a producir para aminorar las pérdidas. Esta medida redujo la merma en la filial, pero en este sexenio esto se echó hacia atrás.
Las cifras oficiales de la petrolera muestran que desde 2019, Pemex TRI ha gastado más en la producción de petrolíferos que la cantidad que en el total que recibe por las ventas.
En el primer trimestre del año, como ejemplo, Pemex Transformación Industrial vendió alrededor de 251,000 millones de pesos y gastó en la producción de más de 277,000 millones de pesos. Ese mismo escenario se ha repetido desde 2019, el primer año del sexenio obradorista.
Así, Pemex ha aumentado la producción de gasolinas, diésel y turbosina, pero a un alto costo, que ha sido prácticamente quitar rentabilidad a la empresa y mermar las ganancias de Pemex Exploración y Producción, la filial más rentable de la petrolera.
El escenario de la autosuficiencia energética
Desde el inicio del sexenio, la administración presidencial aseguró que lograría suministrar al país la totalidad de combustibles que se demandan. En las últimas perspectivas, el director de la estatal, Octavio Romero Oropeza, ha dicho que hacía finales de 2024 sólo se importarán 55,000 barriles diarios y en 2025 sólo 20,000 barriles de combustibles.
Pero en las prospectivas, mostradas en la última presentación de Pemex, el gobierno federal ha incluido la producción total de la refinería Deer Park, a pesar de que menos del 20% de los combustibles que ahí se generan se importan al país, de acuerdo con fuentes de la compañía. El complejo, que era propiedad de Shell, tiene algunos acuerdos contractuales adquiridos antes de su compra por parte del Estado mexicano, con los que debe continuar.
Pemex también ha incluido en las perspectivas la puesta en marcha de la refinería Dos Bocas. Ya para septiembre de 2024 ha decidido contabilizar una producción de 340,000 barriles diarios de combustibles, pero hasta ahora el complejo no ha entrado en operación comercial y los analistas y consultoras dudan que la refinería de Tabasco logre ese nivel de producción durante los siguientes meses.
Encuentre la nota en: https://expansion.mx/empresas/2024/07/22/amlo-pemex-mejor-momento-datos-dicen-contrario