El gobierno federal presentó el Plan Nacional de Energía (PNE), estrategia que no sólo garantiza tarifas accesibles para la población a través del fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sino que permitirá una mayor inversión de la empresa estatal y la participación de empresas privadas en generación –incluidas fuentes limpias–, con reglas claras y encaminada hacia la transición energética.
En la conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo adelantó que las leyes secundarias de la reforma en esta materia se presentarán en 2025, con base en los principios de fortalecimiento de la planeación del sector eléctrico nacional; justicia energética; un sistema eléctrico robusto, confiable y seguro, así como reglas claras para elevar la inversión privada.
Luz Elena González Escobar, titular de la Secretaría de Energía (Sener), indico que el PNE parte del rescate hecho en la pasada administración, la cual invirtió casi 20 mil millones de dólares.
Hay espacio para la participación privada
Emilia Calleja Alor, directora general de la CFE, añadió que se contemplan inversiones para la empresa estatal que ascienden a 23 mil 400 millones de dólares, de los cuales 12 mil 300 millones de dólares serán para agregar 13 mil 24 megavatios en generación, 7 mil 500 millones de dólares para reforzar la infraestructura de transmisión y 3 mil 600 millones de dólares para distribución.
La funcionaria explicó que la CFE ha puesto en práctica un plan de confiabilidad para asegurar la operación confiable, segura y continua del sistema eléctrico nacional.
Apuntó que se contempla que para 2030 la demanda alcance 64 mil 979 megavatios, con una generación base de 32 por ciento de energías limpias y el resto térmica. No obstante, prevé tres escenarios en los que la producción de electricidad de fuentes renovables iría de 38 hasta 45 por ciento, así como una generación adicional de entre 21 mil 846 y 28 mil 947 megavatios. Con esto se prevé alcanzar el compromiso de México por reducir las emisiones contaminantes.
González Escobar resaltó que la reforma en materia da reversa a la política energética puesta en práctica por los gobiernos neoliberales, los cuales priorizaron el interés económico sobre el bienestar del pueblo.
Sobre la figura de autoabasto, de la cual abusaron empresas privadas para vender energía, explicó que la Sener proporcionará los mecanismos para transitar a las formas legales de participación. Los hogares que generen hasta 0.7 megavatios estarán exentos de tramitar un permiso.
Para atender las necesidades de los polos de desarrollo y los nuevos parques industriales, el gobierno federal fomentará el consumo propio de entre 0.5 a 20 megavatios.
Para el autoconsumo de empresas que requieran conectarse a la red, se pedirá el pago de una tarifa por el uso de la infraestructura de transmisión.
La actual administración, dijo, permitirá la entrega de energía y capacidad a la CFE por parte de productores a largo plazo; se permitirán productores mixtos, donde el estado pueda participar hasta con 54 por ciento de la inversión, y los generadores deberán cumplir los requisitos establecidos en el PNE.
Acotó que no se incrementarán las tarifas por encima de la inflación, continuarán los subsidios para los más vulnerables y “que las inversiones se realicen de manera correcta”.
Alejandro Alegría y Alma E. Muñoz
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