De mayo a diciembre de 2013, la Secretaría de Energía ubicó siete pipas y una estación de gas clandestina en la zona metropolitana. Las inspecciones se aplicaron también en Querétaro, Puebla, Jalisco y Estado de México, como parte de un programa integral de vigilancia de la legalidad y la seguridad técnica de las empresas gaseras, con la colaboración de empresarios del ramo
En los últimos meses, la Secretaría de Energía (SENER) ha puesto a disposición del Ministerio Público (MP) siete vehículos de transporte de gas LP y clausuró una estación de carburación que operaban de manera ilegal en la zona metropolitana de la Ciudad de México, como resultado de los operativos “especiales” que la dependencia realizó de mayo a diciembre del año pasado en diferentes puntos de la República.
Héctor de la Cruz, director general de Gas LP de la Sener, explicó que estos operativos están enmarcados en una estrategia integral de vigilancia de la legalidad y la seguridad técnica de las empresas gaseras, enfocado en el modelo de distribución, mediante acciones de supervisión, correctivas y de prevención. Dicho programa cuenta con la colaboración de los empresarios del ramo.
“A nosotros nos toca verificar, lo que involucra a plantas, que es, digamos donde se envasa el gas, tanto en cilindros, como en pipas; en estaciones de carburación, que son estas especies de gasolineras para vehículos que operan con gas LP, y quizá el mayor número de distribución es a través de pipas. El programa ya existía, pero lo hemos intensificado mucho desde la presente administración. Había dos operativos de pipas con anterioridad. Y ahorita, de mayo para acá, llevamos 14, en diferentes puntos de la Ciudad”.
Uno de los principales objetivos de programa es identificar empresas y vehículos que operan de forma irregular. Todas las empresas y todas las pipas que circulan deben de tener un registro ante la Secretaría.
De acuerdo con información de la SENER, al cierre de 2013 se realizaron 14 operativos en los estados de Puebla, Querétaro, Jalisco e inmediaciones del Estado de México, donde se revisaron 393 vehículos de transporte de gas LP, de los cuales se habían inmovilizado 74 y siete puestos a disposición del Ministerio Público.
Los operativos se realizan con el apoyo de la Policía Federal en puntos donde se registra un flujo importante de vehículos que transportan gas LP. El funcionario detalló que se hacen dos tipos de revisiones: Una es verificar mediante un lector óptico que esté registrado el vehículo, que por norma deben de tener un chip, con la información de la pipa, como el volumen que tiene, la marca, las placas, el nombre del permisionario. Si todo está en orden, el vehículo se libera.
En los operativos también se aplican visores técnicos que hacen una revisión de aspectos técnicos en el vehículo; es decir, como que las válvulas de seguridad tengan la vigencia necesaria. La vigencia va de 10 a 11 años. La válvula tiene grabada la fecha de fabricación. También los técnicos revisan el estado de las válvulas, las mangueras, que eventualmente no tengan fugas, pues se han encontrado algunos vehículos con válvulas que tienen algunas fugas.
Si se detecta alguna irregularidad administrativa, como falta de registro o alguna fuga en la válvula, el vehículo se remite de inmediato en algunas de las plantas cercanas de las gaseras registradas, aunque el vehículo no sea de la marca comercial de esa empresa. Para ello se suscribió un acuerdo entre la Sener y los distribuidores del gas LP establecidos.
“Los llevamos a una planta porque es un lugar seguro, donde saben el manejo del gas LP, donde eventualmente se puede hacer un trasiego del gas. Es decir, llega alguien, y entonces, en presencia del conductor, conectan la pipa y le quitan el gas, le entregan un vale por la cantidad de gas que le quitaron, se van y cuando se regularizan, nos piden su liberación de la unidad, porque hayan cubierto la multa correspondiente y se les devuelve el gas”.
De la Cruz expuso que las plantas normalmente cuentan con un espacio grande. Hay una norma que regula, incluso, las distancias que deben tener las plantas. “El procedimiento es que dentro de la planta se inmoviliza físicamente el vehículo, se ponen sellos de la Secretaría. Ellos tienen que venir, y les iniciamos el procedimiento, ellos pueden pagar la multa correspondiente, va personal de la Secretaría a retirar los sellos”.
El funcionario señala que es importante distinguir la irregularidad con la ilegalidad. La irregularidad puede ser, por ejemplo, que una gasera establecida no tenga su registro, “le llegó tarde el certificado, cualquier tipo de improviso, pero esa la sabemos, la tenemos en nuestro sistema de registro, y ahí es una irregularidad administrativa. Tenemos una empresa que un permisionario responde por ella”.
En los siete casos de las pipas que se presentaron ante el MP, refiere, que no se encontró registro de éstas, “eso quiere decir que no pertenecen a una empresa legalmente establecida, y ahí sí, están ilegales, los presentamos al MP, quien inicia las averiguaciones del origen del vehículo, primero, la propiedad y lo más importante, también da curso a la propiedad de la molécula, si es o no robado, de donde viene, etc.”.
El programa de inspecciones tiene aplicación nacional; sin embargo, dice el funcionario, la Sener no puede cubrir a todos los permisionarios del país, pero la supervisión se complementa mediante las Unidades de Verificación.
“Todos los permisionarios tienen la obligación de presentar reportes cada seis meses, presentados por Unidades de Verificación. Las Unidades de Verificación son terceros, profesionales, acreditados ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) y ante nosotros, y son personas físicas y morales, que tienen registradas esas capacidades técnicas para poder realizar dictámenes, de la veracidad y de la legalidad, que cumplan las plantas, las estaciones y los vehículos.
Hemos revisado todos los estados, sólo que en cuatro hemos hecho operativos especiales “sorpresa”, como se hacen los del alcoholímetro, con la proporción guardada. En un carril confinado, se detienen ahí las pipas, o sea se orillan, la PF nos ayuda a encausar ahí, y ahí hacemos las revisiones. Esos son los que estamos multiplicando más en esta parte del modelo. Pero las revisiones a las diferentes unidades se llevan a cabo dos veces al año, también por diferentes unidades de verificación, que son los que acreditan, dependiendo de la norma, acreditan una, o dos veces al año, y entonces, los dictámenes son los que complementan el modelo de supervisión a todas las unidades de gas LP, plantas, estaciones y vehículos”.
Entre las irregularidades más graves que se detectaron durante los operativos, están pipas con algunas fugas, “esas son las más peligrosas, y en esas sí procede, de inmediato, la inmovilización. Sacarles el gas. Afortunadamente no hemos encontrado muchos casos, pero sí algunos, en pipas, en unidades. Las irregularidades más comunes han sido la falta de registro de la Secretaría.
De la Cruz explica que el registro se hace cada vez que hay movimiento o afectación a los datos y se tienen que dar de alta. “Por ejemplo, los vehículos tienen una vida útil, entonces, muchas veces la bola sigue en buen estado, pero a lo mejor ya el chasis dio de sí por ir y venir, la suspensión, etc., entonces, muchas veces cambian la bola de un chasis a otro, y entonces tienen que hacer un registro”.
Un registro, una baja, para dar de baja tal unidad, tal número de bola, tal número de serie, tal capacidad, y ahora va a estar en tal. Hay permisionarios que por estrategia comercial también mueven sus unidades de un lado a otro, y entonces, eso también infiere algún cambio.
“Entonces, cualquier modificación que tengan que hacer ellos en su parque vehicular se tiene que registrar, porque precisamente eso nos ayuda a tener un control absoluto para saber si tal permisionario, con tal unidad lo hizo también, digamos si validaron el dictamen de la unidad de verificación que revisa esa unidad con número de serie con este vehículo”.
Detalla que ha habido casos de gente que tiene las unidades nuevas, y entre que quieren iniciar el trámite y ya las quieren poner a producir, pues las ponen a circular y de manera simultánea, a veces, posteriormente empiezan los registros. Hay casos que a lo mejor hicieron algún cambio y no terminaron de dar aviso. Como esta norma es relativamente nueva, también aquí había un cúmulo de trabajo que se estaba despachando y que ahorita ya afortunadamente hemos podido regularizar”.
El funcionario refiere que la propia industria formal es la que más ha demandado que se lleven a cabo estos operativos, lo que ha ayudado mucho a robustecer que el registro sea sólido, confiable y dinámico. “Y nosotros queremos trabajar mucho en fortalecer el sistema para que sean mucho más ágiles estos trámites”.
“Para nosotros es bien importante que reforcemos el mensaje al público y el fortalecimiento de la industria, que nosotros estamos buscando, que actúen conforme a normas, que estén perfectamente regulados, que pasen sus pruebas de verificación. Porque entendemos que el gas es, como todos los combustibles, peligroso o de cuidado y no puede haber margen de error. Debe de ser revisado por profesionales, debidamente capacitados, que cumplan con las normas que están diseñadas para que minimicemos todos los accidentes que se puedan dar.
El pasado 30 de octubre el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, anunció el fortalecimiento del Fideicomiso de Reposición de Activos para la Industria de Gas L.P. (FIRAGAS), creado en 2011 con la finalidad de reemplazar el parque de cilindros y vehículos obsoletos utilizados para la distribución de gas LP, que implica que a partir de noviembre pasado, se invertirán recursos en la renovación de tanques estacionarios, así como en el mantenimiento a vehículos y plantas de distribución.
Para ello, anunció el secretario, se incrementarán los recursos del Fideicomiso mediante un ajuste de dos centavos en el desliz mensual del precio del gas L.P., que pasará de 7 a 9 centavos por kilogramo.
Al respecto, De la Cruz informó que hasta diciembre se habían cambiado cerca de dos millones de cilindros. “También hemos metido un componente para que los propios distribuidores utilicen estos recursos para medidas de mantenimiento y seguridad, tanto de sus plantas como de sus vehículos, por eso es que ya no queremos, o más bien se está proveyendo la política pública de herramientas para que la industria tenga válvulas vigentes, tenga mangueras en buen estado. Las pipas estén con el mantenimiento adecuado porque eso es lo que lleva a su nivel final. Llega al cilindro, llega al tanque estacionario y llega la pipa a cargar”.
La meta de la dependencia es que se sustituya un millón de cilindros al año, cambiados de manera gratuita. “Es decir, no le debe de costar al consumidor, y como fue el primer mes, se van a empezar a cambiar los estacionarios y ahorita ya se tienen destinados cerca de 42 millones de pesos para el mantenimiento de vehículos de plantas de distribución. Este es el primer mes de echar a andar este tema con los 42 millones. Vamos a estar rindiendo cuentas mes a mes, de cómo se están aplicando estos recursos”.
La multa menor por faltas administrativas equivale a mil salarios mínimos, que rondan los 64 mil 760 pesos, por la falta de registro, la multa más común. “El reglamento nos permite poner multa de mil a un millón de salarios mínimos, ponemos la de mil para estos casos, y, evidentemente, a las reincidencias, gravedades o demás, con nuestro jurídico vamos soportando, para fundar y motivar las multas.
La estación de carburación de gas L.P que fue clausurada durante los operativos “especiales” se ubica en San José Texopa, Texcoco, en el Estado de México. En ella se realizaba el llenado clandestino de cilindros (conocido como pigteleo). Esta actividad está prohibida, debido al riesgo que representa la transferencia de combustible cuando no se hace con los procedimientos y las condiciones de seguridad exigidas por la SENER, explicó la dependencia en un comunicado.
Detalló que el personal de la planta presentó un permiso, que no coincide con la dirección del local inspeccionado. “Independientemente de que se llevarán a cabo las investigaciones respecto a la veracidad y regularidad del número de permiso, el llenado de cilindros en las estaciones de carburación está expresamente prohibido. Por ello, la Secretaría de Energía colocó sellos de clausura tanto en las instalaciones como en el equipo utilizado para el pigteleo”.
En consecuencia, se presentó ante el Ministerio Público Federal a una persona involucrada en esta actividad, para llevar a cabo las investigaciones correspondientes.