Las tres naciones representan casi el 20 por ciento de la contaminación global de metano proveniente de la industria de gas y petróleo
De acuerdo con analistas de ICF International, las acciones que cada nación de Norteamérica realice para reducir las emisiones de metano provenientes de operaciones de la industria del gas y el petróleo, pueden eliminar 232 mil millones de pies cúbicos de metano del planeta.
El Environmental Defense Fund, (EDF) en colaboración con el Centro Mario Molina (CMM) de México y el Instituto Pembina de Canadá, dio a conocer un informe de políticas, basado en este nuevo hallazgo, titulado “Liderazgo de Norteamérica en materia de cambio climático: Un mapa de ruta para la acción global sobre emisiones de metano”, el cual fue presentado en un evento en la Ciudad de México organizado por COMEXI (Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales) y el Instituto México del Wilson Center. Entre los conferencistas estuvieron la subsecretaria de energía de Estados Unidos, Paula Gant, y Rodolfo Lacy Tamayo, Subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la SEMARNAT.
Si México iguala la meta de reducción de metano del 40 a 45 por ciento de Estados Unidos y Canadá, y desarrolla reglamentos para lograrlo, la región de Norteamérica podría ver un beneficio climático a 20 años, lo que equivale a sacar de circulación a 85 millones de vehículos.
El informe de América del Norte de ICF, comisionado por EDF, compila análisis similares de ICF realizados en Estados Unidos (2014), Canadá (2015) y México (2015). Todos los análisis concluyeron que reducir el metano de los sectores clave en la cadena de suministro de petróleo y gas es rentable y ambientalmente benéfico. Incluso a los precios históricamente bajos del petróleo, hay muchas soluciones viables para que las compañías reduzcan sus emisiones. En promedio, el costo de la captura de metano añadiría un centavo al precio actual del petróleo, con base en el costo de las soluciones y la capacidad de vender el metano recuperado, el principal ingrediente del gas natural. “Mientras México transforma su sector energético y construye nuevos ductos, también debe asegurar que se reduzcan las emisiones de metano de la industria del petróleo y gas. Si esto no sucede, entonces a medida que el sector crezca, también crecerán las emisiones de metano, lo que impediría que el país cumpla con sus metas climáticas,” afirmó el Dr. Mario Molina durante la presentación del informe de ICF México el otoño pasado.
Estados Unidos, Canadá y México son tres de las principales naciones productoras de petróleo y gas y se encuentran entre los cinco principales emisores de metano, según Rhodium Group en un informe sobre emisiones globales de petróleo y gas metano publicado el año pasado. Juntas, las tres naciones representan casi el 20 por ciento de la contaminación global de metano proveniente de la industria de gas y petróleo. En julio, estos tres países acordaron un pacto climático histórico que incluyó una meta de reducir las emisiones de metano de esta industria hasta en un 45 por ciento para 2025. El gobierno de México anteriormente destacó a las emisiones de gas metano provenientes de la industria del gas y el petróleo, como una forma de cumplir sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero antes de las pláticas del clima en París. México tuvo la oportunidad de demostrar este compromiso en la Cumbre de Líderes y afirmar que los lazos de energía más estrechos con Estados Unidos y Canadá también significan cooperación para lograr las protecciones ambientales necesarias.
Adoptar un enfoque unificado sobre el metano también puede mejorar la integración energética de América del Norte al hacer que las compañías multinacionales de petróleo y gas cumplan con normas internas similares.
“Controlar las emisiones de gas metano provenientes de la industria del gas y el petróleo no sólo es posible y rentable en Canadá sino en toda Norteamérica”, afirmó Duncan Kenyon, Director del Programa del Instituto Pembina, Petróleo y Gas No Convencional. “Con una fuerte acción en todo el continente para asegurar una mejor integración y alineación de la regulación ambiental y energética, el metano es un asunto que cuenta con lineamientos ya establecidos para ayudar a mejorar el estado del medio ambiente en América del Norte”.
“La contaminación por metano proveniente del gas y el petróleo representa una excelente oportunidad para Comexi –plataforma líder en México de los eventos globales más relevantes – para contribuir a un diálogo informado sobre la nueva escena internacional del sector energético y las grandes oportunidades de cooperación para América del Norte”, comentó Susana Chacón miembro de la junta mesa del Consejo.
“Como lo ha comentado la División de Energía de Comexi, la cooperación de Estados Unidos, México y Canadá en esta área posicionará a la región como la más competitiva del mundo”, añadió.
Por qué el metano es importante
El metano es responsable del 25 por ciento del calentamiento climático actual. A nivel mundial, el sector del petróleo y gas es la mayor fuente industrial de metano. Una reducción del 45 por ciento en las emisiones de gas metano provenientes de la industria del gas y el petróleo tiene el mismo impacto en el clima que cerrar una tercera parte de las plantas de carbón del mundo durante 20 años.
Reducir el metano también reduce los contaminantes convencionales sin costo adicional como los compuestos orgánicos volátiles (COV) y los contaminantes peligrosos del aire (CPA) asociados con las emisiones de metano de la industria del petróleo y gas.
El gas natural se constituye en 95 por ciento de metano y es un potente gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático, ya que su impacto a corto plazo es mucho mayor que el dióxido de carbono.