Por: Elizabeth Martínez, Petroquimex
Los proyectos solares y eólicos seguirán incrementándose durante 2018, mientras que China continuará con su liderazgo en la producción de energía renovable
La energía renovable seguirá creciendo en los próximos años. Del total de la energía que se generó el año pasado en el mundo, el 24 por ciento provino de fuentes limpias y se espera que para 2022 crezca a un 30 por ciento afirmó Bill Richardson, ex gobernador del Estado de Nuevo México en Estados Unidos (EU).
Durante su participación en el Foro Internacional de Energía México 2018, celebrado en la Ciudad de Puebla, estimó que en 2018 los precios de energía renovable seguirán a la baja, pues desde 2009 el costo de la energía solar ha disminuido en 62 por ciento, mientras que la energía de viento bajó en 50 por ciento.
“Los precios tienen que caer aún más, por ejemplo, en 2017 a nivel mundial las instalaciones solares tuvieron un costo de tres dólares por Watt, los expertos dicen que para que siga creciendo la energía renovable y ésta se convierta en la fuente principal de la demanda energética global, para 2050 debe costar sólo 25 centavos de dólar”, dijo.
Para el presente año, China seguirá con su liderazgo en la producción de energía renovable principalmente por el establecimiento de paneles solares. En los últimos años este país ha invertido de forma importante en este tipo de energía, en 2007 destinó 12 mil millones de dólares en proyectos renovables y se espera que invierta 360 mil millones de dólares para 2020.
Algunos expertos dicen que para 2021, más de un tercio de la energía solar fotovoltaica acumulada en el mundo y la capacidad eólica terrestre provendrán de China.
Bill mencionó que también se crearán más empleos en el sector de las energías renovables, actualmente en el mundo 10 millones de personas tienen un trabajo gracias a esta industria, y se estima que en unos años incremente a 15 millones.
Además la fabricación de tecnología de almacenamiento de energía registrará un crecimiento importante, lo cual permitirá que el sector de renovables gane competitividad con respecto a otro tipo de energía. “Es necesario encontrar la viabilidad económica de los sistemas de almacenamiento, sobre todo las baterías a escala industrial y residencial, de esta forma los excedentes de la energía renovable podrán ser guardados, y posteriormente, ser distribuidos de forma eficaz donde se requiera”, señaló.
En este sentido, el también ex secretario de energía del gobierno de Estados Unidos, resaltó que es importante mejorar la adaptación de las redes de distribución a las fluctuaciones de la generación de energía limpia, ya que las fuentes renovables no obedecen a un flujo constante y predecible en su producción.
Esto ocasiona problemas muy complejos en las redes de distribución, porque las horas de mayor generación de energía renovable no siempre coinciden con las horas de mayor demanda. “Conforme se saturan las redes de distribución con energías alternas se va reduciendo el valor de la energía limpia, a la inversa, las fuentes convencionales como el gas natural y carbón, mismas que dan estabilidad al suministro eléctrico en las redes actuales, comienzan a subir de valor en el mercado, sobre todo en horas pico”.
Bill reconoció que, aunque el gas natural es una fuente menos nociva y una alternativa viable para dar estabilidad a las redes de distribución, se deben buscar otras soluciones a largo plazo para que en un día no muy lejano el 100 por ciento de la energía sea renovable. “El gas natural es un puente hacia las fuentes renovables, debemos concéntranos en invertir en redes inteligentes de distribución que tengan la capacidad de canalizar en tiempo real toda la energía renovable que se genera”.
Asimismo comentó que es importante que el sector invierta más en investigación y nuevas ideas, ya que las empresas de esta industria destinan sólo el uno por ciento de su presupuesto a estas áreas, por lo que es urgente cambiar este panorama, por ejemplo, compañías dedicadas a fabricar computadoras invierten el 10 por ciento.
“Grecia, Alemania y España no están creciendo de manera importante en cuestión de generación de energía renovable, se han mantenido estables desde hace tiempo, una de las principales razones es porque no están invirtiendo en nuevas ideas”, dijo.
Caso Nuevo México
El estado de Nuevo México en Estados Unidos es líder en producción de hidrocarburos, ocupando el tercer lugar en extracción de petróleo y crudo a nivel local y el décimo primer lugar en producción de carbón. Pese a ello, el gobierno estatal se dio cuenta que las emisiones de CO2 y otros contaminantes representaban un problema de salud para los habitantes que vivían cerca de las plantas termoeléctricas de la región, como enfermedades respiratorias tales como asma o cáncer de pulmón, por lo que implementó una nueva ley de energía renovable, la cual imponía una meta obligatoria de generación eléctrica limpia del 30 por ciento para 2020.
Richardson comentó que desde ese entonces Nuevo México ocupa el sexto lugar en generación de energía solar en EU, además se crearon 11 mil nuevos empleos directos en la industria renovable con una inversión superior a los mil 600 millones de dólares.
Proteccionismo y el TLCAN
La posibilidad de que Estados Unidos salga del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se ha fortalecido, lo cual afectará a distintas industrias entre ellas la de energías renovables, además podría traer la pérdida de miles de empleos, aseguró Bill Richardson.
Luego de participar en la ponencia “Energías Limpias, Legado para Futuras Generaciones” en el marco del Foro Internacional de Energía México 2018, explicó que tan sólo en el estado de Nuevo México, 10 mil empleos dependen del TLCAN, principalmente ubicados en el área de las Cruces, frontera entre EU y el estado de Chihuahua.
“Sin duda es necesario modernizar este acuerdo, ya que cuando se llevó a cabo no existía la cuestión digital ni se incluyó la parte energética, sin embargo, el panorama que se vislumbra hasta el momento es pesimista en cuanto a su renovación”, dijo.
El también ex secretario de energía del gobierno de Estados Unidos, refirió que, de terminarse el TLCAN, la nación americana podría ser la más afectada, esto por la cantidad de gas natural que le vende a México, así como por el número de plantas que existen en la frontera, de las cuales una buena parte son binacionales.
Asimismo, sostuvo que el poner aranceles a las tecnologías que se emplean en el sector de las energías renovables podría frenar el desarrollo de dicha industria, principalmente en territorio americano, aunque esto también puede afectar en cierta proporción a los proyectos renovables mexicanos.
Explicó que es necesario que México ponga en marcha un ”Plan B”, ya que el futuro de este país probablemente no estará en el TLCAN, sino en acuerdos que se logren con otras naciones como Chile, Brasil, China y otros actores de la comunidad europea.
Política anti cambio climático
Con la llegada del presidente Donald Trump al frente de la Casa Blanca, una serie de acontecimientos se dieron en materia ambiental, lo cual podría afectar los avances que tenía Estados Unidos en relación al desarrollo de las energías limpias y la lucha contra el cambio climático.
Con el gobierno de Trump se anunció la salida de EU del Acuerdo de París, además se dio la eliminación del Plan de Energía Limpia contra las emisiones que implementó Barack Obama durante su gestión, se fortalecieron las perforaciones petrolíferas y hubo recortes en políticas ambientales.
Cabe recordar que en el Plan de Energía Limpia, se incluían líneas que la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés) anunció en septiembre de 2013 y que tenía como objetivo la reducción de las emisiones en un 30 por ciento para 2030.
Además este Plan de Energía Limpia de Estados Unidos establecía por primera vez las normas de contaminación de carbono de las plantas de energía, la cual debía ser acatada por los estados y las empresas de servicios públicos.