El 2022 fue un año turbulento para el mercado de las materias primas, en particular para el petróleo, pues si bien en marzo el crudo repuntó hasta los 130 dólares por barril, en la segunda mitad del año bajó alrededor de 30 por ciento.
El petróleo logró su segunda alza anual consecutiva en 2022, siendo uno de los pocos activos que logró apuntar números verdes en los mercados en un año turbulento marcado por la invasión rusa a Ucrania, la alta inflación, los incrementos a las tasas de interés y los temores de una recesión mundial.
El Brent del Mar del Norte cerró el 2022 con un alza anual de 10.45% a 85.91 dólares por barril, mientras que el referencial estadounidense West Texas Intermediate (WTI) repuntó 6.71% a 80.26 dólares por barril
El 2022 fue un año turbulento para las materias primas, lleno de volatilidad sobre todo en el caso del mercado del petróleo.
Si bien días después del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania el crudo se disparó por encima de los 130 dólares por barril (alcanzando su mayor nivel desde 2008), a partir de la segunda mitad del año comenzó a descender significativamente, con una baja acumulada desde entonces y hasta finales de año de 30 por ciento.
Han Tan, analista en Exinity, explicó que las sanciones contra Rusia, uno de los mayores productores de hidrocarburos del mundo, inicialmente dispararon los precios, pero «los temores sobre la oferta dieron paso a las preocupaciones sobre la demanda».
El mercado comenzó a preocuparse de que los incrementos a las tasas de interés por parte de los bancos centrales del mundo,sobre todo de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, para contener la inflación, pudieran generar una desaceleración en la economía, lo que a su vez provocaría una demanda de energéticos. Otro factor que presionó los precios del petróleo fue la persistencia de la pandemia de Covid-19 en China, el mayor importador de la materia prima.
“Las presiones siguen relacionándose con las preocupaciones en torno a la demanda, ya que continúan las posibilidades de que las principales economías caigan en recesión leve, como Estados Unidos y países de Europa, así como una desaceleración económica en China”, aseguró Gabriela Siller, directora de Análisis en Banco Base.
A principios de diciembre, el petróleo llegó a tocar mínimos no vistos desde finales del 2021, aunque en el caso del Brent y del WTI lograron recuperarse en las últimas semanas para cerrar el año con ganancias.
Sin embargo, ese no fue el caso de la mezcla mexicana de exportación, que no logró revertir las bajas de la segunda mitad del año y cerró 2022 con una pérdida de 2.22% cotizando en 69.71 dólares por barril.
Desde la segunda mitad del año, la mezcla mexicana bajó 39.41 por ciento.
«Este ha sido un año extraordinario para los mercados de materias primas, en el que los riesgos de suministro han provocado un aumento de la volatilidad y una subida de los precios», afirmó Ewa Manthey, analista en ING. «El 2023 será otro año de incertidumbre, con mucha volatilidad».
Craig Erlam, analista en OANDA, aseguró que es probable que en 2023 los inversores sigan siendo cautos, ya que las subidas de tasas y la preocupación por la recesión mermarán sus perspectivas.
Es probable que la volatilidad no vaya a ninguna parte rápidamente mientras navegamos por otro año altamente incierto», dijo.
Gasolina cierra a la baja
El precio de la gasolina en Estados Unidos logró cerrar el año a la baja, gracias a la reducción de los precios del petróleo en la segunda mitad del año.
Durante la última semana del 2022, la gasolina regular tuvo un precio promedio de 2.971 dólares por galón, con lo que apuntó una reducción anual de 5.26 por ciento. En junio, cuando el barril de crudo cotizaba por encima de los 120 dólares, el combustible estadounidense tocó un máximo histórico de 4.844 dólares por galón.
Por su parte, otros combustibles como el gas natural cerraron el año con alzas al igual que el petróleo.
El gas natural de Estados Unidos (NYMEX) subió 18.96% en el año, cerrando en 4.436 dólares por barril, ganando 18.96%, al tiempo que el gas natural TTF (Europa) subió 8.49% en 2022 a 76.315 euros por megavatio hora.
“Durante el año, las ganancias en los energéticos estuvieron asociadas principalmente a los riesgos a la baja para la oferta, con la invasión de Rusia a Ucrania y la crisis energética en Europa que inicio tras la pandemia de coronavirus y se agravó con la invasión a Ucrania”, afirmó Gabriela Siller.
Acero, con caída histórica
Los metales industriales cerraron el año con pérdidas, arrastrados por las preocupaciones sobre la demanda creadas por el aumento de los casos de Covid-19 en el principal consumidor, China, así como por una desaceleración del crecimiento mundial y el aumento de los inventarios.
El aluminio tuvo una caída anual histórica de 48.15% en el 2022, cotizando en 744 dólares por tonelada métrica al cierre de año. Por su parte, el cobre bajó 13.87% a 8,372.00 dólares por tonelada métrica.
Otros metales como el aluminio (-15.30%) y el zinc (-15.89%) también cerraron el año a la baja, mientras que el níquel y la plata -que es considerado tanto precioso como industrial- finalizaron 2022 con alzas de 44.76 y 3.65%, respectivamente.
Por su parte, el oro terminó el año con una ligera pérdida de 0.19% para cotizar en 1,826.20 dólares por onza, debido a que el metal precioso perdió atractivo como activo refugio por los incrementos a las tasas de interés y la fortaleza del dólar estadounidense.
sebastian.diaz@eleconomista.mx