Las Sofomes constituyen una de las mejores alternativas para que las Pymes concreten sus objetivos y eludan la segregación de la que son objeto por el sector bancario
La compañía financiera Serfimex Capital, refiere que datos de la última Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce-2015)1 detallan que 97.6 por ciento de todas las empresas en el país, en 2014, son microempresas. Las pequeñas representan sólo el dos por ciento y las medianas el 0.4 por ciento.
El Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (Denue) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)2 señala que en México existen cinco millones 78 mil 737 unidades económicas activas, sin considerar su actividad económica ni tamaño.
La Enaproce arroja que 43.5 por ciento de las empresas se financia con recursos diferentes a los de instituciones bancarias. De manera que las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) constituyen clientes potenciales para las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes).
Las Sofomes son sociedades anónimas que cuentan con un registro vigente ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en cuyos estatutos se contempla la realización habitual y profesional de actividades para el otorgamiento de crédito, arrendamiento, o factoraje financiero.3
Aun cuando no son pocas las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que buscan reducir su impacto ecológico, en la búsqueda de financiamiento para adquirir tecnología que les permita cumplir con tal propósito; resulta que se encuentran segmentadas fuera de los servicios de la banca privada, dado que no resultan atractivas por la compleja operación que requieren y los costos intrínsecos que les ocasionan a los consorcios financieros. Aunado a otras limitantes como la de los precios, a veces muy elevados, de los equipos que desean adquirir.Esta situación restringe la posibilidad de que las Pymes puedan acceder a la compra de tecnología de punta, relacionada con la protección al medio ambiente.
Derivado de ello, el arrendamiento o leasing es un instrumento que facilita una renta, 100 por ciento deducible de impuestos, al estar considerada como un gasto. Lo que proporciona a las Pymes la posibilidad de acceder a bienes muebles especializados como: paneles solares, plantas de tratamiento de agua, calefacción solar, equipo de transporte híbrido o eléctrico, maquinaria industrial o de construcción, programas informáticos, equipo de cómputo, mobiliario, transporte, entre otros bienes; sin necesidad de que la compañía interesada comprometa grandes capitales y apalanque sus estados financieros.
Lo anterior es importante porque, conforme a los resultados de la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce)1; el 23.6 por ciento de las solicitudes de financiamiento para apoyar a las empresas medianas, ha sido rechazado, a causa de tener un alto endeudamiento y en consecuencia no contar con el debido apalancamiento.
No obstante, con el arrendamiento los clientes tienen la posibilidad de que, al concluir el tiempo de servicio del bien o equipo en cuestión, pueden adquirirlo al valor residual pactado o, en su defecto, devolverlo a la empresa contratada; lo cual les permitirá mantenerse a la vanguardia tecnológica, sea con maquinaria, equipo o lo que decidan arrendar.
Por qué rentar antes que comprar
La adquisición de paneles solares o de una nueva planta de tratamiento de agua con mayor capacidad, requiere recursos que, al no ser menores, regularmente no se tienen. Por lo tanto, una de las mejores alternativas para las medianas y pequeñas empresas es el financiamiento a través de un arrendamiento puro. Éste consiste en pagar una renta por el uso y goce de un activo durante un periodo determinado. Una vez finalizado el tiempo de arrendamiento, las Pymes tienen dos opciones: adquirir los activos arrendados pagando el valor residual pactado o devolverlos a la financiera y renovarlos por paneles nuevos que gozarán de la tecnología de punta más actualizada hasta el momento.
La ventaja del arrendamiento puro contra el crédito tradicional, estriba en la parte fiscal porque las rentas que se pagan son 100 por ciento deducibles y no se distrae el flujo de fondos de la empresa para comprar el activo.
Los empresarios saben que el financiamiento es una herramienta útil para el crecimiento de su negocio. Sin embargo, su empleo en México no representa a la mayoría de las compañías, puesto que solamente el 40 por ciento de las mismas ha solicitado o tenido algún tipo de financiamiento bancario desde el inicio de sus operaciones. Eso habla de un conocimiento básico sobre productos financieros que abren mejor la puerta, como es el arrendamiento.
Datos de la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (Enafin)4 muestran que sólo 7.6 por ciento de las empresas emplean el arrendamiento financiero, de ese porcentaje, 20.9 por ciento corresponde a empresas medianas y nueve por ciento a pequeñas. El escaso uso de este servicio se debe, en parte, al desconocimiento de sus ventajas.
Los empresarios deben considerar la utilidad y el provecho que las Sofomes ofrecen a través de los productos que ofertan; porque, de acuerdo con la Enafin4, el 34.5 por ciento de las firmas o compañías, encuentran barreras en el financiamiento debido a costos altos, exceso de requisitos y trámites engorrosos.
Empero, si se ponderan las bondades de arrendar un producto, en lugar de comprarlo —lo que además incluye no tener que pagar un crédito con alta tasa de interés— la opción puede resultar idónea. Alfonso Vega, director comercial de Serfimex Capital, considera que el esquema de arrendamiento es una herramienta sumamente útil para impulsar a las pequeñas y medianas empresas en su visión de protección al ambiente, puesto que permite el fortalecimiento de su infraestructura y favorece la concreción de sus objetivos.
“Entre los beneficios del arrendamiento están: permitirle al alquilador la libre selección, no sólo del proveedor sino del equipo; la negociación tanto del precio como de las condiciones de entrega, así como la obtención de un importe de pago al contado, por lo que la Sofom liquidaría el bien al proveedor en una sola exhibición”.
Ventajas de un arrendamiento puro
Como ya se ha mencionado, uno de los mayores beneficios de las Sofomes es que la renta es 100 por ciento deducible de impuestos y dentro de ésta, se pueden contemplar accesorios del bien principal. Otro punto a favor es que el registro contable es simple y que la inversión se puede financiar 100 por ciento. Además, la arrendataria no incurre en un control, ni administración sobre la depreciación fiscal.
En materia de transporte, se disminuyen gastos de mantenimiento por el uso de vehículos obsoletos. El nivel de apalancamiento mejora en balances generales. La propiedad jurídica y fiscal de los bienes corresponde a la arrendadora. El indicador del valor económico añadido (EVA por sus siglas en inglés) se optimiza al hacer más eficiente el uso de activos.
Por otro lado, bajo el panorama de la economía actual y ante la necesidad de adaptarse a los cambios tanto nacionales como internacionales, contar con un financiamiento adecuado en el momento preciso y que reduzca la carga fiscal, es una buena manera de seguir siendo competitivo en el mercado; aparte de sostener la filosofía de reducción para aminorar el impacto ecológico. Otra ventaja de las Sofomes es que se especializan en la atención hacia las Pymes, lo que conlleva una reducción en los tiempos de aprobación de líneas de crédito, al igual que asesoría personalizada.
¿Quiénes pueden recurrir a las Sofomes?
Las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple ofrecen financiamiento a todo tipo de empresas, desde las micro hasta las grandes, así como a personas físicas o morales. No obstante, las Sofomes o Entidades No Reguladas (ENR) se crearon con la intención de apoyar a las Pymes principalmente, a fin de fomentar su incursión al sistema financiero. Esto gracias a que las Sofomes ofrecen servicios y productos especializados que las diferencia de otros sectores capitalistas, como el bancario.
La mayoría de los clientes de una Sofom se ubican en el segmento de las Pymes, por ser las empresas que normalmente no tienen acceso, ni reciben una atención adecuada por parte de instituciones financieras de mayor tamaño.
Desafortunadamente, algunas Pymes mantienen un desarrollo restringido a largo plazo, debido a la estructura con la que cuentan y a las limitantes que les impiden un mayor crecimiento. Por ejemplo, en el área administrativa y por el tamaño de algunas Pymes —las cuales generalmente inician como empresas familiares— carecen de procesos idóneos para administrar su negocio y en consecuencia no tienen el equipamiento indispensable para apuntalar su crecimiento de manera eficaz.
Otro factor se refiere a los procesos institucionales; al no contar con el capital requerido para invertir en mobiliario, equipo, etcétera; la institucionalización de sus métodos operacionales es exigua; limitante que lleva a las Pymes a tener procesos deficientes porque aparte no cuentan con el capital humano necesario para llevar a cabo sus procesos.
El financiamiento restringido es otro punto en contra; en muchas ocasiones el tamaño de las Pymes es su principal problema, ya que para algunas instituciones financieras en México, no resultan rentables. Esto se debe a que no cuentan con el tiempo de madurez necesario de operación que les permita acceder a un financiamiento.
¿Qué ofrece Serfimex Capital a sus clientes?
En esta Sofom, los clientes cuentan con un asesor desde el principio y atención personalizada en todo momento. El involucramiento de la compañía con sus contratantes, le permite conectar lo más posible con el negocio de cada cliente y con su futuro financiero.
Asimismo, Serfimex Capital busca no sobre-endeudar para que el apoyo financiero que otorga sea el más adecuado. Su pretensión es forjar clientes a largo plazo y convertirse en un brazo financiero para la colocación de bienes y servicios. Su experiencia en apoyar a las Pymes es vasta y se preocupa por financiar los proyectos que las empresas de este giro requieren para lograr un mayor crecimiento.