Las redes de transmisión en el sur de México operan a su máxima capacidad y no es posible instalar nuevos proyectos de energías verdes
Empresas de energía renovable están dispuestas a invertir con la empresa estatal mexicana Comisión Federal de Electricidad (CFE) en proyectos de transmisión eléctrica.
En entrevista con Bloomberg Línea, el presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), Leopoldo Rodríguez, mencionó que hay voluntad del sector para invertir en la construcción de líneas de transmisión al sur de México, particularmente en el Istmo de Tehuantepec (Oaxaca) donde hay mayor potencial eólico, pero las redes de transporte de energía están a su máxima capacidad.
“El sector privado está dispuesto a hacer inversiones en expansiones de las líneas de transmisión eléctrica en la medida que eso se traduzca en la posibilidad de concretar un esquema muy transparente, coordinado. Puede ser una inversión público-privada”, dijo.
La reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto abrió la generación de electricidad en México a las empresas privadas en 2013, pero mantuvo el monopolio de la transmisión y distribución de energía en manos de la CFE. La operación y acceso imparcial a las redes los trasladó a un órgano descentralizado: el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
“El marco legal y jurídico contempla figuras de participación en la que varios se puedes poner de acuerdo, pero es muy difícil para una empresa en lo individual”, mencionó Rodríguez.
México se ha quedad sin nuevos proyectos de energía eólica ante la política del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de fortalecer a la CFE y reducir la participación de jugadores privados en el mercado mexicano.
Las autoridades justifican sus críticas ante los riesgos de confiabilidad que representan las tecnologías renovables para el sistema eléctrico, concentrados en la saturación de las redes y la intermitencia cuando no hay sol o viento que se traduce en respaldo convencional con plantas de la CFE que usan combustibles fósiles.
Actualmente, están pendientes de permiso para operar siete plantas eólicas que suman 800 MegaWatts de capacidad, de las cuales, tres pertenecen a la empresa italiana Enel que representan una inversión detenida de US$500 millones.
La titular de la Secretaría de Economía, Raquel Buenrostro, reveló en diciembre de 2022 que analiza la instalación de 10 parques industriales dentro del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y que cuatro cuenten con energía renovable con tecnología eólica.
Rodríguez de AMDEE expuso que ha habido casos de éxito como el proceso llamado de temporada abierta de 2010 donde las empresas y la CFE acordaron financiar y construir una línea de transmisión, aunque considera que no ha funcionado la intención de cobrar a un solo participante una obra de infraestructura que va a beneficiar a la CFE y otras empresas.
“La idea es que todos los que la puedan usar paguen por esa línea de transmisión eléctrica”, dijo.
Aunque el Gobierno de AMLO canceló la licitación para una línea de transmisión de Oaxaca hacia el Valle de México por los costos, su administración ha suavizado su postura y pretende construir nuevas líneas de transmisión para exportar electricidad a Estados Unidos como parte del Plan Sonora con energía solar y proyectos de litio.
El director del Cenace, Ricardo Mota Palomino dijo a Bloomberg Línea que existe un sobrecosto de aproximadamente US$2.000 millones por la capacidad eléctrica construida sin utilizar, además de que cuando el Gobierno intentó actualizar las tarifas de transmisión, provocó más de 350 amparos del sector privado.
Rodríguez comentó que mayores costos de transmisión se pueden compensar con energía renovable barata de nuevos proyectos con el antecedente de precios récord de generación -US$20 por MWh- de las subastas eléctricas realizadas en el sexenio pasado -actualmente suspendidas por el Gobierno de AMLO- porque la demanda de electricidad seguirá creciendo en el país, a pesar de los incrementos de costos que han sufrido las materias primas y el financiamiento que han golpeado a los desarrolladores de proyectos renovables a nivel mundial.
“Hay que ver qué conviene más a todos los usuarios, que nos quedemos atados a energía producida con gas, un combustible que tenemos que importar que está experimentando una volatilidad brutal por el contexto global, o una energía que conocemos el precio a largo plazo, estable que no se va a incrementar, pero lo que sí requiere es inversiones en transmisión”, concluyó.