El reto es generar un mensaje de reconciliación, sin perder de vista que estamos en la disyuntiva entre dos proyectos de nación, dice la jefa de Gobierno y aspirante a la Presidencia.
El reto es generar un mensaje de reconciliación, sin perder de vista que estamos en la disyuntiva entre dos proyectos de nación”, dice Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y aspirante a la Presidencia. “Hay un grupo que quiere regresar a otra cosa y estamos los que proponemos avanzar en el camino que se ha trazado desde el 2018. En aras de la reconciliación nacional, no podemos ignorar que hay diferencias de fondo entre los proyectos”.
—¿Cómo sería un Gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum?
Concibo un futuro mucho más amigable con el medio ambiente, en donde las energías renovables tengan mucha más presencia. Un futuro donde la ciencia y la tecnología sean una parte importante: igual que la soberanía alimentaria y la soberanía energética, debemos pensar también en soberanía científica.
Claudia Sheinbaum Pardo es licenciada en Física, con maestría y doctorado en Energía por la UNAM. Es autora de más de 100 publicaciones especializadas y ha escrito dos libros en temas de energía, medio ambiente y desarrollo sustentable. Trabaja con López Obrador desde el año 2000, cuando fue secretaria de Medio Ambiente en el gabinete de la Ciudad de México.
—¿Cómo es su relación con el presidente?
Yo diría que hay una coincidencia muy grande del proyecto. No es que yo lo vea cada tercer día. Lo veo a veces cada 15 días, a veces cada tres semanas. Cuando nos vemos no necesitamos mucho tiempo de discusión porque hay mucho entendimiento de las cosas. Él me invita a las reuniones federales de Salud, también a las de Seguridad y participo en los trabajos relacionados con los aeropuertos.
—Y ¿cuáles son las diferencias entre usted y él?
Él nació en Tabasco y trabajó en el Instituto Nacional Indigenista. Yo nací en la Ciudad de México, soy científica. A él le gusta el beisbol, le entiendo, pero no es mi deporte favorito…
—¿Cuál es su deporte favorito?
El remo.
—Usted aspira a ser la primera mujer presidenta, ¿a qué mandatarias admira?
Hay mujeres con las que coincido, por ejemplo, Michelle Bachelet y Dilma Rousseff. En Cristina Fernández veo un gran liderazgo social. Por otra parte, hay mujeres con las que no tengo tantas coincidencias ideológicas, pero reconozco su importancia, Margaret Thatcher y Angela Merkel, por ejemplo. Independientemente de las luchas que compartimos como mujeres, me identifico con las que han participado en la lucha contra la desigualdad… Yo nunca admiraría a Margarita Zavala.
—¿Qué cualidades reconoce en un adversario político?
Yo creo que un adversario debe estar a la altura de las circunstancias, siempre y cuando haya honestidad y profundidad en los argumentos. El gran problema que tenemos con la oposición es que no hay ideología, no hay doctrina. Hay una descalificación basada en el odio a todo lo que representa Morena y el presidente. En dónde está la discusión profunda en el tema de seguridad. Tenemos al PAN diciendo que tener a los militares en la calle es militarización, cuando ellos los sacaron. Eso es esquizofrénico.
Acaba de celebrarse el Congreso de Morena, ¿ve algún riesgo de ruptura por parte de los aspirantes que ahora se sienten presidenciables?
No va a haber rupturas en Morena. Nadie va a arriesgarse a pasar a la historia del otro lado. Nadie, porque finalmente todos coincidimos con el presidente de la República.
—¿Cuál es el papel que usted considera debe tener el Estado en la Economía?
Creo que el Estado debe tener un papel rector en algunos sectores, como el energético. Creo también que ese papel de rectoría debe estar en la gestión de algunos recursos estratégicos, como el agua y el litio… el litio es un buen ejemplo. Si no hubiera habido la ley que se aprobó me imagino a las empresas chinas llevándose el litio del país sin la posibilidad de que México tuviera el mineral para la industrialización propia del litio, para beneficio de la nación.
En Europa están discutiendo el revertir algunas decisiones que se tomaron en el sector energético, porque se dan cuenta que, sin una mayor presencia del Estado, se cae en el absurdo de que las empresas se benefician mucho a costa de una sociedad que sufre mayores precios e incluso corre el riesgo de no tener garantizado el servicio.
Yo creo que el papel del Estado es fundamental en ciertos sectores. No estamos hablando necesariamente del control a través de empresas, sino de la orientación a través de políticas públicas, leyes y reglamentos. Podemos hablar de sectores, pero también de regiones. Una cosa muy importante que ha hecho el presidente López Obrador es el impulso al desarrollo regional de una zona como el sureste. En esa lógica hay que ver el Tren Maya, el Corredor Transístmico y la refinería, ojalá se puedan dar los parques industriales. En el centro del país tenemos un potencial enorme. Ojalá se pueda dar el desarrollo del ferrocarril, de carga y de pasajeros que se perdió.
Creo que el papel del Estado debe ser complementado con la inversión privada. Lo que no se puede es regresar a la concesión de todos los servicios a los particulares.
—¿Qué ha aprendido como jefa de Gobierno de la relación con los empresarios?
Tenemos muy buena relación. Con la reactivación económica después de la pandemia, yo le pedí a Antonio del Valle que me ayudara a coordinar mesas con los sectores empresariales para ver cómo nos recuperábamos. Ahora nos está ayudando también Francisco Cervantes, estamos recuperando, por ejemplo, congresos que ya no se hacían en la ciudad. El encuentro de la industria exportadora que normalmente lo hacían en el norte se va a hacer en la ciudad. Es muy importante reducir los trámites y simplificarlos. Así lo hemos hecho con la industria cinematográfica y estamos viendo que hay muchas producciones que deciden hacerse en la ciudad. Estamos trabajando con industrias de tecnología, para que la Ciudad de México sea su hub. Siemens se va a instalar en la ciudad. Es una ciudad de conocimiento por la cantidad de universidades que hay en la zona metropolitana, es impresionante, públicas y privadas, y el proyecto que hicimos de Vallejo también ha ayudado para que no se desindustrialice la ciudad.
—En Medio Ambiente, usted pasó de la academia al sector público, ¿Qué se puede hacer para responder a este enorme reto?
El tema ambiental tiene que ser parte sustantiva del desarrollo nacional. El agua es uno de los grandes temas que está hoy presente pero que va a estar más presente por el cambio climático y las condiciones de México. Es multifactorial, porque nosotros tenemos una Ley de Aguas que permite que los derechos del agua se vendan de manera privada. Eso no puede seguir siendo de esa manera.
—Tenemos también el problema del agua vinculado a la producción agropecuaria.
El mayor uso de agua en el país es para el uso agrícola y se usa de una manera ineficiente. Requerimos muchos más recursos para atender el problema del derecho humano al agua y al mismo tempo del agua para los ecosistemas. No sólo es un asunto de tener más recursos, sino de construir una visión más integral de los recursos naturales, tanto del tema energético como del agua, por ejemplo, o el tema de los bosques.
—¿En medio ambiente está el debate abierto con los que el presidente llama pseudo ecologistas?
En esto hay mucha hipocresía, también en científicos. No criticaron el desarrollo de la Riviera Maya ni proyectos como Xcaret. Creo que en muchos casos los argumentos no han sido científicos, sino ideológicos y de descalificación a lo que representa este Gobierno. En cualquier caso, creo que es muy importante recuperar esa relación porque la ciencia es importantísima.