La compañía, una de las grandes ganadoras de las subastas eléctricas del sexenio pasado, tiene 19 centrales en el país. Tres de ellas funcionan con un permiso de autoabasto.
La energética de origen italiano Enel ha comenzado ya conversaciones con el regulador eléctrico para migrar sus centrales de autoabasto al mercado eléctrico mayorista, un proceso natural contenido en las regulaciones de la industria eléctrica, pero que se ha complicado para muchas compañías en medio de los cambios en la política dictada desde presidencia.
La compañía, una de las grandes ganadoras de las subastas eléctricas del sexenio pasado, tiene 19 centrales en el país. Tres de ellas funcionan con un permiso de autoabasto, una modalidad creada hace más de una década para que clientes industriales tuvieran garantizado su consumo eléctrico ante la poca oferta que en ese momento podía ofrecer la estatal CFE, pero que han sido criticados de manera constante por el actual gobierno federal hasta el punto de plantear su desaparición.
La primera de las centrales de autoabasto de Enel —una planta hidroeléctrica en Michoacán— debería obtener un permiso único de generación a mediados del año próximo, cuando el permiso que le fue otorgado agotará su vigencia.
“Estamos ya iniciando conversaciones con las autoridades para hacer la migración de autoabastos al mercado mayorista el año que viene, en 2023”, dijo José Luis Navarro, el country manager de Enel, que recién inició funciones en septiembre pasado. “Acaban de iniciar [las conversaciones], falta todavía 2022 y será hasta 2023, pero hemos querido anticiparnos y hacer un diálogo abierto y de momento las conversaciones están siendo buenas”.
La regulación plantea que una vez que concluya la vigencia de los permisos, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) deberá llevar a cabo el procedimiento para que los activos puedan ofertar su generación como una central más del mercado. Pero los procedimientos han encontrado un tope por razones que el regulador no ha dado a conocer de manera oficial.
Algunas centrales de autoabasto ya han sido desconectadas de la red tras no poder renovar sus contratos de interconexión con la estatal CFE. Los usuarios de este tipo de activos —empresas e industriales— también ya han comenzado a acelerar su salida de los esquemas, según los documentos del regulador.
Una fuente al interior de la CRE dijo a Expansión hace unas semanas que no todos los procesos de migración de las centrales de autoabasto serían aceptados y que existe la probabilidad de que algunas de ellas caigan en desuso.
La eléctrica Enel también está en espera del otorgamiento de los permisos para echar a andar tres centrales eólicas resultantes de las subastas eléctricas, construidas en Coahuila y finalizadas desde el 2020, pero que aún no reciben la documentación del regulador y del Centro Nacional de Control de Energía para entrar a fase comercial.
“Estamos terminando un proceso y soy optimista y creo que en la siguientes semanas o meses tendremos los permisos”, dijo Navarro.