Los grandes proyectos de energía solar en México han vivido en los últimos años un freno, pero en la otra cara de la moneda, los de pequeña escala (generación distribuida) siguen creciendo a pasos acelerados, lo que representa una independencia energética no como país, sino como personas o pequeñas empresas.
“El mercado ahí está y seguirá creciendo, hay una realidad más allá de la voluntad política del gobierno en turno, (…) no sólo en México, también a nivel mundial. El uso de energías renovables y específicamente de la solar es un tema que ha venido avanzando”, señala en entrevista con Forbes México, Daniel García, presidente de Fabricantes Mexicanos en las Energías Renovables A.C. (Famerac).
En la energía solar, explica, hay dos vertientes: la tecnología fotovoltaica que ha tenido un auge muy grande con los grandes parques que se pueden instalar para suministrar energía a grandes poblaciones, así como la generación distribuida por medio de paneles en los techos de las viviendas.
Pero también está otro sector muy grande en el país: el de la energía solar térmica, es decir, la utilización de la energía solar para calentamiento de agua y fluidos.
“El mercado de calentadores solares en México es uno de los más grandes del mundo, somos el país número 9 en instalación anual. Tenemos una penetración importante de esta tecnología, donde ya alrededor de 2 millones de viviendas tiene uno”, comenta el presidente de Famerac.
Aunque este número pueda sonar a mucho, esos 2 millones de viviendas apenas representan 7% de las casas en el país, entonces aún hay un potencial enorme en la industria.
“En lo que es la sección de generación distribuida, es decir, todo lo que tiene que ver con autoconsumo, pues está más allá del bien y del mal y ¿a qué me refiero con esto? Que no depende de la política pública”, reitera.
La demanda para la instalación de los paneles fotovoltaicos y calentadores solares de agua en viviendas y pequeñas empresas no se ha detenido; al contrario, ha aumentado la demanda y se registra un crecimiento de más de 2 dígitos los últimos 5 años, incluido 2020 con todo y pandemia.
“El mayor enemigo a vencer mucho más allá de que hoy atravesamos una pandemia y una serie de problemas económicos derivados de ésta, es claro que el reto más grande que tiene la humanidad tiene que ver con el cambio climático y de ahí viene derivado el acercarnos a formas de energía más amigables con el ambiente, más limpias y verdes como son las energías renovables”, afirmó.
El presidente de la Famerac destaca que México “tristemente” es el país que más gas LP consume per cápita, y el tener tecnologías como la fotovoltaica o solar térmica nos haría depender menos de un energético cuyo costo no está en nuestras manos, pues este se mueve con los precios internacionales, además de que somos netamente exportadores.
“A veces pienso que los temas de política pública no son sólo malas voluntades, en muchos de los casos es desconocimiento del tema, es decir, no tener claridad de las opciones que tenemos; en México somos líderes en fabricación de calentadores solares, nuestra industria es más grande que la de Estados Unidos, (…) a veces a lo mejor los políticos en turno no tienen el conocimiento suficiente para poderse centrarse en las soluciones”, dice Daniel García.
Finalmente, refiere que, con respecto al freno a los proyectos de energía solar de gran escala, la industria entiende que hay un reordenamiento, con nuevas reglas y se debe trabajar de una manera diferente, pero sin duda las renovables también pueden jugar importante en la recuperación económica del país.