La presidenta Claudia Sheinbaum anuncia para Sudcalifornia una planta que funcionará con gas natural o con diésel
La Paz, Baja California Sur. — El inicio de los apagones en Los Cabos y La Paz en 2019, encendió alarmas en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que derivaron en buscar alternativas como el gas natural para el estado, de la mano de la empresa New Fortress Energy.
En 2018 se instaló en La Paz la primera piedra de su planta regasificadora, que no funcionó hasta julio de 2021, tras dichos sucesos se habilitó la importación de gas de Canadá, Estados Unidos y Asia para abastecer al mercado turístico de Los Cabos.
Paralelamente, la empresa construyó una central termoeléctrica de ciclo combinado en Los Cabos, que el 28 de octubre de 2022, en una visita a La Paz Baja California Sur, Andrés Manuel López Obrador como presidente de México anunció que fue comprada por la CFE por cerca de tres mil 651 millones de pesos, con el objetivo de satisfacer la creciente demanda energética en los municipios de La Paz y Los Cabos.
A esta planta se sumará una nueva, anunciada el 5 de febrero de 2025 en la conferencia matutina de la actual presidenta Claudia Sheinbaum, que podrá funcionar con gas natural o con diésel como combustibles de acuerdo con la disponibilidad de energéticos de la zona.
De acuerdo al Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional, tendrá una capacidad de 240 megawatts, una inversión de cinco mil 518 millones de pesos y una generación de 850 empleos directos, se espera su entrada en operación en 2028.
Sin embargo, organizaciones y activistas apuntan a que ni los beneficios del combustible ni mejores precios han llegado a la población general.
¿Qué es el gas natural licuado?
El gas natural licuado (GNL) es gas natural que ha sido enfriado a temperaturas extremadamente bajas, alrededor de -162 °C, para convertirlo en líquido. Este proceso reduce su volumen en más de 600 veces, lo que facilita su almacenamiento y transporte en barcos especializados llamados metaneros.
Ya en su destino, el GNL puede ser regresado a su estado gaseoso y distribuido para su uso en generación eléctrica, calefacción o procesos industriales.
Aunque el GNL se presenta como una opción “más limpia” frente a otros combustibles fósiles, sigue siendo una fuente de energía no renovable y su cadena de producción, desde la extracción, el licuado, el transporte y la regasificación, implica emisiones significativas de gases de efecto invernadero.
Además, el gas que alimenta estos proyectos suele provenir de técnicas como el fracking, que han sido señaladas por su alto impacto ambiental.
¿Qué es el fracking?
La fracturación hidráulica, conocida como fracking, es una técnica utilizada para extraer gas y petróleo de formaciones rocosas profundas mediante la inyección de agua, arena y productos químicos a alta presión.
Este proceso permite liberar hidrocarburos atrapados en formaciones de lutitas o esquistos.
En México, el fracking ha sido empleado desde 2003 en estados como Veracruz, Puebla, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Tabasco, según datos de la Alianza Mexicana contra el Fracking.
No obstante, su uso ha generado controversia debido a los impactos ambientales y sociales.
Estudios de la Fundación Heinrich Böll y el Instituto de Salud Pública de la Universidad de Colorado han documentado riesgos como contaminación de acuíferos, emisiones de metano, actividad sísmica inducida y afectaciones a la salud humana.
Durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, se suspendieron nuevas autorizaciones para el uso del fracking. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó que no otorgaría concesiones de aguas nacionales para esta técnica.
En 2024, la comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen para prohibir constitucionalmente el fracking, que posteriormente fue desechado por la nueva legislatura al determinar que ya no se podía revisar por el tiempo respecto a la gestión anterior.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha manifestado su postura contra el fracking, a pesar de la dependencia energética de Estados Unidos, que actualmente suministra el 70% del gas natural que se consume en el país, según cifras de la Secretaría de Energía.
¿Acuario del Mundo o pista de metaneros?
Una creciente ola de megaproyectos energéticos a base de GNL está redefiniendo al Golfo de California, generando discusión entre desarrollo e impactos ambientales severos.
El proyecto más avanzado es Saguaro Energía LNG, que se busca construir en Puerto Libertad, Sonora. Una planta de licuefacción que transformará hasta dos mil millones de pies cúbicos diarios de gas natural para su exportación a Asia
Tras anunciar una inversión inicial de 15 mil millones de dólares de capital estadounidense, o bien 304 mil 305 millones de pesos, en sociedad con la CFE, Saguaro se ha convertido en símbolo de una estrategia binacional de aprovechamiento del gas texano.
La CFE, a través de su filial internacional, suministrará el 40% del gas natural, con potencial de obtener una participación accionaria del 15% en los próximos años.
El proyecto Saguaro Energía LNG generará 13 mil empleos directos y 21 mil indirectos, según lo informó el propio Gobierno de México en julio de 2023, cuando se formalizó la alianza entre la CFE y la empresa Mexico Pacific Limited, desarrolladora del proyecto.
Sin embargo, el proyecto carece hasta ahora de autorización ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y está detenido por cinco juicios de amparo. Recibió una concesión para la terminal en Puerto Libertad, Sonora por parte de la Secretaría de Marina (Semar) en marzo de 2025.
Otros tres megaproyectos energéticos se desarrollan en la región: Amigo LNG en Guaymas (Sonora), Vista Pacífico LNG en Topolobampo (Sinaloa), y Gato Negro LNG en Manzanillo (Colima).
Todos comparten características: uso de gas extraído por fracking en Texas, exportación hacia Asia, y una narrativa de “transición energética” respaldada por corporativos como LNG Alliance Pte Ltd, Total Energies y Sempra Energy.
Los riesgos para las ballenas
Greenpeace, Nuestro Futuro y Conexiones Climáticas han alertado que estas terminales no sólo perpetúan la dependencia de hidrocarburos, sino que ponen en riesgo a las comunidades pesqueras, turísticas y a la biodiversidad marina del Golfo de California.
Alejandro Águila, de Conexiones Climáticas, señaló que “no hay forma de que las ballenas convivan con estos megabarcos”.
Estudios del Programa de Investigación de Mamíferos Marinos (PRIMMA) de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) revelan que la colisión con buques metaneros de 300 metros se convertirá en la principal causa de muerte para cetáceos, además del impacto del ruido submarino en hasta 30 especies.
El estudio también advierte que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de Saguaro vigente fue emitida en 2006 para una planta de regasificación, no de licuefacción, por lo que está desactualizada y omite zonas sensibles como Loreto-Los Cabos.
Desde el congreso de Baja California Sur, la diputada Karina Olivas (PT) logró un acuerdo unánime para exhortar a las autoridades federales a suspender el megaproyecto Saguaro.
Siguen quemando combustóleo, a pesar de todo
De acuerdo a la directora del Centro de Energías Renovables y Calidad Ambiental (CERCA), Jaqueline Valenzuela, la transición energética prometida no se ha logrado y se mantiene el esquema de quema de combustóleo de baja calidad sin beneficios económicos a la población.
“Baja California Sur sigue quemando combustóleo con 4% de azufre. El gas natural no ha bajado tarifas ni llegado a quienes más lo necesitan”, expone.
La Organización Marítima Internacional (OMI), por ejemplo, prohíbe usar combustibles con un contenido de azufre mayor al 0.5 por ciento, por su alta contaminación.
Llega hasta la ONU petición contra proyectos
Organismos ciudadanos han solicitado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), exija a México y Estados Unidos, cancelen estos proyectos para transporte de gas licuado en el Golfo de California, por riesgos al ambiente marino y la economía de las comunidades pesqueras.
Además, enviaron una carta al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Ramón de la Fuente, en la que le solicitan la cancelación de los permisos; negar los permisos que se encuentran en evaluación.
Piden también que la presidenta Claudia Sheinbaum asuma el compromiso de actuar decididamente en contra del cambio climático y en favor de la transición energética y defender al Golfo de California.
Las organizaciones son: el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Centro Mexicano para la Defensa del Medio Ambiente (DAN), Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC), Conexiones Climáticas, Caminantes del Desierto, Grupo Tortuguero de Bahía de Los Ángeles y el Club de Observación de Aves Los Correcaminos, entre otros.
Aseguran que estos proyectos podrían transformar radicalmente la fisonomía y dinámica social del Golfo de California, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO (Organización para la Educación, Ciencia y Cultura de las Naciones Unidas) en 2005.
Encuentre la nota en: https://oem.com.mx/elsudcaliforniano/local/explotan-gas-natural-para-tener-mas-luz-en-baja-california-sur-22755453