En las rondas petroleras del sexenio pasado se adjudicaron 110 contratos, pero no todos han tenido éxito exploratorio o generado el interés suficiente de sus ganadores.
Las petroleras que llegaron a México a partir de la reforma del 2014 que abrió legalmente la posibilidad de invertir a empresas privadas en actividades de exploración y producción de hidrocarburos han devuelto un total de 23 bloques, entre renuncias parciales y totales a las áreas que les fueron adjudicadas. Esto, de 110 contratos que fueron adjudicados, según las aprobaciones de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Entre las mayores renuncias que generan impacto en extensión y posibilidad de inversiones, así como de hallazgos de nuevos yacimientos, están las ubicadas en aguas profundas. En este tipo de recursos a tirantes de agua mayores a 1.5 kilómetros en el Golfo de México se han devuelto por lo menos 10,000 kilómetros cuadrados de áreas contractuales.
La mayor de estas devoluciones fue la de la originaria de Malasia, PC Carigali, que el año pasado comenzó la devolución de 3,099 kilómetros cuadrados en el bloque donde llevó a cabo la devolución del pozo Bacalar 1EXP. A la vez, la australiana Woodside Energy devolvió una porción de 1,285 kilómetros cuadrados del único yacimiento marino que se otorgó mediante un proceso de farmout para la asociación con Petróleos Mexicanos: Trión, donde las actividades ahora se enfocarán exclusivamente en la evaluación del área con recursos prospectivos, sin que se realice más exploración en esta parte de la provincia del Cinturón Plegado Perdido.
Otra gran devolución fue la que llevó a cabo China Offshore, que pidió al regulador la renuncia a 1,027 kilómetros cuadrados del área 1 obtenida en la Ronda 1.4. Resalta también la devolución de Repsol al área 01 de la Ronda 2.4, en que la española devolvió 532 kilómetros cuadrados para buscar oportunidades de negocio en otras áreas.
En abril, Andrés Brügmann, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) alertó sobre la caída que se observará en los próximos dos años en la actividad exploratoria de las petroleras privadas que han llegado a México, misma que no ha tenido continuidad debido a que desde 2019 se cancelaron las rondas para adjudicación de contratos por parte del gobierno.
“En los siguientes 21 meses, veremos una reducción en la actividad exploratoria, esto debido a que 20 planes de exploración llegan a su fin y al menos 7 áreas serán retornadas al Estado anticipadamente”, dijo.
A su vez, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, advirtió que por lo menos en esta administración no habrá más rondas petroleras para adjudicación de nuevas áreas.
Apenas el jueves pasado, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) inició el trámite de terminación por renuncia anticipada a dos contratos en aguas profundas de la Ronda 2.4 en áreas que suman una extensión de más de 3,881 kilómetros cuadrados donde la angloholandesa Shell aseguró que no encontró oportunidad de negocio.
Ambas son áreas contractuales ubicadas en aguas profundas de la Cuenca Salina, ambas frente a la costa de Tabasco y Campeche, con superficies totales de 2,029.742 kilómetros cuadrados en el caso del área catalogada como AP-CS-G02, y 1,852.857 kilómetros cuadrados en la AP-CS-G04.
El pasado 18 de abril el contratista Shell Exploración y Extracción de Mexico notificó por escrito a la CNH su renuncia a la totalidad de las Áreas Contractuales y con ello dar por terminados dichos compromisos con base en la Cláusula Contractual 3.4.