Shimizu subrayó que «somos amigos… incluso en la adversidad», al recordar que tanto su país como México.
Para Japón, México es un socio fundamental en América Latina, subrayó Chitaru Shimizu, director de la División de América Central y el Caribe en el Ministerio de Relaciones Exteriores japonés, aunque consignó puntos «de preocupación».
En una relación que calificó como «99.9%» buena y muy profunda, Shimizu puso el tema de la Reforma Eléctrica como algo a conversar y que preocupa a los empresarios japoneses, que también gustarían algo más de diálogo con el gobierno.
A cambio, en el marco de una conversación con El Heraldo de México, destacó que ha habido una mejoría en las condiciones de seguridad, en lo que respecta a las áreas donde se encuentran los empresarios japoneses y sus envíos de mercancía a Estados Unidos.
México es el país latinoamericano que ha recibido más empresas japonesas, unas mil 270, en parte por el acuerdo económico existente entre ambas naciones y por el interés de las compañías japonesas, especialmente automotrices, en el mercado estadounidense, consignó. De hecho, fue un incremento de casi 100% en 20 años, apuntó.
La parte positiva está en la profundidad de las relaciones bilaterales, que datan de 400 años y en la actualidad abarcan tanto la cooperación bilateral como el desarrollo de los países de esta zona, y en los ámbitos internacionales para realizar la cooperación y enfrentar los asuntos globales, tales como la política, el cambio climático y los migrantes centroamericanos.
Igualmente, en las conversaciones y contactos entre ambos gobiernos en torno al comercio en la cuenca del Océano Pacífico, de los acuerdos comerciales regionales y de cómo fortalecer el orden internacional, basado en un Estado de Derecho donde ningún país pueda cambiar el «status quo» por la fuerza.
«Tenemos que trabajar juntos para legalizar y conservar un orden internacional basado en el derecho», comentó.
En ese sentido, Shimizu hizo referencia al conflicto territorial entre su país y China en torno a las islas Daikoku (que los chinos denominan Diaoyu), con el telón de fondo del creciente poderío militar de la República Popular China.
Pero de vuelta al tema mexicano, Shimizu subrayó que «somos amigos… incluso en la adversidad», al recordar que tanto su país como México han apoyado al otro con envíos de ayuda y equipos de rescate en casos de desastres naturales.
Según el funcionario, hay una relativa preocupación por el entorno de estabilidad jurídica de negocios para empresas japonesas que operan en el campo de energía en México, en especial por la reforma de legislación que da prioridad a la empresa estatal para comprar y hacer negocio con la electricidad.
«Este tipo de cambio está perjudicando el ambiente de negocio, no solamente para empresas japonesas, porque es algo global. Hay muchas compañías estadounidenses, canadienses, españolas que han sufrido el mismo problema», dijo el funcionario.
Pero tras notar que se ha tocado el tema en reuniones bilaterales con el secretario Marcelo Ebrard, Shimizu subrayó la larga relación bilateral, que data de tiempos de la Colonia española y que se ha traducido en un creciente comercio bilateral y la ubicación de México como un muy importante exportador de productos agropecuarios a Japón.
Recordó asimismo los numerosos contactos de gobierno a gobierno, con la meta, dijo, «no sólo de profundizar nuestras relaciones bilaterales, así como para desarrollo de los países de esta zona», donde «trabajamos no solamente bilateralmente en los ámbitos internacionales para realizar la cooperación y enfrentar los asuntos globales, tales como la política, el cambio climático y los migrantes centroamericanos».