Cubrir estos pasivos dificultará las operaciones de la compañía durante el año. Los analistas no tienen claridad de por qué creció este rubro.
La deuda de corto plazo apunta a convertirse en uno de los principales problemas de la estatal CFE. Este adeudo de la compañía ha alcanzado en 2022 su cifra más alta desde que se tiene registro, en un salto del que la empresa no ha ofrecido explicaciones, al menos en su reporte financiero.
Esta deuda, que debe comenzar a cubrirse en los próximos 12 meses, alcanzó los 95,100 millones de pesos al cierre del año pasado. El aumento es de 155%, al compararse con los datos reportados por la compañía al finalizar 2021, cuando el adeudo apenas superaba los 37,000 millones. Los registros de la estatal dan cuenta de sus finanzas a partir de 2015, antes de ello la compañía no ofrece claridad sobre su situación financiera.
Los analistas dicen que la deuda de corto plazo es especialmente importante para las compañías toda vez que aumenta las presiones que éstas enfrentarán en sus operaciones durante el año corriente. Pagar estos pasivos reduce los recursos que, en este caso, la CFE pueda disponer para otro tipo de gastos, como de inversión.
En el caso de la estatal, este pasivo se convertirá en un elemento extra dentro de un escenario adverso, determinado especialmente por las variaciones en el precio de los combustibles, principalmente el gas natural –que en los dos últimos años ha registrado precios récord, pero que han disminuido en las últimas semanas–.
La CFE suma tres años continuos sin utilidades. En su último reporte la compañía ha dicho que terminó 2022 con pérdidas por 39,793 millones de pesos, en un resultado que se explica en gran parte por el alto precio que ha tenido que pagar la compañía por el gas natural, el principal combustible que utiliza en sus operaciones.
El porqué del crecimiento de la deuda de corto plazo de CFE es poco claro. Los analistas tienen poca certeza de lo que ha desencadenado el crecimiento de estos pasivos. Dentro de los estados financieros se lee que el concepto que más ha crecido es uno etiquetado como financiamiento de inversión fiduciaria, pero la compañía no especifica el destino de la deuda que se contrató.
“No sé qué tanto [el crecimiento de esta deuda] se explique por factores coyunturales como la pandemia de covid entre 2020 y 2021 y el incremento del precio de los combustibles por la invasión de Rusia a Ucrania en 2022. Creo que si en 2023 vemos pérdidas nuevamente sería una señal de alerta de que algo grave está pasando en la gestión de la empresa”, dice Diego Díaz, un investigador del Instituto Mexicano de la Competitividad.
La oficina de comunicación de CFE fue consultada, pero no ofreció comentarios.
En el último resultado financiero la estatal da cuenta de 30 créditos con vencimientos durante este año, con instituciones bancarias como Banorte, BBVA, Banamex, Santander y J.P. Morgan.
En su deuda de corto plazo, CFE no incluye la deuda a proveedores o los impuestos por pagar.