Para los especialistas, la incorporación de deuda de Pemex a la deuda gubernamental presionaría las finanzas públicas.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia de prensa del pasado viernes que la Secretaría de Hacienda y Pemex han trabajado en el tema de las amortizaciones de la petrolera, cuya deuda financiera ronda los 105,000 millones de dólares, y que existe un «plan».
Además, aseguró que los pagos de Pemex se han hecho puntualmente, pero no dio detalles de fechas ni montos. Según Pemex, en el primer trimestre de este año los pagos vinculados a bonos rondan entre 5,500 y 6,000 millones de dólares.
La petrolera no ha respondido a varias solicitudes de comentarios sobre cómo afrontará sus pesados pasivos ni si considera emitir deuda para hacer refinanciamientos.
López Obrador, un nacionalista en materia energética, ha dado una serie de beneficios fiscales e inyecciones de capital a la firma, que lucha por mantener sus niveles de producción de hidrocarburos, y ha acusado a sus predecesores de haberla casi mandado a la quiebra.
El Gobierno había asumido parte de las amortizaciones de la estatal con el fin de dejarle recursos disponibles para inversiones. Pero el año pasado, la petrolera las retomó en vista del aumento de sus ingresos por los altos precios internacionales del crudo.
El mandatario recordó que para el pago de la deuda de Pemex fueron autorizados recursos por el Congreso de la Unión, en el presupuesto para este año, al tiempo que apuntó que los detalles del plan serán dados a conocer próximamente por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
«Acerca de estos vencimientos, la Secretaría de Hacienda ya tiene un plan junto con la dirección de la empresa y se va a pagar puntualmente», dijo López Obrador, en su reunión con medios del pasado viernes.
«Todos los vencimientos de deudas anteriores se están pagando puntualmente y siempre con el apoyo de la Secretaría de Hacienda. No dejamos a Pemex sin respaldo», aseveró.
Las declaraciones del mandatario tienen como fin disipar las dudas sobre el respaldo de su administración a la petrolera, considerada la más endeudada del mundo con un pasivo de 103 mil millones de dólares.
Semanas antes, Bloomberg News reportó que Pemex enfrentaría sus compromisos de deuda sin ayuda gubernamental, al menos al arranque de este año.
No obstante, el mandatario aseguró que su gobierno continuará apoyando a Pemex con medidas como la reducción de su carga fiscal o convirtiendo la deuda de la empresa en deuda soberana.
«Hemos estado apoyando a Pemex, lo vamos a seguir haciendo porque es el rescate de la empresa pública más importante de nuestro país. Es una de las empresas más importante del mundo en el sector petrolero», agregó.
Para especialistas como Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Banco Base, la incorporación de deuda de Pemex a la deuda gubernamental presionaría las finanzas públicas, lo que a su vez «incrementaría la posibilidad de recortes en la calificación crediticia de México».
Marco Oviedo, analista independiente y ex-economista en jefe para Barclays México, apuntó que hay otras medidas que ayudarían más para rescatar a la petrolera estatal, como el uso de reservas internacionales para disminuir la deuda, el cierre de tres refinerías, inversiones en logística y almacenamiento de gasolina, y el enfoque de negocio en aguas someras.
Pero el apoyo del gobierno de México a Pemex no es nuevo. De hecho, México ha venido trabajando con la empresa para mejorar su situación financiera, luego de que vivió meses de estrés en los últimos años al ser considerada un activo especulativo por las tres principales calificadoras crediticias a nivel global, con notas de ‘BB-‘ de Fitch Ratings, ‘B1’ de Moody’s Investors Service y ‘BBB’ de S&P Global.
Pemex debe pagar alrededor de 8 mil millones de dólares en deuda durante este año, algo que ha sido motivo de preocupación para los inversionistas, que temen dificultades si el gobierno federal dejara de respaldar a la petrolera estatal.
Según el plan financiero de Petróleos México, este año acudirá al mercado internacional y local en busca de financiamiento para pagar sus vencimientos.
El incremento en las tasas de interés en los mercados internacionales podría ser un obstáculo para la empresa que redujo su producción de petróleo en más del 50 por ciento.