Lerdo, Dgo., Ejidatarios de Villa Juárez, municipio de Lerdo, exigieron a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) frenar las obras de ampliación de la planta termoeléctrica Guadalupe Victoria por los graves daños que, aseguran, causa al medio ambiente.
Demandaron a la empresa pública dejar de lado el burocratismo y convocar a una mesa de diálogo a más tardar en una semana, pues de lo contrario, los labriegos de la Comarca Lagunera advirtieron que darán la batalla por dos vías: la movilización social, con la toma de las instalaciones, y la jurídica, mediante amparos.
Denunciaron que el crecimiento de la termoeléctrica, proyecto vigente desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) provoca afectaciones al ecosistema como la sobreexplotación de los mantos acuíferos, contaminación del río Nazas, con los desechos que arroja la planta, y exterminio de la vegetación.
Los ejidatarios recordaron que en la década de 1990 la CFE no cumplió con lo prometido. Les expropiaron sus tierras, pero les dieron un pago incompleto por 125 hectáreas de riego que fueron valuadas como tierras de eriazo, lo que derivó en una compensación miserable.
Les prometieron empleo permanente para familiares de campesinos en la CFE, lo cual sólo se cumplió durante el primer año, con la contratación de 12 personas.
Los miembros del ejido Villa de Juárez refirieron que los subsidios anuales prometidos para obra pública en la región fueron desviados hacia el ayuntamiento de Lerdo, la cabecera municipal, y dejaron a la comunidad sin los beneficios pactados.
Además, la administración de Salinas de Gortari prometió una revisión periódica de los trabajos realizados por la central termoeléctrica para evitar daños al medio ambiente, compromiso que nunca se materializó, reprocharon.
Según los inconformes, aun con el perjuicio ambiental, los gobiernos de Ernesto Zedillo (1994-2000), Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) se mantuvieron, indolentes, sordos y amenazantes.
Ahora, los labriegos de Villa Juárez alertaron sobre la ampliación de la termoeléctrica, que viola el decreto expropiatorio de 1989, donde se establece un plazo de cinco años para tal acción y si no la tierra iba a pasar de nuevo a los ejidatarios, puntualizaron.
Ante esta situación, los campesinos exigen la suspensión inmediata de los trabajos que realiza la empresa china HBP, la reforestación de las riberas del río Nazas y la instalación de un invernadero ejidal para beneficio de la comarca.
Lucha constante contra el conservadurismo
En Villa Juárez hay una lucha constante contra el conservadurismo que gobierna Lerdo (encabezado por el priísta Homero Martínez). La CFE, bajo la dirección de Manuel Bartlett, tampoco ha mostrado interés en resolver el problema, expuso uno de los afectados.
La sobrexplotación del agua por la termoeléctrica y grandes corporaciones, como Lala, ha provocado un daño irreparable al ambiente, dijo.
Señaló que el gobernador de Durango, el priísta Esteban Villegas, se ha mostrado ausente en estos temas; se dedica nada más a alabar al presidente López Obrador y a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
El ejido Villa Juárez, de 7 mil 643 habitantes, según el censo 2020 del Instituto de Estadística y Geografía, insistió en el llamado al diálogo con la Federación; exigió que representantes de la CFE den explicaciones sobre el cumplimiento de las normas ambientales.
El decreto de expropiación (DOF: 03/01/1994) publicado el 3 de enero de 1994 incluye una superficie de 125.05 hectáreas de agostadero de uso común pertenecientes al ejido Villa Juárez, municipio de Lerdo, para la construcción y expansión de infraestructura relacionada con la planta termoeléctrica de la CFE.
Por las 125.05 hectáreas expropiadas, la Comisión de Avalúos de Bienes Nacionales fijó la compensación de un millón 188 mil 011.84 nuevos pesos.
De acuerdo con la empresa pública, la central Guadalupe Victoria tiene capacidad para producir 320 megavatios al año y se localiza a 13.7 kilómetros de Gómez Palacio y a 9.5 kilómetros de Lerdo.
La Unión de Familias Afectadas por Termoeléctrica Guadalupe Victoria manifestó que la operación de la planta ha ocasionado escasez de agua y la contaminación del poco líquido que existe en Villa Juárez y la Comarca Lagunera.
Afirmó que la sección extrema de agua dejó riberas, caminos y poblaciones sin arboledas. La antigua hortaliza lagunera (Villa Juárez) dejó de producir, porque terminaron su capacidad de riego directo, por bombeo y por remanentes para hasta tres cultivos al año y lo condenaron a productos secundarios de forraje, sostuvo.
“El agua ya no brotó y hoy la termoeléctrica y latifundistas tienen a este pueblo sumido en la injusticia. Hasta la CFE construyó un canal especial para deshacerse de aguas contaminadas y las manda al río Nazas, en el Parque Nacional Raymundo.
Acusó que los acaparadores de tierras aprovechan tal canal también para depositar sus desperdicios que contaminan suelos de la comarca, sin rendir cuentas a nadie.
Estas mismas aguas residuales, debido a la necesidad que provoca la pobreza impuesta, hace que campesinos necesitados la utilicen para riego de muchas resecas parcelas en la producción de alimentos, lo cual no debe ser, reprobó.
Expuso que “el pago económico que adeuda la CFE a Villa Juárez queda corto ante la destrucción del sistema ambiental que ocasionó a la región lagunera y México, mismo que permitía a la ciudadanía vivir más dignamente.
“No es sólo el adeudo económico… es la protección del medio ambiente de nuevas generaciones”, concluyó.
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