Los privados están aumentando su producción de petróleo a medida que los reportes de Pemex muestran una caída en la extracción de éste.
Las petroleras privadas están ayudando a que la producción nacional de crudo no caiga en picada.
Las compañías con un contrato, resultante de la reforma energética, están aumentando su producción de petróleo a medida que las cifras de la estatal Pemex reflejan una baja en la extracción de éste y mientras suma a sus números a los condensados, un hidrocarburo muy ligero que ha decidido priorizar en los últimos años.
La participación de los privados en la producción nacional de petróleo aún representa menos del 10% del total, pero esta va en aumento en un momento en que Pemex produce menos petróleo. La estatal y la administración federal reportan continuamente que han logrado frenar la caída y mantener la producción después de años de un declive continuo. Pero este discurso se ha basado en cifras que combinan la producción de crudo y de condensados, y en estos últimos la estatal suma resultados favorables.
La estatal cerró el año produciendo 1.616 millones de barriles diarios de petróleo. En una comparación anual, la producción disminuyó en 4%, o 61,000 barriles al día, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Los datos indican que en noviembre pasado se registró la cifra más baja desde que el regulador del mercado tiene registro, en 2016. En diciembre pasado tuvo un ligero incremento, de alrededor de 10,000 barriles diarios.
Pero esa disminución ha sido compensada por los campos operados por los privados, que terminaron el año en alrededor de 103,000 barriles diarios. Los resultados han sido impulsados principalmente por compañías como la mexicana Hokchi y la italiana Eni. A medida que Pemex extrae menos petróleo, los activos a cargo de las compañías privadas reportan un mejor desempeño.
“En petróleo no estamos viendo crecimiento, al momento Pemex está reduciendo su producción de petróleo y aumentando la de condensados. Si vemos las cifras totales (de la producción nacional), quienes están impulsando las cifras son los privados en activos como Hokchi y Miztón (a cargo de la italiana Eni)», dice Omar Ríos, analista de la consultora Welligence.
Mientras Pemex aumenta su producción mediante los condensados –un hidrocarburo contenido en los campos de gas y que suele combinarse con petróleo para ser exportado o usado en las refinerías–, la producción de las compañías privadas se basa meramente en la extracción de petróleo. La estatal no ha tenido suerte en encontrar nuevos grandes yacimientos, los campos que denominó como prioritarios no han tenido el éxito proyectado y entonces ha basado su estrategia en campos –como Quesqui e Ixachi– productores de gas y condensados. Pero Pemex está desperdiciando el gas y priorizando la extracción del segundo hidrocarburo.
Las compañías privadas han registrado retrasos en cuanto a cumplir sus metas de producción, que se había establecido por encima de los 200,000 barriles para terminar el año pasado. Pero ésta ha crecido de manera constante. La producción de diciembre pasado, el último dato disponible, fue de 102,754 millones de barriles. Un año antes cerró en 74,809 millones de barriles al día.