El año pasado, la CFE recibió por concepto de subsidios de tarifas eléctricas 79 mil 287 millones de pesos, lo que implicó un aumento de 4.6% anual en términos reales, según datos de Hacienda.
Pese a estos mayores recursos para apoyar en el pago de la luz a los hogares mexicanos, la CFE presentará el déficit financiero más alto desde que hay registro, pues a noviembre de 2022 ya ascendía a 64 mil 480 millones de pesos, cifra superior a cualquiera de años anteriores completos.
Detrás de este déficit financiero está la caída en los ingresos propios de la compañía, es decir, lo que recibe por parte de hogares y empresas por el servicio de electricidad: a noviembre de 2022 había vendido 315 mil 396 millones de pesos, cifra similar a la del año pasado, pero 16% inferior a lo que recibía al inicio del sexenio (2019).
Además, su gasto operativo ha ido en aumento, pues según cifras de Hacienda, aquel que no incluye nómina ni pensiones se ha incrementado 17.6% anual real en 2021 y 14.4% en 2022.
PROBLEMAS DE GOBERNANZA
Viviana Patiño, investigadora del Programa de Regulación y Competencia de México Evalúa, explicó a Excélsior que detrás del desempeño deficitario de la CFE existe un problema de gobernanza de la empresa, lo que hace que su modelo de negocio no sea del todo eficiente.
De entrada, su primer objetivo por ley, que generar valor y rentabilidad para el Estado mexicano, no siempre es prioritario para la empresa”, expresó Patiño.
Así, las fallas en el gobierno corporativo hacen que varias decisiones no cumplan prácticas de responsabilidad social y ambiental, lo cual tiene un impacto directo en los costos para la empresa.
“Tenemos el caso de la compra de carbón, el cual no sólo es más caro y contaminante que otras fuentes limpias, sino que la misma CFE defendió su compra a través de adjudicación directa, ni siquiera por licitación. Incluso argumentó que su objetivo era reactivar económicamente zonas carboneras tras el impacto del Covid, cuando eso no es función de la empresa”, comentó Patiño.
En este sentido, la especialista añadió que la CFE no actúa con autonomía plena frente el Poder Ejecutivo, ya que el Consejo de Administración, máximo órgano en la toma de decisiones de la empresa, no cumple necesariamente funge como contrapeso a las decisiones que se toman desde el gobierno.
“La reforma eléctrica que no fue aprobada iba en el sentido de hacer que la CFE gastara más en tecnologías contaminantes, cuando hemos visto caer los costos de energías más limpias como la solar. Y nada impide a la CFE que pueda entrar a producir en tecnologías limpias”, expresó.
Patiño añadió que los problemas de gestión de la empresa también se ven reflejados en que no tienen un solo reporte sobre cumplimiento de metas ambientales, cuando uno de sus objetivos es que tiene que reducir los gases de efecto invernadero. Además, tampoco se conocen avances sobre sus objetivos anticorrupción.
Subsidios regresivos
Viviana Patiño de México Evalúa comentó que los subsidios que se otorgan a la CFE, si bien no son tan cuantiosos como los que se otorgan a la gasolina, tienen el problema de que no se saben los criterios bajo los cuales se otorgan, por lo que suelen ser regresivos, es decir, benefician más a quienes más tienen.
“Deberíamos tener reglas para que los subsidios a la electricidad lleguen más a los hogares de menor ingreso, o al menos a zonas con mayor rezago, y no tanto a zonas urbanas”.
Los subsidios se otorgan para reducir el costo del consumo de electricidad a los hogares.