México está en conversaciones con proveedores de almacenamiento en Estados Unidos para crear una reserva estratégica de gas para uso en casos de emergencia, dijo un funcionario de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), luego que una ola de frío en 2021 dejara sin gas a empresas en el norte del país.
México depende de Estados Unidos para satisfacer alrededor del 80% de su demanda nacional de gas y tanto expertos como empresas han advertido al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la necesidad de aumentar el almacenamiento antes del invierno.
La falta de infraestructura limita la capacidad de México para mantener suficientes inventarios que puedan utilizarse para almacenar los excedentes de gas y drenar las existencias durante temporadas de bajo suministro.
“Somos conscientes de que es posible que suceda un evento de bajas temperaturas”, dijo Aniel Altamirano, director general adjunto de CFE Internacional, una unidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), al margen del Foro de Gas Natural Estados Unidos-México en San Antonio. “Lo que estamos evaluando hoy en día es esa opción de almacenamiento en Estados Unidos”, dijo.
México cuenta con dos terminales con capacidad para almacenar el equivalente a cuatro cargamentos de gas natural licuado (GNL), pero eso es una pequeña fracción de los 6,000 millones de pies cúbicos de gas que el país importa cada día.
A mediados de este año, la CFE importó un cargamento de GNL y almacenó el gas en la terminal de regasificación de Altamira, en la costa del Golfo de México.
Se espera que un segundo cargamento llegue pronto a la terminal de GNL de Manzanillo, en la costa del Pacífico mexicano, para completar una reserva inicial para este invierno, dijo Altamirano.
“En el evento de febrero de 2021, CFE pudo continuar generando (electricidad) porque además de tener tecnologías de generación con combustibles como carbón, también pudimos adquirir barcos de GNL en esas semanas”, añadió el funcionario.
Los cargamentos de emergencia del año pasado fueron suministrados por empresas comerciales, entre ellas Trafigura, lo que ayudó a superar una crisis en México provocada por el congelamiento de gasoductos, el alza de precios del gas y la orden del gobierno de Texas de suspender exportaciones del combustible durante la contingencia.
El siguiente paso para asegurar una reserva de gas lo suficientemente grande para que México pueda manejar un evento climático similar sería contratar almacenamiento en Estados Unidos en cavernas o en un sitio protegido del frío por tanques y tuberías aisladas, dijo Altamirano.
“El almacenamiento sería no solamente desde la perspectiva de seguridad, sino también operativa para manejar esos vaivenes diarios que tiene la CFE (en la generación)”, añadió.