Petróleos Mexicanos (Pemex) ha perdido 150 lugares en el ranking Global 500 desde que inició la Cuarta Transformación. La revista Fortune publicó este fin de semana su índice más reciente que integra a las 500 empresas que obtuvieron más ingresos en todo el mundo durante el último año.
En la edición de este año, la petrolera mexicana se ubicó en el sitio 257 a nivel mundial por el tamaño de sus ingresos, cuando en 2018, año en que inició la administración de Andrés Manuel López Obrador, la empresa estaba en el lugar 107.
Además, este es el peor puesto que ha obtenido la compañía mexicana desde que inició el registro en 1995.
Esta lista, elaborada anualmente, integra a las 500 empresas que obtienen más ingresos en todo el mundo.
De acuerdo con Fortune, las 500 compañías listadas este año representaron ingresos anuales por 31.4 billones de dólares, lo que equivale a casi dos veces el tamaño de la economía de Estados Unidos, aunque hubo una ligera caída contra el resultado del año pasado, cuando el total de ingresos de esas compañías fue de 33.3 billones de dólares.
Este año, el listado fue encabezado por Walmart que logró ingresos por casi 560 mil millones de dólares.
Según el registro, Pemex cayó 124 posiciones en un año, al obtener ingresos por 44 mil 383 millones de dólares, una baja de casi 40 por ciento en sus ingresos en comparación con el corte anterior.
La caída coincide con que entre 2018 y 2021, Petróleos Mexicanos perdió el grado de inversión de dos de las calificadoras con mayor peso a nivel internacional: Moody’s Investor Services y Fitch Ratings.
Ambas empresas han insistido en que el Plan de Negocios de Pemex, que se enfoca en incrementar la producción de combustibles y obtener la autosuficiencia energética, así como dejar de exportar petróleo, aportará poca rentabilidad a la compañía nacional, pues el negocio de refinación, según Moody’s, ha dejado pérdidas 17 mil millones de dólares entre 2018 y 2020, periodo en el que la compañía ha caído a la mitad de la tabla de ingresos anuales.
La estrategia del gobierno federal se centra en recuperar la capacidad de producción de las seis refinerías que ya existen en el país, así como la construcción de la planta procesadora de Dos Bocas, en Tabasco, a lo que se sumó el anuncio de la compra de mitad de la refinería de Deer Park a Shell.
El objetivo de la construcción de Dos Bocas, de acuerdo con la Secretaría de Energía y el gobierno federal, es incrementar la elaboración de productos de mayor valor agregado en el país, procurar el equilibrio en la balanza comercial e impulsar el desarrollo económico y social, según el Tercer Informe de Gobierno.
La refinería tendrá una capacidad para procesar 340 mil barriles por día de crudo pesado tipo maya, que, en conjunto con las otras seis refinerías del país, buscará alcanzar la autonomía energética, al incrementar la producción de gasolina y diésel, y reducir la importación de estos combustibles, añade el documento.
Además, la firma mexicana es la petrolera más endeudada del mundo, al deber alrededor de 116 mil millones de dólares, a lo que se suma que está entre las 10 compañías del mundo que deben más dinero, de acuerdo con un conteo elaborado por la calificadora Moody’s.
Otro factor que pega a los ingresos de la compañía es la caída en su producción y en las reservas petroleras. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, las reservas de petróleo han caído a la mitad en los últimos 10 años.
La promesa del gobierno federal es incrementar la producción a dos millones de barriles de petróleo diarios para el cierre del sexenio; sin embargo, el especialista energético Ramsés Pech, señala que para alcanzar esa meta es necesario incrementar la inversión en exploración y producción, así como aumentar los campos que producen crudo en el país.
El analista dice que en el país hay alrededor de siete mil pozos que producen el hidrocarburo, y para alcanzar la meta establecida por el presidente, es necesario echar a andar entre ocho mil y ocho mil 500 pozos.
En el Tercer Informe de Gobierno, la administración federal precisó que Pemex invertirá este año 80 mil millones de pesos en la perforación de 183 pozos prioritarios. Con este dinero, hasta el cierre de junio, la empresa echó a andar 20 campos nuevos que aportan 164 mil barriles diarios, lo que representa menos de 10 por ciento de la producción de crudo del país.
Finalmente, la empresa enfrentó, como el resto de las petroleras, la caída en el precio internacional del crudo, que el año pasado tocó precios negativos por primera vez en la historia.