A octubre, las compras externas de gasolina subieron 28%, mientras que la elaboración creció 17%; en diésel las alzas fueron de 69 y 28%, respectivamente.
En cuanto a combustibles se refiere, el 2022 ha sido un año de recuperación de mercado para Petróleos Mexicanos (Pemex), pero ello ha sido posible gracias al dinamismo de sus importaciones más que al aumento de su producción local, por lo que este año se perfila un nulo avance rumbo a la meta del actual gobierno de alcanzar la autosuficiencia en gasolinas y diésel.
Aquí los cálculos a partir de cifras de la Secretaría de Energía: en el renglón de gasolina –el combustible automotriz más consumido– Pemex elevó sus importaciones 28% anual a 427,025 barriles diarios en el lapso de enero a octubre, mientras que la elaboración en el conjunto de sus seis refinerías subió a un ritmo –menor– de 17.2%, para llegar a 268,571 barriles por día.
Cabe recordar que en su Plan de Negocios 2022-2024 –divulgado los últimos días de diciembre del 2021–, Pemex se planteó la meta de producir alrededor de 390,000 barriles diarios de gasolina en promedio durante el 2022 (sin incluir la producción de la refinería Deer Park), de modo que al mes de octubre la empresa marcha 31% por debajo de su objetivo anual.
Pero eso no impidió que Pemex recuperara terreno en la comercialización de gasolina, pues en los primeros 10 meses del año con su producción e importaciones la empresa aportó casi 85% del suministro neto de gasolina del país (importaciones más producción nacional, menos exportaciones), equivalente a unos 812,776 barriles diarios.
Durante el mismo lapso del 2021, en cambio, la participación de Pemex había llegado a un mínimo de 76.8% dentro de una oferta de gasolina cifrada en 724,309 barriles diarios.
El terreno ganado por Pemex lo ha cedido el gremio de distribuidores privados, cuyo volumen de importación a octubre cayó 25.4% anual a 125,393 barriles diarios, lo que implica que su cuota en la oferta gasolinera se contrajo de 23.2 a 15.4 por ciento.
Al final, las importaciones netas totales, que resultan de sumar el producto traído por Pemex y el traído por los privados menos las exportaciones –en este caso marginales–, sumaron 544,205 barriles diarios, lo cual representa 67% de la oferta total, es decir, apenas un punto porcentual por debajo de la cuota del 2021.
Debe mencionarse que este porcentaje llegó a un máximo de 74% en el 2019 y experimentó su mayor caída entre el 2020 y el 2021, cuando bajó de 72 a 68 por ciento.
Diésel, más dinámico
En cuanto al diésel, las importaciones de Pemex han sido incluso más dinámicas, pues subieron 69.4% anual a 173,982 barriles diarios de enero a octubre, mientras que la producción se elevó 28.3% a 148,081 barriles diarios (aunque está 20% por debajo de lo que se planteó Pemex sin considerar el aporte de Deer Park).
En tanto, la importación de privados bajó 11.9% anual a 86,764 barriles diarios, de modo que la participación de Pemex en la oferta total de diésel fue de 79% de los 407,152 barriles diarios suministrados en el período, esto es 10 puntos más que el registro de 69% del 2021.
En el lapso revisado las importaciones netas totales fueron de 259,071 toneles por día y participaron con 64% de la oferta total de diésel, cifra mayor al 63% del 2021. En este renglón el nivel máximo se observó en el 2018 con 71% y la mayor reducción fue en el 2019, al bajar a 66 por ciento.
octavio.amador@eleconomista.mx