La petrolera estatal admitió en su Plan de Negocios 2023-2027 que la próxima administración cargará con las cifras negativas, derivadas principalmente del costo financiero por la deuda que arrastra y de la carga impositiva de la empresa.
Petróleos Mexicanos (Pemex) proyectó que será hasta el 2027 en que alcanzará un balance financiero positivo, de alrededor de 36,200 millones de pesos y en tanto, pretende quedarse en ceros en 2023, pero luego reportar números rojos de 69,649 millones de pesos negativos en 2024 y cerrar este sexenio con un balance negativo.
Así lo reveló en su Plan de Negocios 2023-2027, donde admitió que la próxima administración cargará con las cifras negativas derivadas principalmente del costo financiero por la deuda que arrastra y la carga impositiva de la empresa, que llevarán a reportar un balance negativo de 32,074 millones de pesos en 2025 y bajarlo un poco, pero mantenerlo negativo por 21,459 millones de pesos en 2026.
El marco macroeconómico previsto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público considera para el próximo año un precio del petróleo de 68.7 dólares por barril, así como un tipo de cambio de 20.60 pesos por dólar. Asimismo, el escenario operativo previsto contempla una producción de líquidos de 1.989 millones de barriles diarios de crudo, condensados y líquidos del gas, (de Pemex en sus contratos y asignaciones petroleras incluyendo socios), con una exportación de crudo de 1,047 millones de barriles por día y un proceso de crudo de 995 millones de barriles diarios en las seis refinerías del país.
Con estas variables, la empresa llegará al mayor nivel de ingresos de la década en 2023: de 2.428 billones de pesos, monto que irá descendiendo a 2.043 billones en 2024; a 2.028 billones en 2025; para ubicarse en 2.123 billones en 2026, y finalmente en 2.217 billones en 2027.
Sin embargo, por vencimientos de deuda de compromisos adquiridos previamente, Pemex pagará 148,086 millones de pesos como costo financiero neto en 2023, monto que también es el más alto para los siguientes años en que pagará 55,437 millones; 101,086 millones, y 107,762 millones de pesos en 2024, 2025 y 2026, respectivamente.
Y aunque en el pago de contribuciones directas para el horizonte 2023–2028 considera que se mantiene vigente la determinación que para 2022 se tomó conforme al artículo 22 de la Ley de Ingresos de la Federación 2022, por medio del cual se estableció que, para el pago del derecho a la utilidad compartida (DUC) que se paga por barril de petróleo comercializado y que resulta la principal contribución directa de Petróleos Mexicanos, se aplicará una tasa de 40% en sustitución de la tasa de 54% prevista en el artículo 39 de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos.
No obstante que se mantiene el supuesto de la tasa aplicable para el pago del DUC de 40%, el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2023 y el Escenario Indicativo de Metas de Balance Financiero (EIMBF) suponen un pago de contribuciones al gobierno federal creciente por parte de Petróleos Mexicanos.
«Por lo que a las contribuciones indirectas se refiere, en el horizonte 2023–2028 se estima un escenario de ventas internas moderadamente creciente a partir de 2026 que, aunado a un pronóstico de precios decrecientes, deriva en mayores pagos por concepto del Impuesto sobre Productos y Servicios, además de que el incremento en las ventas internas por sí mismo, supone un mayor entero del Impuesto al Valor Agregado», expone Pemex en su Plan.
La empresa calcula un pago de 510,276 millones de pesos de impuestos indirectos y de 474,067 millones como impuestos directos en 2023, que significan los montos más altos hasta el 2027 y llevarán a Pemex a tener el balance financiero en ceros en próximo año y negativo para los siguientes tres ejercicios.
karol.garcia@eleconomista.mx