Los factores que pueden impactar a la industria son posibles cambios regulatorios que desalienten la inversión, variaciones en los precios de los combustibles y bajo crecimiento.
Para Fitch Ratings, la incertidumbre regulatoria y el incremento en los precios de los combustibles son los factores principales que mantienen una perspectiva “en deterioro” para el sector energético de México.
“La perspectiva del sector energía en México está en deterioro debido a la volatilidad reciente que existe en las principales variables que afectan a las compañías que operan dentro del sector, como los cambios fuertes en los precios de los combustibles y la incertidumbre regulatoria”, apunta Óscar Álvarez, analista senior de Fitch.
De acuerdo con la Perspectiva de Fitch Ratings 2023: Sector Energía en México, la calificadora de riesgo crediticio considera que el sector requiere políticas que promuevan el desarrollo y la inversión.
Esto, porque hay factores que continúan desalentando la inversión en el sector, entre ellos la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) que favoreció a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el diferimiento en el otorgamiento de permisos para la generación eléctrica a particulares por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y las consultas para la solución de controversias que enfrenta México con Estados Unidos y Canadá bajo los términos del TMEC.
Para Fitch Ratings, la incertidumbre regulatoria y el incremento en los precios de los combustibles son los factores principales que mantienen una perspectiva “en deterioro” para el sector energético de México.
“La perspectiva del sector energía en México está en deterioro debido a la volatilidad reciente que existe en las principales variables que afectan a las compañías que operan dentro del sector, como los cambios fuertes en los precios de los combustibles y la incertidumbre regulatoria”, apunta Óscar Álvarez, analista senior de Fitch.
De acuerdo con la Perspectiva de Fitch Ratings 2023: Sector Energía en México, la calificadora de riesgo crediticio considera que el sector requiere políticas que promuevan el desarrollo y la inversión.
Esto, porque hay factores que continúan desalentando la inversión en el sector, entre ellos la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) que favoreció a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el diferimiento en el otorgamiento de permisos para la generación eléctrica a particulares por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y las consultas para la solución de controversias que enfrenta México con Estados Unidos y Canadá bajo los términos del TMEC.
Mientras, en junio de 2022, el nivel de IED en el subsector ya había superado los niveles presentados en 2020 y 2021, Estados Unidos y Canadá representan en conjunto 50.2% de la IED. “Por lo tanto, es importante para México mantener una buena relación comercial con ambos países”.
Por otra parte, el análisis señala que el conflicto entre Rusia y Ucrania, así como las sanciones y represalias para el primero, han incrementado la volatilidad en el precio del gas natural, los cuales alcanzaron 6.6 dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU) en promedio a octubre de 2022.
En México, alrededor del 70% de la demanda nacional de gas natural se cubre con importaciones principalmente desde Texas, lo cual expone al país a la volatilidad en el precio del gas y al tipo de cambio.
“La CFE ha presentado una disminución de forma importante en sus márgenes operativos, como resultado del aumento en el precio del gas, el cual incrementó de 69% frente al precio promedio de 2021”.
Más de 60% de la capacidad instalada de CFE requiere gas natural para la generación de electricidad.
Fitch refiere que en 2022 no se realizaron movimientos de calificación dentro del sector energético de México.
“Si bien algunas compañías han presentado resultados mejores a los esperados por Fitch, la incertidumbre regulatoria y el aumento en los precios de los combustibles han generado cierta inestabilidad en los resultados, lo cual la agencia espera que se disipe durante 2023”.
Finalmente, destaca que la recuperación económica derivó de un rebote en la actividad industrial, principalmente en el sector de manufactura gracias al TMEC, toda vez que las compañías aumentaron sus consumos de energéticos.
“El entorno económico actual en México es desafiante y su perspectiva se debilita. Fitch revisó a la baja el crecimiento esperado del PIB para 2022, y no espera que llegue a niveles previos a pandemia hasta 2023. Los factores principales son una inflación mayor, disrupciones en la cadena de suministro y un mayor riesgo político y regulatorio”.
Entonces, una desaceleración potencial en la actividad económica de Estados Unidos puede impactar el crecimiento de México para 2023 y, por lo tanto, los resultados de las compañías dentro del sector de energía, ya que ésta representaría una caída en la actividad industrial en el país.