Los precios del petróleo subieron este viernes, pero seguían en camino a cerrar la semana con su mayor caída desde marzo por preocupaciones sobre el impacto en la demanda de combustible de las restricciones de viaje para frenar la propagación de la variante Delta del COVID-19.
El referencial internacional Brent subía 93 centavos, o 1.29 por ciento, a 72.21 dólares el barril, y los futuros del crudo del West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) mejoraban 86 centavos, o un 1.27 por ciento, a 69.97 dólares el barril, aunque ambos contratos han cedido 6 por ciento esta semana.
«La acción del precio que vemos ahora es realmente una función del panorama macro», dijo Howie Lee, economista del banco OCBC de Singapur. «La variante Delta está empezando a tener impacto realmente ahora y se ve la aversión al riesgo en muchos mercados, no solo en el petróleo».
En tanto, Japón se dispone a expandir las restricciones de emergencia a más prefecturas, mientras que China, el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo, impuso limitaciones en algunas ciudades y canceló vuelos.