De un promedio de 600 desastres ambientales que se registran al año, la mitad está relacionada con ambas paraestatales, una buena parte la genera el robo de combustible en los ductos de pemex, según reporta la Profepa
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) registra alrededor de 600 emergencias ambientales al año en el país, de las cuales, unas 300 tienen que ver con el sector energético, es decir, con Petróleos Mexicanos (pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), señaló Arturo Rodríguez Abitia, subprocurador de Inspección Industrial de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Lo anterior se debe a que ambas empresas tienen operaciones de gran magnitud, pues concentran a la industria energética, una de las más importantes en el país, añadió el funcionario federal en entrevista con PetroQuimex.
“La industria energética en México es muy importante. Tenemos dos empresas paraestatales a cargo de ella, que tienen operaciones sumamente grandes. Estas empresas manejan, precisamente por sus dimensiones, operaciones de gran magnitud. Son empresas que tienen esquemas de protección ambiental muy importantes, pero precisamente por su gran tamaño y la diversidad de operaciones que tienen, en ocasiones se ven envueltas en algunos problemas con nosotros”.
El impacto ambiental que generan tanto pemex, como CFE es un tema que preocupa mucho a la Profepa –comentó Rodríguez Abitia–, por lo que se trabaja muy de cerca con ambas paraestatales, sobre todo, el tema de las emergencias ambientales.
“Nosotros enfrentamos alrededor de 600 emergencias al año, en éstas van incluidas las del sector privado y público. Más o menos la mitad tiene que ver con el sector de energías. Es decir, con pemex o CFE”.
Muchas de las emergencias ambientales, abunda el subprocurador, son provocadas por la sustracción ilegal de combustibles en los ductos, realizada por delincuentes, pues generalmente se hace de una manera muy rudimentaria, que ocasiona impactos ambientales importantes, los cuales tiene que reparar el propio pemex, con la supervisión de la autoridad ambiental.
Respecto a las denuncias ciudadanas por daño ambiental, refirió que la Profepa recibe un promedio de 400 por año, de las cuales, “naturalmente” muchas tienen que ver con las dos paraestatales, aunque –acotó– éstas vienen de todo el universo de empresas de todo el país.
“Hay que tener en cuenta que Petróleos Mexicanos es la empresa más grande de México, que tiene instalaciones en todo el país, que tiene vulnerabilidades particulares, como la que comentaba de tomas clandestinas. Y claro, la mayor parte de las denuncias, sin ser más de la mitad”.
Sin embargo, dijo, en la reducción del impacto ambiental se ha avanzado mucho. “Las cosas han cambiado mucho en 20 años. Tanto en el comportamiento del sector público, como en el empresarial”.
En su informe anual 2012, Profepa indica que pemex es actualmente uno de los usuarios más sólidos del Programa Nacional de Auditoría Ambiental (PNAA), que desarrolla la dependencia, al registrar durante ese año las solicitudes de certificado de 105 instalaciones y adicionalmente renovar el certificado de 78 instalaciones, totalizando con ello 183 solicitudes.
Asimismo, informa Profepa, en 2012 se emitieron 196 certificados a instalaciones de la paraestatal, de los cuales 86 fueron de primera ocasión y 110 instalaciones obtuvieron la renovación del certificado correspondiente, destacando la subsidiaria.
Detalla que en Exploración y Producción recayeron el 63 por ciento de las solicitudes y el 65 por ciento de los certificados emitidos a pemex. Resalta la continuidad de la Terminal de Distribución de Gas Licuado Tula, instalación con más de 12 años con certificación continua.
En cuanto a la CFE, el informe de Profepa refiere que esta empresa mantiene su compromiso de brindar servicios conforme las regulaciones ambientales, pues en 2012 registró en el PNAA, las solicitudes de certificados de 49 instalaciones y 18 renovaciones de certificado, dando un total de 67 solicitudes. De igual manera –destaca– 98 instalaciones alcanzaron por vez primera la certificación ambiental que emite Profepa. Además, 31 instalaciones más recibieron el refrendo correspondiente de su certificado, “destacando la Central Felipe Carrillo Puerto con certificación continua”.
“Vale la pena comentar que en noviembre de 2012 se certificó a la Hidroeléctrica de La Yesca, ubicada en la frontera de los estados de Nayarit y Jalisco. Esta certificación marcó un hito en el Programa ya que el proceso de auditoría comenzó desde la construcción de este megaproyecto, garantizando así el cuidado ambiental y el cumplimiento legal desde esta etapa”.