Las refinerías Deer Park y Olmeca-Dos Bocas ejercen presión sobre el presupuesto de Petróleos Mexicanos (Pemex), además de generar dudas sobre el retorno de inversión y un riesgo de sobrecostos, señaló Moody’s Investors Service, agencia que rebajó la nota a la empresa estatal en días recientes.
Después de degradar la nota a la petrolera mexicana, la calificadora señaló en una nueva opinión que tanto la planta ubicada en Texas, como la recién inaugurada destilería de aceite en Tabasco, “ejercen presión sobre el presupuesto de gastos de capital de Pemex con dudosos retornos sobre la inversión y riesgo de sobrecostos”.
Consideró que, ante la amplia capacidad de refinación, tanto a nivel global como en América del Norte, “es probable que el rendimiento económico de las inversiones en refinación sea bajo a mediano y largo plazo dada la tendencia actual de transición de carbono en todo el mundo”.
Comentó que una vez que se complete la construcción de la refinería Olmeca-Dos Bocas —lo cual implica que aumente su capacidad operativa que es de 340 mil barriles diarios—, agregará exposición a un margen más bajo de producción de combustible y reducirá las exportaciones de crudo de Pemex y sus ingresos en dólares, lo que aumenta su riesgo crediticio.
Moody’s subrayó que los desafíos más a corto plazo son los riesgos de mayores costos operativos de refinación desde el momento en que la refinería de Olmeca-Dos Bocas se complete hasta que opera al 95 por ciento de su capacidad.
Agregó que “el riesgo de sobrecostos y retrasos en la terminación de la refinería es alto”, aunque este está cubierto por la Secretaría de Energía (Sener).
En ese sentido recordó que entre 2019 y 2021 el gobierno federal invirtió 7 mil 300 millones de dólares, pero para 2022 se aprobó un presupuesto adicional de 2 mil 100 millones de dólares, con lo que suma 9 mil 400 millones de dólares en tres años.
“El gobierno espera que la refinería comience a operar a principios de 2023, lo que contrasta con sus expectativas originales de que esté terminada a fines de 2021 a un costo total de 8 mil millones de dólares. Aún no está claro cuánto terminará costando la refinería Olmeca-Dos Bocas”, dijo.
Sugirió que la construcción puede costar más de 14 mil millones de dólares, como lo sugieren las licitaciones de empresas constructoras internacionales en 2019.
Recordó que el objetivo del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es aumentar la capacidad de refinación de Pemex y alcanzar la autosuficiencia energética.
Parte del plan fue la compra de la refinería Deer Park, en Texas. Sobre ello, Moody’s señaló que la compra se completó a inicios del año por 596 millones de dólares, más la deuda existente en la planta.
La calificadora señaló que Pemex tiene una liquidez débil y depende en gran medida del apoyo del gobierno.
“Moody’s estima que Pemex tendrá un flujo de efectivo libre negativo sustancial en los próximos 12 a 18 meses, impulsado por una generación operativa de efectivo insuficiente para pagar gastos de intereses, impuestos y gastos de capital”, apuntó.
Agregó que Pemex puede mejorar su nota si mejora la calificación soberana de México y si la empresa estatal fortalece su liquidez y financia una reinversión de capital suficiente para remplazar completamente las reservas, generar un crecimiento modesto de la producción y generar un flujo de efectivo libre para la reducción de la deuda.