El consumo en la región se elevó 8.3% entre 2020 y 2022.
Por la relocalización de empresas hacia México, el consumo de energía está aumentando, en particular en la frontera norte del país, donde se están asentando las firmas para ubicarse más cerca de Estados Unidos, revelan datos oficiales.
Información de la Secretaría de Energía (Sener) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) muestra que entre 2020 y 2022 en todo el país el consumo de electricidad creció 1.7 por ciento, pero sólo en los estados que limitan con Estados Unidos el consumo energético se elevó 8.3 por ciento.
La tendencia de mayor demanda de electricidad por el fenómeno derivado de la reconfiguración de las cadenas de suministros se observa sobre todo en las industrias; si bien todo el sector secundario en el país suma un aumento de 0.4 por ciento, sólo en Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Baja California el consumo ha crecido 12 por ciento en el periodo de referencia.
Datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) muestran que las solicitudes de conexión de nuevos centros de carga se han incrementado de forma importante.
Mientras en 2018 las solicitudes por parte de las empresas en la región norte representaron 25 por ciento de todo el país, para 2021 fueron 43 por ciento del total, y el año pasado, 32 por ciento.
Además, hasta el segundo trimestre de este año suman más de 15 mil 800 solicitudes de interconexión en los estados del norte de México.
Régulo Salinas, presidente de la Comisión de Energía del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), comentó que entre 2006 y antes de la pandemia de covid-19 el consumo de energía crecía anualmente a un ritmo de 2.6 por ciento anual, cifra que se relacionaba con un avance promedio de la economía mexicana de 2.1 por ciento anual.
Apuntó que, si bien durante la contingencia sanitaria el consumo de energía fue menor, en el último año ha aumentado, y de “materializarse las oportunidades de nearshoring y electromovilidad”, la demanda crecerá.
Pese al mayor consumo, datos de BBVA muestran que la disponibilidad de energía es el principal problema para los parques industriales en el país. En Chihuahua, Coahuila, Baja California y Nuevo León es la mayor problemática frente a la falta de agua, accesibilidad, entre otros.
Los estados que más están creciendo son los que enfrentan estos problemas, declaró Salinas. Consignó que, de acuerdo con BBVA, 91 por ciento de las firmas reportan inconvenientes con el suministro de electricidad, por lo que, si alguien quiere ir a hacer un nuevo contrato, es difícil que le puedan garantizar el suministro y a los que lo hacen les piden que ellos hagan las inversiones en sus estaciones y líneas de transmisión.
Destacó que, en comparación con las tarifas eléctricas de Estados Unidos, las de México no son competitivas, pues son 80 por ciento más altas respecto a las del país vecino. Los precios de CFE son muy altos, aseguró.
Puntualizó que las tarifas del mercado eléctrico mayorista sí son competitivas, pero desgraciadamente se frenaron los permisos en toda la disponibilidad de energía eléctrica a precios competitivos. Creemos que esto va a requerir un cambio más adelante.
Acotó que aunado al problema de energía, 40 por ciento de los parques industriales reportan problemas en el suministro de gas natural. Lo que quiere decir es que o no están yendo por la naturaleza de las zonas o es un problema de distribución. Lo que sí hemos visto es que los estados que cuentan con infraestructura de gas natural crecen a más del doble (frente a los que carecen de ella), entonces es necesario contar con esa infraestructura, indicó.
Requerimos de energía limpia, que es un requisito para crecer o instalarse en el país, porque es exigencia de las cadenas de suministro, de entidades financieras. El riesgo es que se apliquen impuestos compensatorios si nosotros, como país, no disminuimos nuestra huella de carbón, señaló Salinas.
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