El gas «natural», presumido en México como una fuente sustentable de energía, es un combustible fósil compuesto 90 por ciento de metano, responsable de la cuarta parte del calentamiento global, advirtió Daniel Zavala-Araiza, científico senior del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente (EDF, por sus siglas en inglés).
El doctor en Ingeniería Química, recordó que el sector de hidrocarburos en México, es el que más metano emite a la atmósfera, y en particular, la cuenca del sureste concentra la mitad de estas emisiones nacionales, siendo Tabasco, el estado número 1 en la generación del contaminante, que tiene un poder de calentamiento 86 veces mayor que el dióxido de carbono (CO2).
Durante el taller «Gas naturalmente fósil», Pablo Ramírez, especialista en Cambio Climático y Energía de Greenpeace México, alertó que desde 2014, el «gas natural», ha sido la energía más demandada en el país, con un crecimiento de 3.5 por ciento promedio anual.
Destacó que el 72 por ciento del consumo total de «gas natural», proviene de las importaciones, siendo México el mayor comprador a Estados Unidos, ya que en 2021 adquirió el 30 por ciento de toda su producción.
Indicó que, de este gran total, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), absorbió el 54 por ciento, para el suministro de 75 centrales eléctricas, que producen luz a partir de «gas natural».
Detalló que los sectores que más consumen esta fuente de energía fósil, es el sector eléctrico (50 por ciento), sector de petróleo y gas (27 por ciento) y la Industria (21 por ciento).
Por su parte, Anaid Velasco, gerente de investigación del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), que parte del engaño y la narrativa de que «el gas natural», es menos contaminante que el carbón o el combustóleo, tiene que ver con incluirlo como una medida de transición hacia energías más limpias por parte del gobierno, lo que es completamente falso.
Señaló que incluso, el servicio de transporte de gas natural, se incluye en el presupuesto federal etiquetado para adaptación y mitigación al cambio climático, lo que capta hasta el 70 por ciento de los recursos públicos destinados a este rubro.