Un tribunal federal suspendió provisionalmente la subida de tarifas de transmisión a los productores privados de energía renovable, un proyecto aprobado a finales de mayo por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en el que implicaba un aumento de hasta el 775 por ciento en las tarifas de porteo que deben pagar las centrales eléctricas, incluyendo renovables, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Esa acción se sumó al acuerdo del 29 de abril del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) y a la política de la Secretaría de Energía (Sener) del 15 de mayo, que priorizan la electricidad de la CFE.
El Segundo Tribunal Colegiado de Distrito en Materia Administrativa Especializado en Competencia Económica resolvió por unanimidad, ante la queja de la empresa Eólica el Retiro, que «la tarifa anterior a los actos reclamados fue diseñada con la intención de promover el mercado de las fuentes de energía renovables».
«Se estima que el incremento de las tarifas en los porcentajes apuntados puede poner en riesgo el desempeño de la quejosa en el mercado de las energías renovables y, por ende, contraer la oferta de estos bienes, con el consecuente perjuicio para la salud de la población», apuntó el fallo.
El tribunal aseguró en el documento que «carece de mayor información» para saber el impacto preciso en el sistema eléctrico de no aplicar las nuevas tarifas, pero que puede entender «que lógicamente el incremento de un insumo en las proporciones indicadas representa para cualquier empresa una variación relevante para su operación regular».
«Un incremento repentino y en un importe considerablemente mayor al que se venía cubriendo de los cargos por el servicio de transmisión, naturalmente tiene un impacto inflacionario no solo en el costo de la generación de energía, sino también en todos los bienes o productos finales e intermedios», destacó el fallo.
El tribunal estableció, por tanto, que la compañía quejosa vuelva a pagar las tarifas previas a la resolución de la CRE.
Este fallo abre ahora el camino para todas las empresas energéticas privadas afectadas por la subida repentina de tarifas, calificada por algunas fuentes del sector como un «electrolinazo».